J. J. Gutiérrez / EFE
Un equipo liderado por la doctora Josefina Cruz Jurado, del Hospital Universitario de Canarias (HUC), está participando en la investigación de varios tratamientos revolucionarios para el cáncer de mama que acercan un poco más la posibilidad de cronificar este tipo de patología. Estos medicamentos han sido fruto de la colaboración investigadora desde hace 35 años.
Junto a otros grupos de investigadores nacionales e internacionales, los doctores Norberto Batista (recientemente jubilado) y Josefina Cruz han trabajado junto a su equipo en diversos estudios y ensayos clínicos de innovadoras moléculas que acercan un poco más la posibilidad de cronificar esta enfermedad, ya que duplican el tiempo que transcurre entre que una paciente es operada hasta que pueda volver a recaer.
Según adelantó la doctora Cruz a DIARIO DE AVISOS, “ya hay tres medicamentos que se pueden utilizar en enfermedad metastásica y están aprobados por las autoridades. Todos aumentan las posibilidades de que las pacientes puedan tener durante más tiempo la enfermedad controlada”. Tres moléculas aprobadas en nuestro país en las que el HUC ha participado en su desarrollo y en los ensayos clínicos: el Palbociclib, el Ribociclib y el Abemaciclib, una investigación netamente española realizada junto a un laboratorio nacional. “Los tres ya están aprobados para tratar la enfermedad avanzada, asociados a un tratamiento hormonal”, afirmó Cruz.
El Abemaciclib se ha convertido en un hito, ya que se trata de la primera molécula con una participación española desde el inicio que logra ser comercializada. Además, según la especialista oncológica del HUC, nos encontramos ante unas simples pastillas capaces de controlar la enfermedad “de una forma nunca vista con anterioridad en las pacientes con tumores hormonales, con muy pocos efectos secundarios y muy bien toleradas”. Este tipo de datos “cambian -dijo- realmente el manejo del cáncer de mama metastásico y abre la puerta a la cronificación del cáncer de mama”.
La consecución del medicamento y su aprobación en Estados Unidos y Europa ha sido posible gracias a la colaboración del centro de I+D de la compañía farmacéutica Lilly junto al trabajo de importantes oncólogos nacionales e internacionales, como el caso de los doctores Batista y Cruz que, con su trabajo, han situado a los especialistas y oncólogos canarios a la vanguardia de la ciencia. Este es el fruto de una labor de investigación preclínica ininterrumpida e iniciada hace ya unos 35 años.
Una vez que saben que se pueden utilizar en la enfermedad metastásica y aumentan las posibilidades de controlar la enfermedad, “ahora la investigación se centra en ver si también pueden conseguir curar a más pacientes, las que tienen la enfermedad localizada, y se administra el tratamiento después de la cirugía, quimioterapia y hormonas, para conseguir que más mujeres se curen de forma completa”, adelantó Josefina Cruz al DIARIO.
“El HUC ha participado en los estudios y ensayos clínicos que se han desarrollado en cada una de las tres moléculas que ya están aprobadas en la enfermedad metastásica. Ahora hemos trabajando para que nuestros pacientes puedan participar en los ensayos clínicos con nuevos fármacos, ya que hay muchas posibilidades de que éstos mejoren su calidad de vida y sean finalmente aprobados con el paso de los años, por lo que es muy positivo que estas mujeres ya estén en tratamiento”.
Además, desde el centro tinerfeño “estamos participando en estos estudios, teniendo un buen perfil con el fármaco que se toleran bien, y vemos que las pacientes pueden sobrellevar el cáncer realizando una vida prácticamente normal, pero los resultados todavía no los podemos demostrar. Tenemos que esperar más tiempo en el seguimiento”.
La especialista oncológica del HUC recordó que “todavía no tenemos los datos definitivos, ya que el cáncer de mama es un tipo de enfermedad hormonal que, aunque parezca que está curado, puede experimentar recaídas a los 5, 10 y, a veces, 15 o 20 años de ser tratado, con lo cual nos queda mucho tiempo de vigilancia después de haber realizado el reclutamiento y los estudios, para ver la evolución de las pacientes que han llevado este fármaco con respecto a las que están con el tratamiento estándar que se está utilizando actualmente”.
Estudio con pacientes de cáncer localizado
Por tanto, la investigación, como se indicó, se está centrando ahora en intentar trasladar en pacientes “que tienen la enfermedad localizada, y añadir al tratamiento quirúrgico, quimioterapia y hormonas, estas pastillas para ver si conseguimos que aumente más el porcentaje de curación”, señaló Cruz Jurado.
Así, el departamento de Oncología del HUC se centrará en la investigación de las enfermedades localizadas. “Todavía en esta indicación no están aprobados, pero la investigación está en curso. En el caso del Palbociclib ya acabó el reclutamiento de pacientes y todavía estamos en período de vigilancia para ver los resultados, mientras que en el uso del Abemaciclib cerramos el reclutamiento de pacientes que tienen la enfermedad localizada hace unos días. También vamos a participar en el estudio del Ribociclib, cuyo plazo de captación de pacientes se abrirá a final de mes”, adelantó la especialista.
Estos tres fármacos consiguen duplicar, de forma similar con algunas diferencias entre ellos, el tiempo en el que la enfermedad progresa de nuevo, “y dos de ellos ya han demostrado que aumentan la supervivencia de las pacientes en enfermedad metafásica, que viven más al añadir esos fármacos en su arsenal terapéutico”, finalizó.