
Cathaysa Delgado Morales (San Miguel de Abona, 1991), tras proclamarse doble campeona del Mundo de mouy thai decidió el año pasado dar el paso al profesionalismo en el mundo del boxeo, una carrera parada, por el momento, debido a la crisis del coronavirus. Aunque ella, confinada en su casa de San Miguel, se sigue preparando para “regresar pronto a un ring”, reconoce que “tratándose de un deporte de contacto, igual habrá que esperar más tiempo que otros deportes”.
Cathaysa, eso sí, entiende que “lo primero es la salud, y mientras haya salud hay que ser positiva y me entreno pensando que el regreso de la competición será pronto”, deseando que “sea con público”, porque “encima de la poca repercusión que tenemos en los medios le quitamos al público no hay promotor que quisiera organizar eventos” y mientras espera esa fecha “trato de mantenerme activa, entre otras razones, porque sino no hay Dios que me aguante en casa”, sentencia.
Como suele suceder en estas disciplinas de peleas de contacto, la dificultad para encontrar rivales le llevó hace uno año a dejar el kick boxing y el mouy thai para dedicarse al boxeo, donde la presencia de mujeres aumenta cada día y piensa, además, que es “mucho más rentable profesionalmente hablando, tras prepararse a conciencia durante todo un año en Alemania junto a su entrenador y apoyada por los promotores de ese país. “Tengo que agradecer que sigan confiando en mí, porque estos promotores me están ayudando muchísimo, no me han dado la espalda pese a que no pueda competir. Además, el entrenador me escribe más ahora que antes, me tiene muy controlada”, afirma.
Un control que ella mantiene con disciplina realizando entrenamientos mañana y tarde en su casa. “Vivo en un sitio maravilloso como San Miguel, en una casa terrera, donde dispongo de un amplio patio para realizar mis entrenamientos, con saco, pera, pesas y bicicleta estática”, comenta Cathaysa, aunque echa de menos el sparring para “mejorar la técnica”, porque “nadie de mi familia se presta a ello”.
En esa casa terrera, que tiene tres plantas, viven también su madre, su hermana y sus tíos, y “así no sufrimos tanto el confinamiento, porque normalmente nos reunimos todos para comer en el salón y la barbacoa, como se hacía antes en las casas canarias”, señala la campeona.
Destaca que sus entrenamientos suelen basarse por la mañana en cardio y trabajo funcional, mientras que por la tarde hace pesas, cardio y guantes con el saco y la pera, “sin hacer técnica, porque no es positivo hacerla sola al poder al reincidir en algunas manías; lo que llevo haciendo este mes es básicamente para ganar ritmo y fondo”, comenta la boxeadora que, tras su debut profesional hace un año en el Puerto de la Cruz, ya tiene tres combates en sus espaldas, mientras que lamenta que “se hayan anulados los que tenía previsto para mayo en Alemania”, señala.
Cuando no entrena, Cathaysa pasa el tiempo con su familia, entretenida en redes sociales, donde es muy activa o haciendo galletas de avena y proteínas, “porque con lo que me gusta comer no puedo hacer bizcochones o galletas gomeras”.
De gimnasta a boxeadora
Cathaysa Delgado, de 29 años, comenzó a los 10 años practicando gimnasia rítmica, luego natación y fútbol, hasta que a los 18 años se pasó al boxeo y luego al mouy thai, para ser campeona de España, de Europa y doble campeona del mundo amateur en 2017 y 2018. Hace un año volvió al boxeo, ahora como profesional, donde ya ha realizado tres combates hasta el parón por el coronavirus.