El sindicato ANPE Canarias ha presentado este martes a la Consejería regional de Educación sesenta propuestas para afrontar el fin de curso y el inicio del próximo en todos los niveles y etapas, un retorno a las aulas para el que exige garantías de seguridad de alumnos y docentes.
La organización sindical con más representación en la enseñanza no universitaria de las islas, ha informado de que en una mesa técnica celebrada este martes ha urgido a la Administración educativa a elaborar un estudio ambicioso de la vuelta a los centros.
Este estudio debe tener en cuenta las necesidades de personal y de adaptación de infraestructuras del sistema público educativo para cumplir con las medidas de distanciamiento social y de prevención de contagio mientras no exista vacuna para la COVID-19, unas propuestas que se incluyen en el plan de Anpe y que el sindicato pide que se incorporen al que elabora la Consejería.
La organización sindical ha lamentado en un comunicado que a pesar de que la Consejería baraja cinco escenarios posibles de retorno a las aulas, el primero de ellos fechado en el próximo mes de mayo, aún no haya presentado ningún borrador sobre cómo será esa vuelta a los centros educativos.
Anpe Canarias considera que deben tenerse en cuenta las actuaciones que están llevando a cabo otros países, como Francia, donde se ha acordado ya reducir el número de alumnos por aula.
También propone hacer un estudio de los espacios educativos del archipiélago y una previsión de los equipamientos de protección individual (EPIS) que requerirá la comunidad educativa, además de valorar una incorporación progresiva del alumnado al centro educativo que le corresponda.
El sindicato entiende que los grupos deben estar conformados por entre 10 y 15 alumnos, en función de la etapa educativa.
“Debemos garantizar grupos más pequeños para el alumnado de menor edad y llegar hasta los 15 alumnos por grupo en Secundaria y Bachillerato”, afirma el presidente de Anpe Canarias, Pedro Crespo.
El sindicato cree prioritario “repensar las infraestructuras” y elaborar “planes de contingencia” por si en otoño o invierno se producen nuevos brotes del coronavirus y hay que volver a clausurar los centros educativos.
“La enseñanza on line tiene mucho que mejorar en Canarias, tenemos que aprovechar este momento como una oportunidad. Faltan medios y falta formación. La Consejería debería entender que los docentes están trabajando y dando lo mejor de sí mismos, estén dentro o fuera de su zona de confort, y que merecen apoyo, respeto y recursos”, ha puntualizado Crespo.
Las 60 medidas del sindicato atienden a las necesidades de las diferentes etapas educativas e incluyen propuestas logísticas y otras relacionadas con la labor docente para afrontar con garantías lo que resta de curso y el inicio del siguiente.
Dentro del bloque de medidas logísticas destacan la desinfección de las aulas y de todos los espacios de los centros educativos; las adaptaciones al puesto de trabajo de todos los profesionales con patologías previas y que tengan mayor riesgo de contagio y el establecimiento de criterios para el desdoble de grupos.
Así mismo, propone la separación de mesas o pupitres para cumplir con la distancia social recomendada; la incorporación escalonada del alumnado (en función de cuándo se decida volver a las aulas) y la redacción de protocolos de actuación claros y sencillos ante posibles casos de Covid-19 en un centro, entre otras medidas.