Durante muchos años, y afortunadamente también hoy, la Navidad es momento de encuentro que se sustenta en el ansia que nos lleva despertar, de manera mayoritaria, la propuesta asumida de ser tiempo de acogida y de esperanza. Haya rasgos diferenciales que se han acrisolado en Canarias dentro de este espacio que en el calendario abarca un triduo de fechas, que si bien comienza esta noche, la Nochebuena, culminando el tiempo de Adviento o de espera, se prolonga en el tránsito hacia el año nuevo y se cierra con la llegada de los Reyes Magos.
Durante todo un mes, las islas no han escatimado reclamos, anuncios que se han ido popularizando en el tránsito navideño, como los encendidos de luces, el especial ajardinado de las calles y plazas con el dominio de las poinssetias, los concursos e inauguraciones de belenes, los certámenes de corales y encuentros de grupos con el cancionero navideño, que se han consolidado como citas de matiz diferencial, los recitales y conciertos de música clásica, entre los que no falta la interpretación de El Mesías de Händel y, este año, coincidiendo con el bicentenario de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna, el magnífico concierto que la OST hizo en la Catedral del Weihnachtsoratorium, el célebre Oratorio de Juan Sebastian Bach. Todo ha ido abriendo el camino hacia la gran noche de hoy, la Nochebuena.
Al socaire de los hogares, en el normal deambular por las calles, hoy resulta tan grato como inevitable captar la multitud de aromas que se desprende en el aire. Son el mejor reclamo y anuncio que denota el rasgo diferencial de nuestra gastronomía. Surge tras varios días de ajetreo comercial en el que los mercados han registrado el tradicional encuentro de los consumidores, en busca de los productos que consideramos imprescindibles para elaborar los menús, recetas y que al paso de los años siguen despertando mayores apetencias pese a disponer hoy de una oferta ilimitada y contar con multitud de recursos. Entre los que gozan de mayor demanda están las papas antiguas, los boniatos o batatas, vinos, quesos, carnes de cabrito o baifo, de conejo, la pescadería con la sama o el cherne…
No escasearan los cantos que se vienen entregando desde hace días y a pulmón libre con la generosidad de los grupos por las calles y plazas, en recitales y certámenes. Destacan por su arraigo los que, durante los ocho días previos al de hoy, se han venido ofreciendo en Santa Cruz de La Palma, con los grupos parroquiales que y en otros municipios de esa Isla, siguiendo la tradición de anunciar las misas tempranas de la luz. En Güímar se conserva por igual esa expresión de añeja solvencia, si bien la han ido adaptando a las costumbres del presente, extendiéndola por las iglesias de los barrios y pueblos del municipio obviando los fines de semana.
Esta noche, en la Misa del Gallo, que se celebra a las 12 de la noche, salvando adaptaciones que se hacen atendiendo a realidades especiales como es el caso del Asilo de Ancianos de Santa Cruz de Tenerife, que lo celebra a las seis de esta tarde, se interpretarán los cantos propios del momento y en algunos lugares se bailará el niño, como es en La Matanza, Ravelo o La Punta del Hidalgo, Taganana o Tejina, contando para ello con su tradicional tanda. No faltará la interpretación de Lo Divino, el villancico canario por excelencia, composición musical y poética del teguestero Fermín Cedrés Hernández (1844-1927), que supo incluir la cuarteta del cordobés Antonio Fernández Grilo, como ha recordado la investigadora María Victoria Hernández.
En La Gomera, el próximo viernes, se celebra el II Encuentro de Años Nuevos, en el que se rendirá homenaje al folclorista José Hernández Almenara, natural de Hermigua. Los Años Nuevos, genuina manifestación de los ranchos de tocadores, siguen recorriendo la Isla en la noche de despedida del año, siendo una de más sobresalientes manifestaciones del folclore musical de las Islas, como ha destacado el profesor Manuel Lorenzo Perera, que en calidad de director del Grupo Folclórico de la Facultad de Educación de la ULL, presentó, el pasado viernes, el XXXIII Recital Folclórico de la Navidad, interpretando entre otros temas las coplas de años nuevos corridas de El Estanquillo y solicitando a su paso de todos “atención a las personas más íntimas, a las fallecidas recientemente: informantes, componentes del grupo, que nos animan a que todos cantemos marchando por el camino del retorno al Planeta Verde y a la amabilidad plenamente compartida”.
El profesor e investigador Francisco Navarro Artiles destaca el gran legado que, enmarcado en la tradición dramática, se desarrolló en Canarias durante el ciclo de la Navidad y que considera debe figurar en un lugar preferente en el acervo patrimonial, junto a las del Misterio de Elche y Cantos de la Sibila del levante español. Los textos de partida del Gaspar Fernández y Ávila, dados a conocer con el título La infancia de Jesucristo. Poema dramático dividido en diez coloquios, desarrollan en Canarias configurando los autos sacramentales en versiones adquieren matices diferenciales al situarse en La Antigua, Garafía, Tegueste, Taganana, Gáldar, entre otros.
La tradición avanza e incorpora otros ritos, asumiendo modas que el tiempo se encargará de otorgarle o no el valor de la tradición. En Santa Cruz de Tenerife viviremos mañana el gran concierto de Navidad de la Orquesta Sinfónica en el Recinto Portuario y el día 1 abundará las visitas a las churrerías y la demanda del socorrido chocolate.