cumbre del clima

Las emisiones de CO2 crecerán el 0,6% en 2019 debido al petróleo y al gas

El informe anual de Global Carbon Project tira por la borda cualquier previsión optimista sobre la reducción de emisión de dióxido de carbono, aunque confirma la ralentización del consumo de carbón
Ribera anunció que el Gobierno tiene la intención de recuperar el anteproyecto de Ley de Cambio Climático. EP
Ribera anunció que el Gobierno tiene la intención de recuperar el anteproyecto de Ley de Cambio Climático. EP
Ribera anunció que el Gobierno tiene la intención de recuperar el anteproyecto de Ley de Cambio Climático. EP

Por Laura Afonso

El informe que cada año presenta Global Carbon Project (GCP), que mide las emisiones de CO2 del mundo, lo deja claro: en 2019 estos gases crecerán un 0,6% debido al aumento en el uso de petróleo y gas natural. Esto coloca aún más lejos si cabe la posibilidad de que los países puedan cumplir con el límite establecido en el Acuerdo de París de 1,5 grados de calentamiento.

Este estudio, realizado por 76 investigadores de 58 organizaciones distintas de 13 países, manifiesta la necesidad de ejecutar muchas políticas para alcanzar esos compromisos climáticos. Glen Peters, director del centro de investigación Cicero en Oslo, y en representación de la organización científica Global Carbon Project, explicó que las emisiones de CO2 relacionadas con el uso del gas natural aumentarán sobre un 2,6%, siendo este el combustible fósil que más crece. El petróleo se queda con un 0,9% de crecimiento debido, sobre todo, a su refinamiento destinado a los motores diésel y de gasolina. Por último, cae el carbón un 0,9%, según las estimaciones de este informe, que también recoge un aumento del CO2 expulsado a la atmósfera por los masivos incendios forestales.

Por sectores, el que más emite es el eléctrico, aunque sorprende a estos investigadores el aumento que genera el transporte, pues “se ha disparado”. Según los países, China lidera este ranking en términos absolutos, aunque en los últimos años ha disfrutado de un ligero estancamiento, al igual que países como la India. Estados Unidos, por contra, sigue en su ya habitual crecimiento.

La ministra en funciones de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha expresado, en la Cumbre del Clima de Madrid, la intención del Gobierno de recuperar el anteproyecto de Ley de Cambio climático y obligar a todas las ciudades españolas, con más de 50.000 habitantes, a tener su propio plan de calidad del aire.

Ribera visitó ayer buena parte de las instalaciones de Ifema, donde se desarrolla este acto, empezando por la denominada Zona Verde, en la que ha compartido experiencias con ONG, voluntarios o pueblos indígenas de diversas partes del mundo.

La ministra en funciones ha afirmado que la situación en general de las ciudades españolas no es comparable a la de otras urbes del mundo, pero ha recordado que hay varias localidades donde se repiten periódicamente episodios de contaminación y de mala calidad del aire. Ribera ha hablado sobre esto en su recorrido por una curiosa obra del artista británico Michael Pinsky, llamada Pollution Pods (Burbujas de Contaminación), que simulan los niveles de polución de varias ciudades del planeta. Ribera, tras esto, ha insistido en que hay que cumplir las obligaciones a las que se ha comprometido España.

Teresa Ribera ha recordado que la Unión Europea (UE) tiene claramente reguladas cuáles son las condiciones de calidad del aire que se deben respirar en cualquier punto de Europa, y que en ese control para mantener los niveles es fundamental la implicación de los ayuntamientos. Y a este respecto, quiso responder a las recientes manifestaciones del alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, sobre Madrid Central, diciendo que lo que el regidor diga sobre la denominada agenda verde, el libreto ambiental o de calidad del aire, será positivo. “Es bueno que todo el mundo entienda que forma parte de los elementos prioritarios de cualquier responsable de una agenda pública.

‘Pollution Pods’ o cómo respirar la polución de Londres, Pekín o Nueva Delhi en un solo recinto

Uno de los espacios más visitados estos días en la COP25 es una peculiar exposición, denominada Pollution Pods (Burbujas de Contaminación), del artista británico Michael Pinsky. En ella, el visitante se adentra en cinco grandes iglúes interconectados, en el que se representa, en cada uno, una ciudad y su calidad del aire, reflejados a través de pantallas. Así, podemos adentrarnos en el limpio aire de una ciudad noruega, o bien sentir el agobio propio de las calles de Pekín con altas temperaturas. Desde la muestra advierten a la entrada que se trata de un simulacro recreado a través de los olores, con lo que no supone ningún riesgo para el visitante.

Pollution Pods busca crear con esta experiencia sensitiva una conciencia climática para todas aquellas ciudades donde la tasa de contaminación es elevada. La obra recrea un laboratorio del que emanan aromas o perfumes que emulan las partículas de dióxido de nitrógeno, azufre y monóxido de carbono, y todas ellas son las principales contaminantes del aire.

Juventud por el Clima

Los jóvenes tomaron ayer la palabra en la Zona Azul de la COP25. Activistas del movimiento Juventud por el Clima han expresado sus preocupaciones. La principal, pedir a las naciones desarrolladas “justicia climática ambiental” de forma urgente. En una rueda de prensa celebrada gracias a que Climate Action Network cedió su tiempo a esta organización juvenil, representantes de cada uno de los continentes expusieron su malestar ante la inacción de los países por una situación medioambiental dramática.

Joel Peña, joven mapuche de Chile, reconoció la lucha de los indígenas en su país por “tratar de dignificar la vida humana cada día”. Peña advierte de que el movimiento emprendido por las nuevas generaciones no va a parar. “Reclamamos a todos los líderes que no nos enfrenten porque la crisis climática está aquí y es tiempo de actuar”.

El representante europeo en la mesa, también afeó a los dirigentes que ignoren la emergencia climática, porque si no toman decisiones en línea a las advertencias y estudios científicos, el sistema “colapsará”. Ha llegado a decir que no solo es injusto, sino que es criminal lo que hacen los mandatarios, para añadir que los países ricos deben cambiar las reglas para lograr limitar el calentamiento global a 1,5 grados. Advertencias similares pudimos escuchar en los turnos de palabra de chicos de Corea del Sur, Tasmania o Nigeria.

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