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David Castro Díaz: “El enfermo perdona que te equivoques, pero jamás que lo abandones”

Ponente en las principales citas urológicas de todo el mundo, ha impartido conferencias y presentado ponencias en más de treinta países y publicado trabajos en las más prestigiosas revistas científicas mundiales
DAVID CASTRO DÍAZ
DAVID CASTRO DÍAZ
David Castro Díaz, secretario general de la International Continence Society y profesor de la Facultad de Medicina de La Laguna. Fran Pallero

El doctor David Castro Díaz ha sido designado hace unos meses secretario general de la International Continence Society (ICS), la prestigiosa organización médica que engloba a especialistas en urología de todo el mundo. El doctor Castro Díaz (Santa Cruz de Tenerife, 1954) es profesor titular de la Universidad de La Laguna y responsable de la Unidad de Urología Funcional y Femenina de la Facultad de Medicina tinerfeña. Pertenece al equipo de trasplantes renales del Hospital Universitario de Canarias (HUC). Su mandato en la ICS es por un trienio y deberá dirigir la organización de los tres próximos congresos mundiales, a celebrar en Las Vegas, Melbourne y Viena.

Ponente en las principales citas urológicas de todo el mundo, ha impartido conferencias y presentado ponencias en más de treinta países y publicado trabajos en las más prestigiosas revistas científicas mundiales. Un viejo amigo de quien esto firma y uno de los científicos con mayor proyección internacional dentro de la Medicina canaria.

-¿Se hace una buena investigación en la Facultad de Medicina de La Laguna?

“Se hace una buena investigación, pero siempre es mejorable”.

-Es decir, no somos de los primeros.

“Contamos con muchos menos medios que el Clínico de Barcelona o que La Paz de Madrid; nosotros hacemos mucha investigación clínica y se publican importantes trabajos en las mejores revistas de aquí y de fuera. Yo diría que estamos en el pelotón de cabeza de las universidades españolas”.

-¿Cómo se mide la calidad de la ciencia?

“Ni más ni menos que por el factor impacto. Es decir, por las citas de los artículos científicos publicados. Nuestro nivel es aceptable”.

-Hay un problema con la Facultad de Medicina y el HUC. La mayoría de sus grandes profesores están a punto de la jubilación. O se han jubilado ya.

“Es cierto. Y no se ve la necesaria renovación. No se encuentra gente, ni aquí ni fuera, que desee quedarse y tomar el testigo de grandes médicos que han pasado o pasarán a la reserva, por decirlo de una manera amable”.

-Está de actualidad la dicotomía entre el diagnóstico puro y el infradiagnóstico. A ver si podemos aclararlo.

“Es que se diagnostican demasiadas cosas. Se crea una enfermedad donde realmente no existe. Mira, un cáncer de próstata lo vamos a tener todos, si vivimos lo suficiente para ello. Lo que pasa es que antes no se detectaba sino en un estadio avanzado y ahora, con el PSA, lo hacemos precozmente. Pero no todo el que sufre un cáncer de próstata va a morir de esa enfermedad, ni mucho menos”.

-¿Ha disminuido la mortalidad con la detección precoz?

“Impedimos que avance, que es lo importante; y actuamos”.

-Tú tienes fama de médico humanista. De cercano con el paciente. Eso no parece muy propio de científicos. Generalmente son estirados.

“Todo lo contrario. Si un médico no logra la empatía con el paciente, no lo cura. Bastante tiene el enfermo con su dolencia para encima soportar a un médico petulante”.

-O sea, que, como en los tiempos del doctor Marañón, un médico cura con su mera presencia.

“Al menos alivia, quita tensión al enfermo y aporta buenas dosis de confianza”.

-¿Se humaniza el médico con los años?

“Por supuesto. Yo quiero ser el primero en enterarme de las complicaciones de mis enfermos. Aprendí una cosa con el doctor Julio de la Rosa: que el enfermo perdona que te equivoques, pero jamás te perdona que lo abandones”.

DAVID CASTRO DÍAZ
David Castro Díaz, secretario general de la International Continence Society y profesor de la Facultad de Medicina de La Laguna. Fran Pallero

-David, se habla mucho de los protocolos. ¿Se trata y se cura un cáncer igual aquí que en cualquier parte del mundo occidental?

“Los protocolos, en Europa, por ejemplo, los protocolos clínicos, se actualizan todos los años y son los mejores del mundo. Y la práctica totalidad de los países se han adherido a estas actualizaciones. Yo creo que estamos en España en muy buenas manos en mi especialidad”.

-Han comenzado los urólogos a tratar a las mujeres, algo que antes hacían los ginecólogos.

“Ahora compartimos la tarea. Efectivamente, los urólogos no se dedicaban específicamente a las mujeres, pero ahora se han creado unidades especializadas y se comparte tarea con los ginecólogos”.

-¿Los laboratorios siguen siendo claves en la actualización de los profesionales? Me refiero a la hora de costearla.

“Los profesionales de la sanidad pública española están muy mal pagados. Y esto es algo que no ocurre en otros países, sino todo lo contrario. Por eso, en España necesitamos el auxilio de los laboratorios, sobre todo, a la hora de asistir a congresos nacionales e internacionales, algo impensable en los países más avanzados”.

-¿Qué ha significado la laparoscopia en las intervenciones quirúrgicas?

“Un avance espectacular. Cuando se empezó a intervenir con laparoscopia bajó la morbilidad. Luego, el Da Vinci y sus actualizaciones, un sistema robotizado que se utiliza en los principales hospitales canarios, ha sido importantísimo para las intervenciones quirúrgicas relacionadas con varias especialidades, entre ellas, la urología. El médico opera desde una consola, la cirugía es poco o nada cruenta, mínimamente invasiva”.

-Aquí tenemos un verdadero especialista en cirugía mínimamente invasiva, el profesor Maynar. En el sector privado –Hospiten— y en la Universidad de Las Palmas.

“Que ha realizado grandes progresos en ella desde hace muchos años y que ha formado a alumnos de todo el mundo a través de su fundación. Ha creado un excelente equipo de profesionales”.

-¿Es verdad eso que dicen que todo el mundo está enfermo? ¿Que si te buscan te encuentran?

“No todo el mundo está enfermo. Ahí es a donde voy con el diagnóstico y el infradiagnóstico. Hombre, es verdad que si buscamos probablemente encontremos, porque la enfermedad está presente en el ser humano. Pero también la salud. ¿Hasta dónde tendremos que diagnosticar? Es ahí donde debemos buscar la frontera para pararnos y para no seguir”.

-Tú estudiaste en Inglaterra y en Minneapolis (USA). ¿Cómo ha cambiado en el tiempo la urología? ¿Y cuánto?

“Mucho, te lo responderé con un ejemplo. Antes, con un PSA elevado y un tacto rectal normal, lo más probable es que te practicaran una biopsia. Ahora, no. Ahora se realiza una resonancia y, en su caso, sólo se biopsia la zona sospechosa de lesión. Es mucho menos cruento, con menor sufrimiento para el paciente. El cáncer prostático, que, generalmente, tiene una evolución muy lenta, hoy en día no sólo se detecta con un tacto rectal, sino que se acude a la técnica para que ésta dé pistas y entonces actuamos sobre la zona susceptible de ser atacada”.

-Es impresionante, David, cómo la mujer ha accedido a los estudios de Medicina. Antiguamente eran la excepción. Hoy son mayoría.

“El 70% de los estudiantes de Medicina son hoy mujeres, con una vocación y una dedicación muy evidentes”.

-¿Estamos los hombres obsesionados con la próstata?

“Absolutamente”.

-Será porque mata.

“Mata en una proporción muy inferior a lo que pensamos”.

-¿Y cómo se las arreglan ustedes para identificar el tumor que va a matar y el que no?

“Existe el índice de Gleason, que es un sistema de puntuación que determina si el cáncer va a avanzar y a diseminarse o no. Hasta un grado 6, que se considera de bajo riesgo, se podría vigilar y tratarlo según la evolución. Un grado 7, que es de riesgo intermedio, se trata con intención curativa. Y los grados 8 hasta el 10 tienen un índice alto de malignidad, y se hace preciso tratarlos con todas las herramientas que tenemos”.

-Es decir, que hay tumores que se dejan estar, como diría un profano como yo.

“En muchos hospitales, los pacientes con ciertos grados en el sistema de puntuación de Gleason sólo se someten a observación, porque hasta se duda de que realmente sufran un cáncer de próstata. Hace poco tiempo estuvo impartiendo una conferencia en el HUC el profesor finlandés Kari Tikkinin, un especialista en este tipo de tumores y nos contó los últimos avances en el diagnóstico y en su tratamiento, precisamente bajo el paraguas de qué hacer con los pacientes incluidos en los distintos estadios de la puntuación de Gleason”.

-¿No te cansa estar tanto tiempo fuera, metido tan de lleno en congresos de urología?

“Todo lo contrario. Si te quieres mantener al día, la mejor forma es asistir a las reuniones científicas. La medicina es cambiante, no digamos los tratamientos. En los congresos se exponen los últimos avances”.

-Tiene que ser agotador.

“Agotador y complicado para la familia. Afortunadamente, mis hijos ya son mayores y tienen sus profesiones; y tengo una mujer (Pino Gaviño de Franchy) que entiende mi profesión y que me ha apoyado siempre. Ahora ella me acompaña a algunos viajes a congresos y conferencias porque van pasando los años y la compañía se agradece muchísimo. Me considero una persona afortunada en el tema familiar”.

(Le queda una ardua tarea como secretario general de la ICS. El profesor David Castro es una autoridad en su especialidad médica y un enamorado de las nuevas tecnologías. A su edad tiene mucho campo de actuación por delante en la investigación y en la docencia. Se resiente su consulta privada “que no atiendo como debiera porque no tengo tiempo material, pero busco tiempo donde sea”. Gente como él prestigia la medicina que se hace en las Islas).

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