santa cruz

Vecinos de Salamanca denuncian la “degradación” del barrio

Los escándalos de personas ajenas a la zona cada vez son más frecuentes y la falta de presencia policial, según los propios habitantes, hace que aumente la inseguridad
Los vecinos denuncian que la percepción de inseguridad ha ido en aumento en el barrio. / DA

La percepción de inseguridad ha aumentado en el santacrucero barrio de Salamanca. Son muchos los vecinos que muestran su preocupación por la proliferación de personas ajenas al barrio que se apostan en las esquinas para compartir cervezas, comida e incluso, apuntan los vecinos, alguna otra cosa que no ayuda precisamente a la convivencia. El malestar de los vecinos ha ido en aumento ante los escándalos cada vez más frecuentes y la falta de presencia policial que, denuncian, no solo es evidente sino que, además, cuando llaman ni siquiera responden. Los vecinos achacan este aumento de personas ajenas al barrio al dispensario de metadona que se encuentra en el barrio, en la Asociación de Cooperación Juvenil San Miguel. Esta queja de los vecinos es sostenida en el tiempo. Más de 30 años llevan pidiendo que la carga social que soportan con un centro de estas características sea compartida, algo para lo que hasta el momento no han obtenido respuesta. “Nos han prometido mil y una cosa y nunca lo han cumplido. Entendemos que son personas que tienen un problema de salud pero también son muchos los que se quedan dando vueltas por el barrio generando una imagen que no es la mejor”, explican los vecinos.

La situación es tal que, aseguran sus habitantes, el barrio se está convirtiendo en una zona degradada de la ciudad “y no hacen nada”.

Afirman que “mucha gente ya no viene a comprar al barrio precisamente por el ambiente que hay en él, cada vez más degradado”.

Entre las propuestas que apuntan los propios vecinos está la de que se traslade la dispensación de la metadona a la antigua cárcel, en Benito Pérez Armas, una zona en la que entienden que la actividad tendría menos impacto entre los vecinos. En el mandato pasado se llegó a hablar de que hubiera despachos de metadona en distintos barrios y evitar la concentración de personas de fuera, algo que nunca llegó a concretarse, lamentan los vecinos. Muchos están preparando escritos de queja para presentar al Ayuntamiento por lo que consideran un abandono, sobre todo de la Policía Local, que, insisten, poco o ningún caso hacen a sus llamadas.

Consultado el Ayuntamiento sobre si está al tanto del malestar vecinal, el Ayuntamiento respondió que está estudiando la carga social que existe en determinadas zonas del municipio así como la línea de subvenciones que se está llevando a cabo en esas zonas con el fin de determinar si existe algún tipo de alternativas y salvaguardar las reivindicaciones de los vecinos, sin dejar de prestar los servicios que se están dando a algunos colectivos. Desde la oficina del Distrito Centro-Ifara se admite también conocer el malestar pero remiten a Asuntos Sociales sobre lo qué hacer con la ubicación del Centro San Miguel.

El cierre de algunos negocios en estos años ha fomentado la degradación de la zona y la sombra de las drogas y la prostitución en distintos puntos del barrio comienza a ser más que una sensación, afirman. Insisten en más presencia policial porque, aseguran, ayudaría a la dispersión de estas personas y a mejorar la imagen del barrio.

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