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Las Islas dicen adiós a la enseñanza universitaria presencial de este curso

Rosa Aguilar, rectora de la ULL, reconoce que aún quedan algunos aspectos por concretar sobre cómo se finalizará el calendario académico, aunque la prioridad es que “nadie pierda el año 2019/2020”
Rosa Aguilar, rectora de la Universidad de La Laguna desde junio del pasado año. Mario González

Las aulas de las dos universidades públicas canarias echaron el cierre definitivo de este curso el pasado 13 de marzo, cuando decidieron trasladar la docencia presencial a sus respectivas plataformas virtuales. Así lo confirmaron ayer ambas instituciones académicas tras la reunión que mantuvo el ministro de Universidades, Manuel Castells, con representantes de las comunidades autónomas y la Conferencia de Rectores. Un encuentro en el que el titular de la cartera estatal emplazó a todos los centros del país a suspender la impartición de clases presenciales, si bien no especificó en qué términos podría efectuarse la evaluación del alumnado, al igual que cómo se configuraría la finalización de la actividad lectiva; unos aspectos que esperan concretar en una nueva cita por videoconferencia el próximo 15 de abril.

En el caso de la Universidad de La Laguna (ULL), la prioridad es que “nadie pierda el año académico”, tal y como explica Rosa Aguilar, rectora de la misma. Es por ello que, afirma, dentro de la autonomía que poseen las instituciones de este nivel educativo, están intentando elaborar una estrategia común en todo el territorio nacional, a fin de que, especialmente los alumnos del último curso, puedan titular. “Habrá unas directrices generales de cómo abordarlo desde el Vicerrectorado de Calidad e Innovación Docente, y después cada centro tendremos que ver cómo adaptarnos para acabar el curso y la evaluación”.

Preguntada por las prácticas externas en empresas, Aguilar asevera que las indicaciones al respecto son que el mayor número de ellas se realicen de forma virtual. Asimismo, los estudiantes que hayan completado al menos el 50% de las horas estipuladas, las concluirán teletrabajando. Y en el caso de las personas que cursen el Máster de Profesorado, que requieren “sí o sí” prácticas presenciales, la solución que se ha puesto encima de la mesa pasaría por extender el calendario académico, es decir, “no cerrar el acta de esas asignaturas para que los alumnos puedan titular en la convocatoria 2019/2020”. En este sentido, aclara que “vamos a ser flexibles en todo lo posible”.

En cuanto a cómo se están desarrollando las clases actualmente, la rectora se muestra complacida porque “ha habido una respuesta bastante buena por parte del profesorado”, al cual, reconoce, “le está costando cambiar una docencia que era presencial e idear actividades” para su impartición virtual. Sin embargo, tras conversaciones mantenidas con miembros de la plantilla, asegura que “los alumnos lo están dando todo; están trabajando muchísimo”. Creo que este problema va a hacernos cambiar cómo estamos dando la docencia, centrarnos más en el alumno, en la resolución de problemas y en aprender a aprender”.

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