
EP / EFE / Diario de Avisos
El portavoz del Gobierno de Canarias y flamante consejero de Sanidad, Julio Pérez, descartó ayer tras el cese de Teresa Cruz Oval, impulsar un “cambio radical” en su nuevo departamento, pero avanzó que se introducirán “matices” que pueden modificar algunos mecanismos dentro del Servicio Canario de la Salud (SCS) o en la relación con los grandes hospitales. En la rueda de prensa para informar de los acuerdos, Pérez comentó que el Consejo de Gobierno había sido más “largo” de lo habitual debido a los cambios organizativos y a la fijación de “prioridades” para combatir la expansión del coronavirus. No habló de los motivos de la destitución de Cruz Oval -“a eso solo puede contestar el presidente”- y, aunque admitió “deficiencias” y “carencias” en el desarrollo del sistema sanitario, sostuvo que ha funcionado “razonablemente bien”. Al respecto, resaltó que ocupará el cargo de manera temporal: “Estoy asumiendo la dirección de dos consejerías y lo harán algunos compañeros que vengan conmigo en los puestos directivos.
No se puede llevar dos consejerías de forma permanente. La amenaza [de la pandemia] no va a durar siempre”. Eso sí, defendió la creación de un “mando único” para que los trabajadores sanitarios se sientan “bien dirigidos”, sin obviar que cada persona “imprime” su propio modo de gobernar y equipo de colaboradores. “Los cambios serán muy pocos”, apostilló. Sugirió, además, una reestructuración de Atención Primaria, pues “hay muchos centros abiertos que se pueden reducir si aumenta la atención telefónica”. En estos momentos, la gran prioridad de la Consejería es la “protección y atención del personal sanitario” casi con la “misma importancia” que atender a las propias personas contagiadas, expuso Julio Pérez. “Nuestros sanitarios son nuestra tropa”, ilustró.
Los equipos de protección para los sanitarios que el Gobierno de Canarias ha recibido permiten cubrir “semana y media” de trabajo al ritmo actual de pacientes atendidos, mientras llegan nuevas remesas de material. Las alrededor de 190.000 mascarillas enviadas por la Administración General del Estado se suman al material hospitalario que la comunidad autónoma había ido recopilando de donaciones, universidades y empresas.
Julio Pérez indicó que se recurrirá a todas las camas necesarias para afrontar la lucha contra el coronavirus si es preciso, incluidas todas las de la red privada, pero precisó que ningún hospital ha llegado al límite de su capacidad: “La red de hospitales públicos de Canarias dispone de reserva de camas de planta y de cuidados intensivos, sin que en ninguno de ellos la entrada de nuevos enfermos haya llegado a producir una presión insoportable. No hay ninguna UCI al límite de su capacidad, ninguna. Que tienen mucho trabajo algunas de ellas sí es cierto”.
Al nuevo titular de Sanidad le disgusta que no lleguen tests rápidos a las Islas. Sin embargo, esperará a la explicación del Ministerio para ver si es una decisión justificada: “Si hace falta, los compra el propio Ejecutivo regional. Yo no soy médico y desconozco si son más útiles en otros territorios”.
El Consejo de Gobierno autorizó ayer a Sanidad un gasto de 4.151.400 euros para la adquisición de un suministro de 50 sistemas automáticos de dispensación y distribución de medicamentos con destino a los once hospitales del SCS. La adquisición de este equipamiento se realizará mediante un contrato de suministro y servicios, que se tramitará por procedimiento urgente, para agilizar los plazos de los procesos de licitación, adjudicación, instalación, configuración e integración en los sistemas informáticos hospitalarios y centrales.
Con todo, uno de los objetivos del cuatripartito en esta etapa será mejorar la extensión, calidad y cantidad, al máximo posible” del confinamiento. En ese sentido, se intentará facilitar que aquellas familias que viven en pisos pequeños observen las medidas de seguridad para evitar los contagios y es “muy probable” que se ayude en el alojamiento de quienes no se puedan quedar en su propia casa, como los sanitarios por el contacto con infectados. Pérez agradeció a la población que, en su inmensa mayoría, haya respetado la prescripción legal impuesta por el estado de alarma: “No hay más que salir a calle y comprobar que las sentencias que se dictan con sanciones afectan a una pequeñísima parte”. Otro de los propósitos será mejorar las líneas de atención telefónica, que tal vez convendría “multiplicar por cuatro”, para atender consultas psicológicas y de tipo jurídico para resolver, por ejemplo, un testamento o regular las situaciones de los hijos de progenitores separados.
En relación a la destitución de Teresa Cruz Oval, los principales sindicatos de la sanidad avalan la determinación de Ángel Víctor Torres, al interpretar que era “la crónica de un cese anunciado”. Ahora abogan por centrar los esfuerzos en resolver la crisis sanitaria derivada de la expansión del Covid-19 en Canarias. Sobre el nombramiento de Julio Pérez valoran su “preparación y talante”.