alerta por los nuevos casos de coronavirus en canarias

Día de expansión del Covid-19 por toda España

Se han detectado cuatro casos positivos en Tenerife, uno en Cataluña y otros dos en Madrid y Valencia; los expertos piden tranquilidad
La mujer del médico italiano que dio positivo de coronavirus el pasado lunes se encuentra con su marido, aislada en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. DA
La mujer del médico italiano que dio positivo de coronavirus el pasado lunes se encuentra con su marido, aislada en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. DA
La mujer del médico italiano que dio positivo de coronavirus el pasado lunes se encuentra con su marido, aislada en el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria. DA

Hacía poco tiempo que el Sol se había escondido en el horizonte. En Adeje, uno de los municipios turísticos por excelencia de la Isla, se encontraban miles de turistas alojados, buscando disfrutar de las infinitas playas y de la buena climatología, que últimamente no está mostrando su mejor cara a los que nos visitan. Sobre las 22.00 horas, el descanso de algunos y el trabajo de otros se veía perturbado por un hecho que ha provocado el temor de más de un millar de personas: el tercer caso de coronavirus en España.

La noticia se producía en una jornada casi apocalíptica y pocas veces vista en Canarias, donde una densa calima intoxicaba el ambiente, impedía a los vuelos despegar y se cebaba con mayores, niños y personas con afecciones respiratorias; la misma en la que soplaban unos fuertes vientos que hacían volar sillas y mesas, reventaban cristales y no daban tregua a los fuegos declarados en seis municipios tinerfeños, ni en Gran Canaria, que veía de nuevo el poder de las llamas en estado puro.

El foco informativo de este lunes, en un principio, estaba puesto en el Carnaval: entre otras, en la cita anual con la Negra Tomasa en Los Indianos de La Palma. Fue al anochecer cuando, entre decepciones de pasajeros que se quedaron en tierra y otros que ansiaban regresar a casa en alguno de los vuelos fletados con carácter extraordinario por las cancelaciones producidas el fin de semana ante las inclemencias del tiempo, la Consejería de Sanidad del Gobierno regional daba el anuncio de otro nuevo infectado.

Un matrimonio de sexagenarios italiano, que miraban desde lejos el alarmismo y la preocupación que se vive en su país de origen por el también conocido como Covid-19, que ha llegado a desencadenar la cancelación del carnaval veneciano entre otras medidas nada halagüeñas, se hospedaba en el hotel H10 Costa Adeje Palace. El hombre, acudía en la tarde del pasado lunes a una clínica privada en el Sur porque comenzó a sentirse indispuesto. No eran síntomas que, aparentemente, revistieran gravedad, y en consecuencia, los médicos del citado centro médico no le prestaron, en principio, demasiada atención.

Con posterioridad, el varón se desplazó al Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, siguiendo recomendaciones de los facultativos que le atendieron en el centro privado, y que sospechaban que su cuadro clínico podía coincidir con el del coronavirus que está desatando una verdadera psicosis colectiva en un importante número de lugares del planeta. Allí le hicieron un análisis de sangre, en cumplimiento de la normativa aplicable; del protocolo establecido. Y, para sorpresa de todos los presentes en aquel momento, dio positivo, sumándose así a la lista de infectados en el territorio nacional y, sobre todo, archipielágico.

El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, fue la primera autoridad que hizo alusión al hecho por medio de su cuenta de Twitter. Los protocolos ya estaban activados, y, tal como adelantó DIARIO DE AVISOS, se procedía a aislar a casi un millar de personas que compartían alojamiento con el afectado.

Más de 720 eran huéspedes (de distintas nacionalidades) y otro centenar empleados del complejo hotelero. Desde las primeras horas, los sanitarios pusieron la lupa sobre los 37 italianos que se hospedaban allí. Luego, apareció el grupo de los 10, sus más allegados; los que lo conocían, los que habían pasado horas con el infectado y tuvieron contacto directo con él; potenciales portadores de la enfermedad.

Ayer por la tarde, el mapa del coronavirus en España no paró de crecer. La patología se estrenó en la Península, con un primer caso en Cataluña, una mujer que había pasado algunos días en el norte de Italia. Más tarde, Canarias sumaba otro positivo con la mujer del portador del patógeno en Adeje, también aislada en La Candelaria. Luego, la Generalitat Valenciana daba a conocer que en la localidad de Vila-Real, en Castellón, un hombre que viajó a Milán también estaba enfermo. Y en la capital del Reino, en Madrid, también se conocía el que parecía el último caso de la jornada: una joven de 24 años que, de nuevo, se dio un salto por el país de la pasta, las pizzas y la lasaña.

Sin embargo, lejos de dar una tregua para, al menos, digerir la información, en torno a las once de la noche, fuentes cercanas al dispositivo indicaban al DIARIO que dos italianos del Hotel H10 Costa Adeje Palace habían dado positivo en las pruebas que se realizaron, de forma masiva, a todos los turistas que tenían síntomas compatibles con la “potencial pandemia”, como ha dicho la Organización Mundial de la Salud, y que permanecían aislados en el recinto desde hacía unas 24 horas.

Ya en la tarde de ayer, este periódico sacaba a la luz, en exclusiva, fotos del interior del complejo y la cuarentena a la que estaban sometidos no solo quienes permanecían de vacaciones, sino también los trabajadores de la empresa. Así, viajeros de lugares muy variopintos del mundo y kellys, camareros, cocineros, personal de recepción, pasaban a quedar confinados por tiempo indeterminado, hasta conocer el alcalce de la infección. Desde el Ejecutivo canario aseguran que se están haciendo pruebas a todas las personas del interior, a fin de corroborar que no padecen el mal originado en Wuhan, una ciudad china de más de 11 millones de habitantes.

Un turista alemán que se encontraba en Hermigua (La Gomera) fue el primero en estrenar la aterradora cuenta en España, a la que se incorporó, tiempo después, un británico que contrajo el virus tras esquiar en los Alpes franceses; algunos miembros del grupo con el que estuvo dieron positivo y quiso verificar si él también podía estar portando la enfermedad, cosa que ocurrió. A pesar de declararse el tercer caso, una vez más, en territorio insular, concretamente, el ciudadano italiano, médico de profesión, el Covid-19 ha traspasado la frontera marítima para emplazarse en la Península, y, además, en tres comunidades autónomas.

Aún así, los expertos piden calma. Es cierto que balances como el que hace Italia, con una decena de fallecidos, parecen no ser del todo alentadores. Tampoco que países con sistemas sanitarios frágiles, como Irán, cuyo viceministro de Sanidad ha contraído el coronavirus, estén padeciendo esta enfermedad con un número cada vez más elevado de afectados. Pero los encargados de estudiar los patógenos desde hace años instan a las administraciones a no tomar decisiones en base a las alarmas creadas de entre la ciudadanía; y a los ciudadanos, a acudir a las fuentes oficiales para no caer en bulos como los que circulan estos días en la red.

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