arona

Sin respeto a la naturaleza y a la historia

La Fundación Telesforo Bravo sigue denunciando pintadas y atentados en roques sagrados para los guanches y espacios naturales
El biólogo Javier Reyes denuncia las huellas dejadas por las acampadas en la costa de Arico, como en Abades. Javier Reyes
El biólogo Javier Reyes denuncia las huellas dejadas por las acampadas en la costa de Arico, como en Abades. Javier Reyes
El biólogo Javier Reyes denuncia las huellas dejadas por las acampadas en la costa de Arico, como en Abades. Javier Reyes

Curiosamente, ayer fue el Día Internacional de la Tierra y según Jaime Coello Bravo, director de la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello, “no es que podamos llamarlo un día feliz”, haciéndose eco de los atentados al medio ambiente que su fundación, a la que se ha sumado DIARIO DE AVISOS, ha venido denunciando en las últimas semanas.

“Hemos recibido -afirma Jaime Coello- tantas imágenes de agresiones al medio natural durante esta Semana Santa que no sabemos por dónde empezar”, al tiempo que califica las pintadas, “algunas con martillo y cincel”, en plena naturaleza o sitios históricos por su origen guanche, como “auténticos atentados”. Por ello, asegura que se siente “desbordado”, porque “no sé lo que ha pasado para que se dé este nivel de agresión al medio natural”, que en las dos últimas semanas se ha evidenciado particularmente en los altos de Arafo, la costa de Arico, los altos de San Miguel, Arona y Adeje y, por supuesto, porque ya es un clásico, con el amontonamiento de piedras y ahora los dibujos de las mismas, en Las Cañadas del Teide, dentro y fuera del parque nacional.

Hace unas semanas fue el Roque de Jama, entre San Miguel y Arona, el que apareció con pintadas, con varios colores de espray y visibles desde larga distancia. Recientemente ha sido el Roque de Igara, muy cerca de allí, en el municipio de Arona, de igual importancia geológica y geomorfológica y también un espacio de enorme valor para los guanches, el que ha sido pasto de la gamberrada. La Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello sigue denunciando estos hechos, a lo que hay que sumar también otras pintadas y atentados al medio natural de la Isla, como los sufridos en el Barranco del Infierno -pese a que está gestionado por una empresa privada- o los mencionados de Las Cañadas del Teide, por citar otros ejemplos más.

En palabras de los geólogos Alfredo Hernández-Pacheco, Julio de la Nuez, Carmen Rosa Cubas, Francisco Hernán y Soledad Fernández Santín, “el Roque de Igara forma la cumbre de un relieve en las series antiguas que enmarcan el Valle y durante su formación la envoltura externa, en proceso de consolidación, debió agrietarse y romperse, dando salida por fisuras reticulares a lavas viscosas desde su interior. Estas, al solidificarse, formaron a su vez costillares que dan al domo su aspecto característico”.

“Una persona ignorante, profundamente inculta y creyéndose artista ha destruido las paredes de una cavidad en su parte superior, grabando un ojo egipcio. En este caso podemos hablar de un daño irreversible, porque ha sido dibujado rayando la piedra”, comenta Jaime Coello sobre este nuevo atentado medioambiental, que supera a daños anteriores realizados con espray.

“Estamos muy enfadados, sentimos una rabia profunda y una enorme impotencia, porque están destruyendo nuestro patrimonio natural y no podemos hacer nada por evitarlo, excepto ser testigos y denunciar una y otra vez lo que está pasando”, escribe en el Facebook de la Fundación. Recuerda Jaime Coello, que la proliferación del uso del espray en espacios naturales protegidos, medio natural en general y patrimonio arqueológico es preocupante. “Estas pinturas en muchos casos son plásticas y difíciles de eliminar por lo porosas que suelen ser las rocas. Al disolverlas, pueden dañar las piedras, además de liberar sustancias tóxicas. La degradación continúa y no hay un solo día en que no recibamos imágenes nuevas”, indica, como las denunciadas hace unos días en la zona de Ifonche, en Adeje, dentro del espacio natural protegido del Barranco del Infierno, que cuenta, por cierto, con una gestión privada desde que se reabrió hace tres años.

Y mientras tanto, siguen apareciendo piedras y rocas pintadas, aparte del amontonamiento artificial de las mismas, en el Parque Nacional de Las Cañadas del Teide. Hay que recordar que el Plan Rector de Uso y Gestión considera infracción la realización por cualquier procedimiento de inscripciones, señales, signos o dibujos, en el terreno, o en piedras, rocas, vegetales o en los bienes muebles o inmuebles propios del parque nacional. Y todo esto hablando solo de Tenerife, porque la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello tiene constancia de similares atentados, por no llamarlo gamberradas, al medio natural en todas las Islas.

Acampadas

De igual manera, y más ahora, tras la Semana Santa, Jaime Coello denuncia las acampadas ilegales en casi todo el litoral de Tenerife, y en concreto la proliferación de ellas en la costa de Arico, ya sea en terreno público como privado, “sin que el Ayuntamiento de Arico o Costas hagan absolutamente nada por frenar esta aberración, que, lejos de disminuir, aumenta con los años, más allá de ubicar un cartel de prohibido, donde se sitúan casetas, bajo ese mismo cartel, sin que pase nada”.

Javier Reyes, biólogo marino, recogía ayer en su Facebook fotos y vídeos de Abades el día después: “Mierda, meados, papel higiénico, toallitas de fibras, compresas, tampones, hogueras en cualquier sitio, basura, terrenos removidos, piedras, restos de las acampadas… Ahí les dejo una muestra antes de ir a mi puesto de trabajo. Les aseguro que siento asco en estos momentos”. Sobran las palabras.

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