Los dos últimos veranos Alfonso Serrano, director deportivo del CD Tenerife, ha lanzado un mensaje de cautela, casi pesimista, debido a la marcha de la Isla de algunos de sus jugadores más importantes. Amath, Gaku, Longo o Juan Villar hicieron las maletas, pero los blanquiazules han sabido sobreponerse. Este año retener a Aitor Sanz, Bryan Acosta o no tener que vender a Malbasic era esencial y, tras conseguirlo, las llegadas de jugadores cono Naranjo o Nano son un llamamiento a la esperanza.
Una de las claves del actual Tenerife es la sensación de que Joseba Etxeberria es el jefe. En su primera experiencia como entrenador en el fútbol profesional fue capaz de calmar las aguas en el Rodríguez López, algo que no es sencillo, para, con un mensaje de ir “partido a partido”, poner los cimientos de un equipo que comienza a jugar de memoria, algo que, con la renovación de varias de sus piezas fundamentales, podría ser una ventaja en este inicio.
Etxeberria ha logrado que sus futbolistas capten el mensaje, desplegando un fútbol intenso, de mucha presión que concede muy poco; con eso y las llegadas de hombres con gol, como Naranjo o Nano, más la continuidad de Malbasic, las sensaciones son buenas. Los dos primeros tienen algo en común: buscan la felicidad esta campaña.
Naranjo despuntó en su día con el Nástic para luego no tener minutos en el Celta. Los vigueses lo cedieron al Genk, pero allí tampoco volvió a ser el de antes, su principal misión y la de Etxeberria. Naranjo, en Segunda División, marca diferencias, algo que saben muy bien en toda la categoría.
La situación de Nano es similar. Reconoció no haber sido feliz en el Eibar y no ha parado de sonreír desde que llegó a Tenerife. Su calidad, capacidad de trabajo y claridad de cara al gol son suficientes para poder ser uno de los referentes claros.
Pero si importantes han sido las llegadas, no menos las renovaciones de Milla y Acosta. El madrileño estuvo en el punto de mira de clubes de Primera y al hondureño le llegó una propuesta de Estados Unidos que rechazó porque quiere ser importante en la Isla, a donde llegaron siendo prácticamente unos desconocidos para el gran público. Son otros dos fichajes importantes.
El último nombre propio es el de Chilunda. El tanzano, más allá de las palabras de Etxeberria y Serrano, en las que hablan de un jugador con ambición, capacidad de trabajo y unas condiciones físicas perfectas para lograr ser importante en el mundo del fútbol, se presenta como ese jugador africano querido por la afición y que tan bien ha funcionado en la Isla, como Dani Kome o Amath N’Diaye, o como esa apuesta exótica que despunta, como Gaku Shibasaki o, palabras mayores, Rommel Fernández. Lo que parece claro es que todos ellos serán protagonistas a partir de hoy.
Etxeberria: mismas idea de fútbol, más experiencia en la categoría
Joseba Etxeberria vivirá su primera experiencia desde inicio de temporada como entrenador de Segunda División, tras llegar a la Isla el año pasado desde el Amorebieta de Segunda B. “He tenido tiempo para trabajar mejor los diferentes conceptos”, admitía el vasco en la previa del debut, insistiendo en que “cuando llegas a mitad” de campaña, la idea es la de poder trabajar con los jugadores de la mejor manera: “No quieres saturarlos. Ahora, en cambio, se pueden corregir más cosas e incidir en otros aspectos que nos cuestan más”. El de Elgoibar cree que su idea de fútbol “ha variado muy poco” respecto a la que trajo a Tenerife, aunque sus sensaciones son mejores: “Tengo la impresión de que mis jugadores ya saben cómo quiero que el equipo juegue. Es importante la armonía en el grupo y la tenemos. El núcleo duro ha integrado muy bien a todos”.
Hemeroteca
Publicidad
Esquelas