
La consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias, María José Guerra, expresó ayer, en la Conferencia Sectorial, su apoyo al objetivo del Ministerio de Educación y Formación Profesional de que ningún alumno y alumna de las Islas pierda el curso a causa de la situación provocada por el Covid-19. En el encuentro, presidido por la ministra Isabel Celaá, se aprobaron varias medidas dirigidas a que “todo el alumnado pueda culminar el curso escolar más allá de las limitaciones que esta crisis nos está imponiendo. Para eso, hay que lograr que el alumnado mantenga sus hábitos de estudio y que docentes y familias no se sientan desbordados”.
En cuanto a la prueba de Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU), Guerra aclaró que las fechas propuestas para su realización (el 22 de junio y el 10 de julio en convocatoria ordinaria, y antes del 10 de septiembre en la extraordinaria) dependerán de la evolución de la pandemia. Las calificaciones se publicarán antes del 17 de julio y del 18 de septiembre, respectivamente. La asignación definitiva de plazas no se realizará antes del 25 de septiembre.
En lo que respecta a los contenidos de las pruebas, María José Guerra destacó “que el objetivo a alcanzar es el ansiado equilibrio entre el respeto a lo trabajado por el profesorado y el alumnado durante dos trimestres, y las consecuencias de esta situación que impide al alumnado las mejores condiciones”.
El curso en todas las enseñanzas (Educación Primaria, Secundaria y Bachillerato), a nivel de programación, se ha cerrado satisfactoriamente hasta la segunda evaluación, y la tercera no será decisiva en la evaluación, ni se examinará al alumnado de contenido que no hayan trabajado. En F.P. se seguirán los mismos criterios. “Nadie se quedará atrás ni perderá el curso. Las dificultades se centran en la Formación en Centros de Trabajo, la Dual y las Pruebas de Acceso por su carácter práctico. En estos casos, se flexibilizarán para que terminen el curso, ajustando las fechas para su celebración”.
Alumnos vulnerables
Para proteger a los alumnos más vulnerables y romper la brecha digital, la Consejería realizará un diagnóstico con el objetivo de determinar cuántos menores no disponen de conexión telemática, bien por no tener equipo, dispositivo o acceso a Internet.
Justamente incidió en este asunto Gerardo Rodríguez (STEC-IC): “Nuestra preocupación está en los 300.000 alumnos que antes tenían clases presenciales y ahora tienen que hacerlo desde sus casas. Hay una brecha digital que hace que muchos alumnos no tengan ordenador, wifi o un entorno adecuado, ya que los padres no tienen competencias culturales y digitales para que los puedan ayudar, sobre todo en edades tempranas. Instamos a que se ocupen de esos alumnos y les ayuden, quizás a través de los Servicios Sociales de los ayuntamientos. Al no tener clases presenciales pierden el hilo del aprendizaje. No pueden quedarse rezagados”.
Pedro Crespo (ANPE) afirmó que “sería invidable continuar el curso de manera online, no se puede desarrollar el currículum y la programación. No todos los docentes o centros ni pueden ni tienen la capacidad para trabajar en este entorno, la mayoría trabajan con correo electrónico”.