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La honda huella de Anchieta, cuatro siglos después

Más allá de su faceta religiosa, el lagunero destacó como poeta, lingüista, dramaturgo, humanista, naturalista y por su defensa de los derechos de los nativos brasileños
PADRE ANCHIETA
PADRE ANCHIETA
Retrato del sacerdote y misionero conocido como Padre Anchieta, en el Museo Paulista de São Paulo. DA

San José de Anchieta (1534-1597), más conocido como el Padre Anchieta, es, junto con el Hermano Pedro, uno de los dos únicos santos nativos de Canarias y, además, natural de La Laguna. Pero más allá de su faceta religiosa y misionera, desarrollada principalmente en Brasil, el Padre Anchieta fue un hombre multifacético, destacando como poeta, dramaturgo, humanista, lingüista, naturalista, así como por su defensa de los derechos de los nativos brasileños. Anchieta es especialmente conocido y reverenciado en Brasil, donde se le considera uno de los fundadores de Sao Paulo, entre otras ciudades, y se le conoce como el Apóstol de Brasil. Sin embargo, en su tierra canaria natal, más concretamente en Tenerife y La Laguna, no parece que haya logrado el mismo calado.

El pasado domingo 9 de junio se conmemoraron los 422 años desde su fallecimiento, ese mismo día del año 1597, en la aldea de Reritiba, llamada posteriormente Anchieta en su honor.
“Creo que se le sigue dando menor importancia de la que tiene, porque es una figura de dimensión universal”, afirma al respecto Eliseo Izquierdo, cronista oficial de La Laguna y redactor jefe de la revista Anchiétea, de la cátedra cultural “Padre Anchieta” de la Universidad de La Laguna.

“Por lo que sea, durante mucho tiempo ha estado olvidado, quitando la universidad, la propia Iglesia lo ha tenido medio olvidado. Aquí todavía no termina de cuajar la devoción al santo”, apunta por su parte Luis Miguel Melo Dait, integrante de la Junta de la Hermandad de Caballeros del Padre Anchieta, que se fundó en mayo de 1986 para dar culto al santo. “Para mí ha habido dejadez, todos somos un poco culpables del abandono, el Gobierno, la Iglesia, incluso nosotros mismos como hermandad. Intentamos hacer todo lo que podemos pero a veces no llegamos a donde tenemos que llegar”, añade Esteban Afonso, hermano mayor de la institución.

José de Anchieta nació en La Laguna el 19 de marzo de 1534 y fue bautizado en la antigua iglesia de Los Remedios, la actual catedral de La Laguna. En 1584, con 14 años, viaja a la ciudad portuguesa de Coimbra para seguir sus estudios religiosos en el Real Colegio de las Artes. En 1551, Anchieta ingresa en la Compañía de Jesús y solicita ir de misionero a Brasil, aunque padecía de una salud frágil. Finalmente, sus superiores lo envían “a fin de que se aliviara con los aires saludables de aquel remoto país”, según recoge un pequeño libro publicado por la Diócesis en 1997 sobre la vida y obra de este santo.

El 13 de julio de 1553, con tan solo 19 años, llega a Salvador de la Bahía de Todos los Santos y, al poco tiempo, a Piratininga, que más tarde llegaría a ser la populosa Sao Paulo. “Como su deseo era entregarse a los indios por completo, se puso a estudiar su lengua, de la que redactó la primera gramática, que circuló manuscrita hasta que se imprimió en Coimbra en 1595”. Fue un misionero que, además, “no solo anunciaba el evangelio, sino que defendía a los indios echando en cara a los colonos portugueses sus abusos”.

Asimismo, en el plano religioso, diversos autores de biografías “nos cuentan toda una serie de fenómenos sobrenaturales ocurridos durante su actividad misionera”, como el don de la profecía o su dominio sobre las fuerzas de la naturaleza, según recoge el libro. El Padre Anchieta moriría el 9 de junio de 1597.

CANONIZACIÓN

Anchieta fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 22 de junio de 1980 en una ceremonia en la Basílica de San Pedro, y fue canonizado el 3 de abril de 2014 por el Papa Francisco.

“Dentro de la personalidad poliédrica que es Anchieta, porque tiene muchas aristas de gran valor, no fue en realidad nunca un médico ni un botánico ni un sociólogo o arquitecto, pero hizo lo indecible en todos estos campos porque sus propios atributos personales, su capacidad intelectual y sus condiciones para poder hacer frente a los problemas le llevaron a ser reconocido como el fundador de São Paulo”, explica Eliseo Izquierdo. “Y aunque no fue él únicamente el que abordó la tarea de crear allí un poblado indígena -continúa-, él encabezó a ese grupo, sobre todo con sus decisiones prácticas, fue el hombre de intuición, de saber adivinar qué es lo que había que hacer allí y de crear en un lugar concreto, y con unos medios escasísimos, el núcleo primigenio de una gran urbe tan importante como es São Paulo”.

Pero, además, “en la actualidad se le reconoce como un gran naturalista de la cultura brasileña”, indica Luis Miguel Melo, ya que en sus conocidas como Cartas de Anchieta, “que mandaba a su superior en Roma, va escribiendo sobre el mundo natural de Brasil, qué tipo de sociedad había”.

“Sus cartas anticipan en Brasil lo que sería el periodismo, porque él es el informador puntual que envía a Europa todos los acontecimientos que considera que son importantes, no solo por parte de la Compañía de Jesús sino de muchos lectores”, apunta Izquierdo.

Imagen del santo José de Anchieta, en la catedral de La Laguna
Imagen del santo José de Anchieta, en la catedral de La Laguna. Sergio Méndez

DEFENSOR DE LOS NATIVOS

Fue precisamente a través de una de sus cartas, remitida al rey Felipe II, que se revela el papel de Anchieta como “defensor de los derechos de los indígenas”, ya que en la misiva “denuncia ante el rey el trato que estaban recibiendo los nativos brasileños por parte de los conquistadores lusos”, relata el cronista oficial. “Se sabe poner al lado de la población indígena, conocer sus problemas y necesidades y sabe cómo llegar a ellos para que comprendieran por qué estaba allí”, añade Melo. “Se jugó la vida poniéndose incluso en contra de los conquistadores”, apunta Afonso. En este sentido, creó una gramática tupí, la lengua de los nativos, para lograr llegar a ellos, lo que supuso una gran aportación al campo de la lingüística. Pero, además, el Padre Anchieta es considerado “el primer poeta nacido en Canarias”, así como “el padre de la literatura brasileña, el constructor de la personalidad de este gran país”, contando con una importante obra poética, siendo el más conocido uno dedicado a la Virgen María, así como piezas teatrales, “algunas de ellas novísimas para su tiempo pues había hecho obras en la que utilizaba simultáneamente el castellano, el portugués y el lenguaje de los indios tupí”, explica Eliseo Izquierdo.

Aún así, apunta que hoy en día aún hay “una parte muy importante de su obra que es desconocida, por ejemplo, su obra en latín, que ahora mismo está empezando a traducirse a nuestra lengua, y se desconoce totalmente el valor de su obra en tupí”. “Esto genera un desconocimiento porque no se puede valorar aquello que no se conoce plenamente. Y esa es justamente la labor que se vienen haciendo, con el rigor necesario desde la Cátedra de la ULL”, que cada año publica la revista Anchiétea, con las últimas novedades descubiertas y ensayos sobre esta personalidad tan importante.

En esta línea, también desde la Hermandad de Caballeros de Padre Anchieta trabajan por recordar y difundir el valor del santo lagunero, así como para rendirle culto, conmemorando su fallecimiento cada 9 de junio. Pero para lograr una mayor difusión entre la población canaria, desde la hermandad abogan por la creación de un Patronato de Anchieta, bajo el auspicio del Ayuntamiento de La Laguna, que coordine todas las actividades para dar a conocer la vida y obra de un personaje tan fundamental de Canarias.

PIDEN VISIBILIDAD PARA LA ESTATUA DEL SANTO EN LA FUTURA UBICACIÓN QUE SE ESTÁ ESTUDIANDO

La escultura monumental dedicada al Padre Anchieta, actualmente en la rotonda del mismo nombre de entrada a La Laguna, se estudia reubicar en una nueva plaza anexa a la Facultad de Biología, en el marco de la obras que se van a realizar en la rotonda. Desde la Hermandad de Caballeros de Padre Anchieta solicitan que la estatua se sitúe en altura para que no pierda visibilidad en su nueva ubicación.

LA REHABILITACIÓN DE LA CASA DE ANCHIETA YA ESTÁ ADJUDICADA

Tras muchos años de espera, por fin se han adjudicado ya las obras de rehabilitación y adecuación de la Casa del Padre Anchieta, ubicada en el centro de La Laguna, y que albergará el centro de interpretación de la figura de este santo lagunero, quien residió en este inmueble, declarado BIC, desde los dos hasta los 14 años, antes de partir hacia Portugal y Brasil.

Desde la Hermandad de Caballeros de Padre Anchieta celebran que por fin vayan a comenzar los trabajos después de tantos años. “Lo que hace falta es que se termine de una vez y que la casa sea para el santo y no para otras muchas cosas, porque ha sido para todo menos para la figura de San José Anchieta, y que la gente tenga un sitio al que poder ir para informarse y estudiar su figura”, apunta Luis Miguel Melo, integrante de la Junta de la hermandad. Además, la casa albergará también la biblioteca donada por Manuela Marrero, anterior cronista oficial de La Laguna desde 1988 a 2013, y quien quiso que su biblioteca se guardara en este inmueble, añade Esteban Afonso, hermano mayor de la hermandad.

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