“Se han levantado más de 30.000 denuncias y detenido a más de 315 personas por desobediencia grave a la autoridad”. Son los datos facilitados ayer mediante rueda de prensa por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, acerca de las desobediencias al estado de alarma detectadas en toda España desde su entrada en vigor el pasado fin de semana.
De esos 315 arrestos, un total de 34 han tenido lugar en Canarias durante el mismo periodo y por el mismo motivo, se detalló ayer desde la Delegación del Gobierno en las Islas.
Todo ello es fruto de la labor efectuada por las fuerzas y cuerpos de Seguridad, que cuentan con el refuerzo de las unidades militares, cuyos componentes tienen la condición de agentes de la autoridad mientras dure el estado de alarma actual por la pandemia del coronavirus.
Pese a este dato, Marlaska ha felicitado a la mayor parte de la población por su conducta durante estos días. “Quiero agradecer su conducta a la mayoría de los ciudadanos. No podemos bajar la guardia, no podemos flaquear en nuestra respuesta al coronavirus. Pido a los ciudadanos que sigan colaborando”, indicó.
Sea como fuere, ayer se llevaron a cabo numerosos controles en las principales vías de comunicación, entre ellas las de Canarias y, como no podía ser de otra manera, en la TF-1 y en la TF-5, conocidas popularmente como la autopista del Sur y la autopista del Norte.
El motivo de dichos controles, según se explicó desde la Dirección General de Tráfico, era impedir a los incívicos y a los insolidarios que no se desplacen a sus segundas residencias, como por ejemplo los casos de los vecinos del área metropolitana que tienen apartamentos en el Sur, y similar.
Según personas que pasaron por dichos controles, los objetivos prioritarios en los mismos eran los vehículos donde viajaban más de una persona.
Resta recordar que el incumplimiento del estado de alarma puede conllevar sanciones económicas e, incluso, penas de prisión, como dispone el decreto.
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