Si esto es lo que le espera al CD Tenerife esta temporada, preparen los ansiolíticos. Ganó el equipo de López Garai, pero lo hizo al límite, en un partido que pudo haber sentenciado y en el que acabó pidiendo la hora. Esta vez hubo eficacia ofensiva, pero dos errores graves de Sipcic, unidos al suspense creado por el VAR, hicieron sufrir más de la cuenta al equipo y a la afición.
La misma propuesta, con diferente atractivo. No se pareció mucho el Tenerife de la primera mitad al que tanto gustó en los 45 minutos inciales del duelo de Zaragoza. Cierto es que, al menos, no cometió errores de bulto, pero el cuadro blanquiazul cambió la brillantez por la sobriedad y la efectividad que le faltó en La Romareda.
El Numancia conocía perfectamente lo que se iba a encontrar en la Isla. Su entrenador del año pasado estaba en el banquillo contrario y los automatismos estaban controlados. Así, fueron los sorianos lo que pusieron algo más de peligro mientras el cuadro local dominaba sin profundidad y con problemas para superar las líneas numantinas.
Ortolá fue el jugador blanquiazul más activo en esos primeros compases del partido. El guardameta estuvo presente con el pie, participando en la salida de balón desde atrás y con las manos, deteniendo primero un remate duro de Héctor Hernández y atajando después un tiro lejano de Curro.
El Tenerife respondía inclinando el campo hacia su banda buena, la derecha. Por ahí volvía a entrar Luis Pérez con mayor asiduidad que Suso, que llegaba al centro para arrastrar a su par y dejar carril libre para el lateral andaluz. Mientras, Milla aparecía entre líneas para tratar de buscar alternativas ante la espesura del ataque.
Entonces llegó Malbasic para crear la ocasión más clara de todo el compromiso, hasta ese entonces. El serbio le robó un balón al tinerfeño Carlos Gutiérrez, indeciso en el centro de la zaga soriana. Malbasic encaró y disparó cruzado, con intención, pero su remate se fue por poco cuando no se había cumplido la primera media hora de partido.
Hasta entonces lo más interesante del partido había sido ver cómo se interpretan las nuevas normas aplicadas a la práctica, esas modificaciones que la International Board introduce anualmente para justificar el sueldo de sus miembros… y para darle más pausa a un deporte que pierde ritmo y emoción con tanta duda y tanta espera.
El tedio era tal que el árbitro se olvidó de la pausa para la hidratación. Le vino hasta bien al Tenerife no acudir al cooling break porque el Numancia rompió la junta de su motor. Un error en la marca mixta de un saque de esquina acabó en el espléndido remate de cabeza en plancha de Borja Lasso (minuto 43) justo antes de que se volviera a escuchar el eterno cántico de ¡Concepción Dimisión! y de que se llegara al descanso.
El paso por el vestuario le vino de lujo al Tenerife. Salió con otra marcha, le anularon un gol a Naranjo y Suso convirtió el 2-0 gracias a un penalti cometido por Derik. Era otro partido, con los blanquiazules mordiendo, circulando, acertando o obligando a Carrión a cambiar a dos de sus titulares y variar el esquema.
Le vino bien al Numancia meter a Higinio. El potente atacante empezó a pelear con los centrales locales, a meter miedo. El VAR hizo el resto. Convirtió el posible 3-0 obra de Malbasic en fuera de juego, milimétrico del serbio y la espera de cuatro minutos bajó el ritmo de los locales, anestesió a los de López Garai.
Entonces llegó Sipcic. El central serbio había filtrado un pase de lujo en el gol anulado a Malbasic, y repitió pase, también de lujo, pero para que Higinio superara a un desesperado Ortolá y marcara a portería vacía. El Heliodoro se llevó las manos a la cabeza en un gesto al que ya está acostumbrado. No iba a ser tan fácil sumar los tres primeros puntos. A sufrir.
Quedó tendido en la lona el cuadro local aunque tuvo tres minutos para recuperarse, los tres minutos que tardó el VAR en conceder el tanto visitante. Entró Dani Gómez por un flojo Naranjo y Malbasic se fue a la banda izquierda. El balcánico estaba loco por cerrar la boca de los que criticaron su falta de acierto en Zaragoza y apareció de la nada para hacer el 3-1 en una jugada de aparente poco peligro.
Estaba encarrilado el triunfo. El Tenerife había ganado con el cambio, buscaba sentenciar a la contra, tenía el partido bajo el brazo… hasta que Sipcic la volvió a liar. Curro marcó a puerta vacía en el eterno descuento que desembocó en la primera victoria local.
FICHA TÉCNICA
3. CD Tenerife: Ortolá; Luis Pérez, Sipcic, Alberto, Mazán; Suso Santana (Undabarrena, min. 89), Luis Milla, Aitor Sanz, Borja Lasso (Bermejo, min. 85); Malbasic y Naranjo (Dani Gómez, min. 68).
Entrenador: Aritz López Garai
2. CD Numancia: Dani Barrio; Sola, Derik, Carlos Gutiérrez, Héctor; Kako (Moha, min. 81), Gus Ledes; Curro, Zlatanovic (Alain, min. 55), Marc Mateu; y Guillermo (Higinio, min. 55).
Entrenador: Luis Carrión
Goles: 1-0, min. 42: Borja Lasso. 2-0, min. 50: Suso, de penalti. 2-1, min. 64: Higinio. 3-1, min. 77: Malbasic. 3-2, min. 92: Curro.
Árbitro: Miguel Ángel Ortiz Arias (Comité Madrileño). Amonestó a los jugadores locales Mazán, Borja Lasso y Aitor Sanz.
Incidencias: encuentro correspondiente a la segunda jornada de LaLiga SmartBank, de Segunda división, disputado en Heliodoro Rodríguez López, de Santa Cruz de Tenerife, ante unos 10.550 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria de Ángeles Costa Catalán, madre de Cristian Bustos, técnico asistente, así como también por los aficionados, accionistas y abonados del Club fallecidos la pasada temporada. También los jugadores lucieron en sus camisetas el mensaje “Todos con Gran Canaria – Todos contra el fuego” en solidaridad con la isla grancanaria por los recientes incendios.
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