la laguna

Adiós a Nala, la primera agente canina de La Laguna

La perra y su guía David Padilla rompieron la barrera para la creación de la Unidad Canina de la Policía Local del municipio, especializada en detección de estupefacientes
David y Nala durante una exhibición. / DA

La Policía Local de La Laguna ha despedido en estos días a Nala, la primera agente canina del cuerpo y la que abrió el camino a la creación de la Unidad Canina. Nala estaba especializada en la detección de sustancias estupefacientes y falleció el pasado lunes, tras más de diez años de servicio, recibiendo múltiples muestras de cariño, así como de apoyo a su guía, David Padilla, quien la encontró cuando apenas tenía un mes de vida, estando de servicio en Tejina.

“La llevamos a Valle Colino, donde estuvo el tiempo legal que ellos establecen para que pueda ser adoptado, y pasado procedí a su adopción y me la llevé a casa, y empecé su adiestramiento, sin saber que iba a trabajar en la Policía Local”, recuerda David, quien había realizado
diversos cursos en esta materia.

Fue en 2008 cuando “le digo a la Administración que tenía una perra ya formada en detección de drogas pero no lo veían de entrada con buenos ojos, pero tanto la unidad de paisano como algún inspector se empiezan a hacer eco de la eficacia del perro y empiezan a utilizarla para servicios esporádicos, suscribiendo yo mismo un seguro de responsabilidad civil, y Nala se pega así trabajando hasta 2016, cuando se creó la Unidad Canina, aunque Nala prácticamente no la pudo disfrutar”, explica.

Nala era muy querida por todos. / DA

David recuerda especialmente cuando, en 2015, le llaman desde la Administración para hacer una prueba a Nala. “Nos fuimos a una plaza donde había menudeo de drogas y siento a mi perra, le hago la rutina de partida y le digo que busque, y la mando en dirección a unos chicos, y ella se va en dirección contraria. Pero la perra sabía lo que hacía, se fue a un jardín y empezó a escarbar y bajo tierra encontró 45 gramos de hachís envueltos. Es a partir de ese momento cuando la visión policial de la Unidad Canina de La Laguna cambió completamente y se crea”.

Sin embargo, al poco tiempo de crearse la unidad, a Nala le da una torsión de estómago y, aunque sobrevive y no le quedan secuelas, “se le jubila -con un acto el día del patrón- y le dimos un descanso bien merecido, y además ya teníamos perros suplentes, que pasan a ser titulares”. Nala siguió con David el resto de su vida, el año pasado se le diagnosticó una cauda equina pero “lo estaba llevando súper bien, la perra hasta corría”. Sin embargo, “hace dos noches la sentí un poco incómoda, se quedó tranquila en su colchón durmiendo, pero cuando la fui a buscar por la mañana no se ponía de pie y me asusté cuando se sentó y le noté la mirada muy perdida, y me di cuenta de que había algo neurológico, pedí sobre la marcha cita y me confirmaron que le había dado un ictus, y no quedó otro remedio que despedirnos de ella”.

“En mi casa es un trauma, y yo no sabía que tenía tanta gente que la quería, de todos lados. Entre todos la despedimos como se merecía”, manifestó con cariño David.

Nala rompió la barrera para la creación de la Unidad Canina, que conforman en la actualidad tres perros: Anker, Laica y Gramo. En su honor, el escudo de la unidad es la silueta de un pastor alemán, copia de una foto real de Nala, “es un homenaje de por vida”, enfatiza David.

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