La apertura del futuro parque arqueológico en el barranco de Agua de Dios, ubicado en Tegueste y que será el primero de la Isla, ha sufrido un retraso debido a un error que se ha detectado en la declaración de Bien de Interés Cultural (BIC) de este espacio que se publicó en su día en el Boletín Oficial de Canarias (BOC). A mediados del pasado año, la previsión era que que, a lo largo de este 2019, algunas zonas del parque fueran abriéndose ya por fases, según explicó en aquel momento el arqueólogo Javier Soler, codirector del proyecto.
En concreto, el error se ha encontrado en la delimitación del BIC, entre lo que recoge la cartografía y lo que pone en el texto descriptivo de la zona. Un error que hay que subsanar antes de poder seguir con todo el procedimiento administrativo para la apertura del parque arqueológico. “El límite de la cartografía publicada en el BOC es la que es oficial y la que es la buena, pero en el desarrollo de la descripción de la zona, textualmente, se cometieron un par de errores”, señaló Soler.
Declarar de nuevo los límites del BIC
“Pensábamos que este problema se iba a poder resolver de manera más sencilla, que bastaría con subsanar el error en la parte textual y publicando en el BOC una rectificación -añadió el arqueólogo-, pero no, según los gabinetes legales del Gobierno de Canarias, con eso no es suficiente, con lo que hay que declarar de nuevo el límite del BIC”.
Esto se traduce en un importante retraso ya que supone que el Cabildo tenga que realizar de nuevo la declaración BIC de este espacio con el error subsanado, lo que implica que el expediente tendrá que volver a pasar “por todas las fases que impone la legislación para la declaración de un BIC y que, al final, el Gobierno de Canarias lo vuelva a publicar en el BOC”, señala Soler.
El codirector del proyecto apunta que el Cabildo está trabajando en esta nueva declaración del BIC, pero que desde principios de este año “las elecciones lo han parado todo”, y ahora hay que esperar también a la formación de los nuevos gobiernos en Tegueste y en el Cabildo.
A todo esto hay que sumar, además, que “como ya está aprobada la nueva ley de patrimonio cultural, probablemente también vayan a desarrollar otro reglamento especial para las declaraciones de BIC, que afectará” a este proyecto del parque arqueológico, apunta Soler, ya que el arqueólogo supone que también se estará posponiendo esta nueva declaración del BIC a la espera de esa nueva reglamentación.
Mientras tanto, “el parque arqueológico no se puede declarar, aunque prácticamente todos los informes técnicos estén ya finalizados”, apunta Soler, quien destaca que, en base a las previsiones iniciales, “tendría que haberse inaugurado ya hace año y medio, por lo menos”. Un retraso que seguirá aumentando con este nuevo percance, que es complicado de calcular cuanto tardará en resolverse.
Soler puntualizó que se trata de una cuestión legal y destacó el trabajo y la implicación de los técnicos tanto del Cabildo, como del Gobierno y del Ayuntamiento.
Una vez se solvente este problema se podrá continuar con la tramitación y aprobación del plan especial de protección del barranco, que establece las condiciones de su apertura y su gestión, y que, antes de este imprevisto legal, se encontraba en consulta por parte de las diferentes áreas del Cabildo implicadas.
Un enclave aborigen
El barranco de Agua de Dios concentra uno de los enclaves habitacionales y funerarios aborígenes más importantes de Tenerife. Desde el año 2010 se está trabajando en el proyecto para crear el primer parque arqueológico de la Isla en esa zona, junto con un Centro de Interpretación sobre el pasado aborigen de la comarca de Tegueste.
De manera global, en estos momentos se han registrado 61 yacimientos, de los que 43 son cuevas de habitación, 14 sepulcrales, uno como asentamiento en superficie, otro como Lugar de Frecuentación Esporádica y dos como abrigos.
El recorrido del barranco de Agua de Dios se inicia en el entorno de La Arañita, junto al Puente de Palo, justo cuando se unen en un solo cauce los barrancos de Pedro Álvarez y El Caidero, finalizando en la zona denominada El Pozo.
El proyecto no solo pretende divulgar este tesoro arqueológico sino, además, lograr el compromiso de la población en la defensa del patrimonio, a través del conocimiento.
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