El Sistema de Salud español atraviesa por un grave deterioro del equipamiento hospitalario, con niveles de obsolescencia que, en algunas modalidades tecnológicas, la sitúan en los últimos lugares de la Unión Europea, según un informe de la Federación de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), que destaca que más de la mitad de los equipos de quirófanos y cuidados críticos están obsoletos.
En Canarias, el 59% de sus equipos cuentan con más de cinco años de antigüedad -entre los cuales el 28% de los aparatos podrían considerarse desfasados, al tener más de diez años, y el 31% tiene una antigüedad de entre cinco a diez años-. Las Islas ocupan el quinto lugar nacional, con el 41% de su equipamiento con menos de cinco años de uso, y extrapolando sus datos a los 24 países europeos, ocuparía el puesto 18.
El informe, a diciembre de 2018, estudió 13 familias tecnológicas sanitarias utilizadas en los diferentes hospitales públicos y privados de España y la tendencia es preocupante. La elevada obsolescencia es consecuencia de la falta de inversión de las Comunidades en los años de crisis económica y la contención del gasto público. Además de su edad, en un elevado porcentaje falla el mantenimiento preventivo, que oscila entre el 20% y el 60% en función de las familias.
Tras el avance en las tecnologías de imagen y tratamiento médico debido a las donaciones de la Fundación Amancio Ortega, son las áreas quirúrgicas y de cuidados de pacientes críticos las que muestran un deterioro relevante, donde más del 50% de los equipos cuentan con más de diez años de antigüedad.
En cuanto a las diferencias de las 13 familias analizadas, Castilla-La Mancha es la comunidad en la que más tecnologías presentan la tasa más alta de obsolescencia: tomografía computarizada, equipos de soporte vital, tecnología de radiología convencional, ecografías y tomografías por emisión de positrones.
Le sigue en la lista Extremadura, que presenta el porcentaje más alto de obsolescencia en cuatro: terapias de calor neonatales, sistemas de intervencionismo hemodinámico y endovascular, y los aceleradores lineales de partículas. Ambas empatan en ecógrafos.
Por contra, las comunidades mejor posicionadas son Asturias y Baleares. La primera tiene el porcentaje más bajo de equipos obsoletos en cinco tipos: tomografía computarizada, sistemas de intervención, aceleradores lineales de partículas, terapias de calor y sistemas digitales de inyección de contraste. Por su parte, Baleares lidera la innovación en equipos de monitorización, soporte vital, ecografías y aceleradores de partículas.
Por su parte, Canarias cuenta con los aparatos de resonancia magnética más modernos, con el 56% de los mismos por debajo de los cinco años, mientras que solo el 30% tiene más de diez. Asimismo, el 42% de los aceleradores lineales de partículas de las Islas tienen menos de cinco años y el resto de cinco a diez años de antigüedad. Además, es la segunda región con menos obsolescencia en los aparatos de terapias de calor neonatales: el 17% tiene menos de cinco años y el 52% entre cinco y 15 años.
También destaca la juventud de los aparatos de tomografía, ya que el 41% tiene menos de cinco años de uso, mientras el 31% está entre los cinco y diez años. En los sistemas de intervencionismo (angiografía vascular y salas de hemodinámica), el 78% de los equipos tienen menos de 10 años (con una tasa equilibrada entre menos de cinco, y de cinco a diez anualidades). Por su parte, el 71% de los ecógrafos tienen menos de diez años de antigüedad, la mitad de las endoscopias cuenta con menos de cinco años de uso y el 24% supera los diez.
hay que mejorar
En el otro lado de la balanza, Canarias lidera la obsolescencia tecnológica en la monitorización de pacientes críticos, siguiendo la tónica nacional, con el 63% de aparatos con más de diez años, y solo el 17% con menos de un lustro de uso. En tomografía de emisión de positrones (PET) está a la cola, con un 67% de equipos con más de diez años, y solo el 33% de esta técnica de imágenes con menos de cinco años de antigüedad. Por su parte, en radiología convencional, el 52% de los equipos tienen más de diez años y el 34% menos de cinco. Por su parte, el 49% de las mamografías tienen más de diez años y solo el 26% menos de un lustro de uso. En cuanto a los equipos de soporte vital (respiradores de cuidados críticos e intensivos y sus equipos de anestesia), el 53% tiene entre cinco y 15 años de uso y el 29% más de 15 años. Por último, en sistemas digitales de inyección de contraste (Sdic), el 49% de los equipos tienen más de diez años.
17,17 millones de euros en aparatos de vanguardia contra el cáncer
Hay que destacar que, gracias a las donaciones de la Fundación Amancio Ortega, con 320 millones de euros, y a las iniciativas de algunas regiones, las tecnologías de imagen para el diagnóstico y tratamiento médico (los aceleradores lineales y mamógrafos) han experimentado un avance significativo.
En el ámbito de la oncología radioterápica, esta donación supuso casi el 70% del total de la donación, con la incorporación de 99 equipos, de los cuales, la mayoría han supuesto la renovación del equipamiento con más de 10 años de antigüedad.
En el caso de Canarias, con los 17,17 millones de euros de la donación se adquirieron tres aceleradores lineales, cinco mamógrafos digitales, dos aparatos de radioterapia superficial, dos sistemas de resonancia magnética, tres gammacámaras, un equipo Spect (tomografía computerizada de emisión monofotónica), tres TAC (tomografía axial computerizada) y tres dispositivos de braquiterapia.
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