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Cáritas atiende en la capital a 3.500 personas a través de las parroquias

La cobertura de necesidades básicas y el acompañamiento de las familias son algunas de las ayudas que se prestan a través de las iglesias
Cáritas presentó su memoria de 2018 el pasado jueves. / DA

Cáritas Diocesana de Tenerife atendió el año pasado a 15.457 personas y a 5.180 familias a través de las parroquias y en los diferentes programas y proyectos que desarrolla. Por su parte, en la Diócesis de Canarias se atendió a 7.159 familias y un total de 22.193 personas. De este modo, la acción de Cáritas benefició a más de 37.000 personas en las Islas a lo largo de 2018. Solo en Santa Cruz, mediante la Acción Social de Base, que se realiza a través de las Cáritas parroquiales y arciprestales (unidades en las que se agrupan sus parroquias), la cifra de personas atendidas en sus necesidades básicas fue de 3.512, lo que supuso prestar ayuda a más de un millar de familias solo en la capital.
Así, por arciprestazgos, el de Santa Cruz Centro es uno de los que más atenciones registró en 2018. Concretamente fueron 519 las familias que recibieron algún tipo de ayuda en las 22 parroquias que lo componen. Este número de familias atendidas equivale a 1.386 personas. El segundo arciprestazgo con más atenciones fue el del Taco. Aquí fueron 590 familias y 1.254 personas las que vieron cubiertas sus necesidades básicas. Otra veintena de parroquias, a excepción de tres que se sitúan en La Laguna, son las que han atendido mayoritariamente a vecinos de la capital.

La Salud y Ofra completan las cifras de ayuda con 185 familias, la primera, y 390, la segunda. En conjunto, ambos arciprestazgos atendieron a más de 800 personas a través de las 17 parroquias que conforman ambas zonas. A estos números habría que sumar buena parte de las atenciones de un último arciprestazgo, que es el de La Cuesta, con parroquias repartidas entre La Laguna y Santa Cruz, que en total atendió a más de 500 personas.

Pobreza cronificada

La atención social de base que presta Cáritas pasa por la acogida de las personas que acuden a sus parroquias. En ellas, además, se les proporciona información y orientación sobre los recursos de Cáritas Diocesana u otras entidades y se les acompaña de forma individual. Un programa que también les da apoyo en la cobertura de necesidades básicas, así como deriva a otros recursos si fuera necesario para, por último, mediar ante recursos normalizados, como los servicios sociales municipales.

La memoria de actividad de Cáritas del año pasado, presentada este jueves, llamó la atención sobre lo que es evidente, y que no es otra cosa que la cronificación de la pobreza. Cáritas denuncia la “sistemática vulneración” y “precarización de los derechos” fundamentales de las personas que atienden diariamente y la “normalización de las situaciones de pobreza” por parte de la sociedad.

En el caso de Santa Cruz, los datos de atención que cada año ofrece el área de Atención Social muestran cómo las ayudas de emergencia, lejos de disminuir, se han estabilizado o incluso aumentado, con más de 21.000 ayudas de emergencia concedidas el año pasado.

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