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“Fuente Nueva lleva confinada toda una vida sin agua y sin luz”

Yoli García, presidenta de la Asociación de agricultores del pequeño caserío en los altos de Arico, reconoce que “para los 15 vecinos que somos ahora, estar aislados no es novedad”
El canal del Sur pasa por Fuente Nueva, pero no dispone de agua potable / NORCHI

“A nosotros, en Fuente Nueva, no nos coge de sorpresa eso de quedarse confinados en casa, porque llevamos años confinados sin carretera, sin agua y sin luz”, afirma Yoli García, presidenta de la Asociación de agricultores del pequeño caserío a mil metros de altitud, casi en el linde entre Arico y Fasnia, muy cerca de la corona forestal.

Yoli, su marido y una niña de 15 años, viven a caballo entre Fuente Nueva y Fasnia, y no se muestran preocupados por el estado de alerta decretado por el Gobierno español a causa de la pandemia del coronavirus, de no ser porque “igual ahora no podemos ir al supermercado y comprar toda el agua embotellada que necesitamos para hacer de comer, lavar la verdura o beber”, indica Yoli, que también lamenta que “mi hija no lleva bien esto de estar en Fuente Nueva, porque aquí no tenemos Internet, el teletrabajo es imposible”, comenta.

Fuente Nueva, pese a las repetidas promesas de los diferentes alcaldes y alcaldesas de Arico, sigue sin tener un acceso digno, “pese a que el Cabildo ya tiene el proyecto de la pista, pendiente de que Arico lo certifique”, ni tampoco ha llegado la luz y el agua potable también prometidas. “La electrificación se aprobó en Pleno, pero todavía no sabemos cuando la van a instalar. Cuando nos visitó el nuevo alcalde hace dos meses nos dijo que el agua no era problema, teniendo el terreno y el canal del Sur al lado para poner un depósito, pero lo mismo, seguimos esperando. Vendría bien para no tener que ir a Fasnia a comprar garrafas y garrafas de agua casi a diario”, recuerda la vecina que mantiene vivo el espíritu de un pequeño caserío que pretende volver a ser una despensa para Arico y Fasnia.

Al menos la buena noticia es que Fuente Nueva ya no tiene habitantes que se cuentan con los dedos de una mano, como en su día dijo la exalcaldesa Elena Fumero, sino que ahora se necesitan tres manos. “Ya somos -adelanta Yoli- 15 personas las que residimos en Fuente Nueva”, mientras la asociación tiene una veintena de pequeños propietarios de finca.

Yoli García reconoce que “se nota más el confinamiento cuando bajas a comprar a Fasnia que estando aquí, en solitario, aunque los vecinos hablamos por teléfono y compartimos algunos quehaceres”, señala.

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