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La suiza fallecida en Icod: un ‘dudoso’ suceso que conmocionó a todo un barrio

Los vecinos todavía no terminan de creer el fallecimiento de una ciudadana suiza que desde hacía cuatro meses vivía en el Camino Las Charnecas
La pareja vivía en el número 19 del Camino Las Charnecas, donde el esposo de la víctima regresó el lunes tras haber sido puesto en libertad provisional. DA
La pareja vivía en el número 19 del Camino Las Charnecas, donde el esposo de la víctima regresó el lunes tras haber sido puesto en libertad provisional. DA
La pareja vivía en el número 19 del Camino Las Charnecas, donde el esposo de la víctima regresó el lunes tras haber sido puesto en libertad provisional. DA

Las Charnecas es una zona de La Centinela, un barrio tranquilo de Icod de los Vinos, en el que predominan las casas terreras. El Instituto de Enseñanza Secundaria (IES) Lucas Martin Espino, el estadio de fútbol El Molino, el pabellón municipal de Deportes Leonardo Rodríguez y la iglesia de San Andrés, le aportan movimiento a ese sosiego diario que todavía se aprecia al mediodía y los domingos y que se rompió el viernes por la tarde-noche al conocerse el todavía dudoso fallecimiento de una vecina del lugar.

Dudoso porque todavía se desconocen las verdaderas causas de la muerte. La fallecida y su esposo eran de origen suizo y vivían en el número 19 del Camino Las Charnecas desde hacía cuatro meses. La vivienda está pintada de color blanco y teja, la puerta y ventanas son de color marrón y para acceder al interior hay que atravesar un pasillo. Es de alquiler, aunque nadie conoce a sus verdaderos propietarios. “Es una herencia de una familia del Puerto de la Cruz y siempre tienen la casa alquilada. Antes de ellos habían otros, también extranjeros”, apunta un vecino de la zona.

Asegura que nunca habían escuchado gritos ni discusiones del matrimonio. “Era gente que no se relacionaba con nadie”, sostiene.

Fue el esposo de la víctima quien el mismo viernes avisó a las autoridades del fallecimiento de su mujer. Cuando la Guardia Civil llegó al domicilio del Camino de las Charnecas, observó que ya presentaba rigor mortis (había muerto entre 24 y 48 horas antes) y señales de posibles agresiones. Por esta razón se activó el protocolo ante un posible caso de violencia de género con resultado de muerte.

El lunes el hombre volvió a su domicilio tras haber sido puesto en libertad provisional como presunto autor de un delito de homicidio imprudente. La autopsia preliminar del cadáver ha descartado un origen traumático como causa de la muerte y ayer varios habitantes de la zona lo vieron paseando a su perro, un cocker negro.

Otro vecino que vive en una de las calles aledañas aporta una versión similar. “No hablaban con nadie, hasta el punto que, le digo la verdad, no sabía ni que la mujer vivía allí”, sostiene.
“Solo lo veía cuando sacaba al perro y a veces cuando aparcaba su coche, un Opel Corsa”, también de color negro, precisa.

Sin embargo, un residente en el mismo camino Las Charnecas asegura que “los dos bebían mucho” y eso se notaba en la apariencia que tenían. A la fallecida la describe como “una mujer delgada y bonita, pero él está bastante estropeado, tiene mi misma edad, 64 años, y parece mi abuelo”.

Contra estas opiniones, está la de una vecina que vive justo en el inmueble de enfrente. Asegura que la mujer se dio un golpe en su casa días atrás “y vino la ambulancia y se la llevó”. Su versión es que falleció como consecuencia de este incidente y que su esposo, que fue quien avisó del fallecimiento, “se puso muy nervioso y quizás por eso sospecharon de él y lo detuvieron. A ver ahora quien le quita esa imagen de maltratador. Que el pobre hombre pasea con su perro y todos lo miran”, declara. “Hay que tener mucho cuidado con lo que se dice”, insiste la señora.

El alcalde, Francis González, también se muestra conmovido por la noticia. De acuerdo a la información trasladada por el juzgado, el matrimonio estaba viviendo allí en régimen de alquiler vacacional.

Según el auto del Juzgado de Instrucción Número 1 de Icod de los Vinos la mujer, de 62 años, “murió desnutrida, deshidratada y anémica”. Se da la circunstancia de que el cadáver presenta evidencias de que la mujer había sufrido varias agresiones, aunque ninguna fue la causa directa de la muerte, que sigue sin concretarse a la espera de que continúen los trabajos propios de la autopsia.

En el auto se detalla que el cuerpo sin vida presenta “múltiples hematomas en cráneo, cara y cuello, tórax y abdomen y extremidades”, y que dichas lesiones se produjeron en distintas fechas, pero que no son recientes, con lo cual podría coincidir con la caída a la que alude la vecina de enfrente.

Es más, el informe preliminar de la autopsia sí descarta que la causa de la muerte tuviera un origen traumático, lo que por ahora impide sostener una acusación por un presunto homicidio doloso (intencionado).

El juzgado ha dictado varias medidas para garantizar que el acusado no pueda eludir la acción de la Justicia, tales como la retirada del pasaporte o la prohibición de que pueda salir de la Isla de Tenerife, además de tener que comparecer semanalmente en sede judicial.

“No sé qué pasa en Icod, primero el carnicero y ahora ésto”

“No sé qué pasa aquí últimamente, primero fue el carnicero y ahora ésto”, dijo ayer un hombre que caminaba por la plaza al ser consultado por este periódico si conocía a la víctima y a su pareja. Aunque no son casos comparables, el señor se refería al crimen de Salvador Luis G., un vecino muy querido del municipio conocido por su trabajo como carnicero, que fue asesinado en enero de 2016 por un joven de 21 años que le asestó puñaladas y golpes con diversos objetos hasta causarle la muerte. La nieta de Salvador conoció al joven por internet y con quien se negó a mantener una relación

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