A pesar de que sólo el nombre de un fármaco, la hidroxicloroquina, se ha vuelto un fenómeno mediático, hay otro del que se debería hablar más. La razón, los buenos resultados que ha demostrado en un estudio publicado recientemente en The New England Journal of Medicine, la revista considerada como la Biblia de las publicaciones médicas.
El trabajo ha analizado la eficacia del remdesivir, un medicamento desarrollado por la farmacéutica Gilead en un principio para el tratamiento del ébola y que, desde el principio, apuntó maneras como opción para la COVID-19 y no para cualquiera, sino para la forma más grave, la que hace que los pacientes acaben en la UCI y que un porcentaje importante fallezca.
Se trata de un ensayo clínico al que hay ponerle un gran pero. El número de participantes es muy bajo, sólo 53 pacientes, pero la buena noticia es que se está utilizando en muchos más ensayos, incluidos varios desarrollados en España, de los que todavía no hay datos publicados.
Ladies and gentleman, I think we have a therapy. https://t.co/QpN0tKFSfo pic.twitter.com/WDCpgLwU0A
— Joel Topf, MD FACP (@kidney_boy) April 10, 2020
Pero los resultados han sido muy positivos, siempre poniendo en cuarentena -nunca mejor dicho- estas palabras. Incluso con este fármaco hay muertos, pero la mejoría observada en la mayoría de los pacientes da sin duda razones para la esperanza.
De las 53 personas que lo probaron, más de la mitad, 30, necesitaban un respirador para seguir respirando; otro 8% la administración de oxigenación por membrana extracorporéa (ECMO), una técnica de soporte vital para pacientes casi terminales. El resto también respiraba mal, todo saturaban por debajo del 94%.
Los resultados del estudio, en el que participaron pacientes estadounidenses, japoneses y europeos (incluido un español) demostraron que el 68% de estos enfermos graves mejoraron tras la administración del fármaco y que más de la mitad (el 57%) de los que usaban respiradores pudieron ser extubados.
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