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Los alumnos pasarán de curso, salvo casos excepcionales

La ministra de Educación, Isabel Celaá, afirma que para que un estudiante repita, el equipo de docentes tendrá que presentar un argumentario detallado; no habrá clases más allá de junio

Diario de Avisos / Agencias

El Ministerio de Educación acordó ayer con las comunidades autónomas que los alumnos de Infantil, Primaria, Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional pasarán de curso, como norma general, independientemente del número de asignaturas que les queden pendientes, salvo casos muy excepcionales, con una nota según su rendimiento en los dos trimestres ya realizados, y un tercero que servirá como recuperación.

La ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, pactó ayer esta medida con las consejeras y consejeros autonómicos en la reunión telemática de la Conferencia Sectorial de Educación donde también se discutió cómo cerrar el curso y examinar a los 8,2 millones de estudiantes no universitarios. No se prolongará el curso escolar más allá de junio, aunque se permitirá que las comunidades organicen actividades de refuerzo en verano, que “no serán lectivas” y estarán orientadas de formas diversas y combinadas con actividades de ocio y tiempo libre para ayudar a la conciliación de las familias cuando finalice el confinamiento.

Los que se encuentren en los últimos cursos de una etapa educativa también podrán obtener el título correspondiente pese a que algunos profesores consideren que no han superado su asignatura. El motivo es que la valoración del curso se hará de forma global por parte del equipo docente. Esto facilitará a los estudiantes de segundo de Bachillerato presentarse a las pruebas de acceso a la universidad. Todos los estudiantes serán evaluados y la valoración final incluirá un informe personalizado que servirá para diseñar “los planes de refuerzo” que se pondrán en marcha el curso que viene y así compensar los déficits con los que se cerrará el actual. La asistencia a esas “clases de repaso será obligatoria” para los alumnos que así decidan los centros.

Repetir, una excepción

Estas son las principales decisiones adoptadas en la conferencia sectorial de educación y que se plasmará en una orden ministerial, basadas en las condiciones excepcionales generadas por la suspensión de las clases para contener la expansión de la Covid-19. Un contexto que está resultando adverso para la mayoría de los 8,2 millones de alumnos de enseñanzas no universitarias y prácticamente imposible para, al menos, el 10% del alumnado que carece de acceso a Internet. La posibilidad de la reanudación de las clases antes de las vacaciones estivales no se planteó, pero “se seguirán las instrucciones de las autoridades sanitarias”.

La ministra de Educación subrayó que la propuesta de fomentar la promoción de curso “no se puede considerar un aprobado general”, una medida que considera “injusta”. “Este acuerdo no concibe esas medidas. Por tanto, el curso continúa. No hay aprobado general”, indica.

Todos los educandos pasarán de curso como norma general, independientemente del número de asignaturas que les queden pendientes. “La repetición se considerará una medida de carácter excepcional”, y tendrá que decidirla “en todo caso” de forma colegiada el equipo docente, atendiendo a la “evolución académica del estudiante” durante los dos trimestres del curso previos al cierre decretado por el estado de alarma, y que suponen el 65% de los contenidos anuales. Las evaluaciones contarán con un informe individualizado para cada alumno. La evaluación del tercer trimestre solo podrá ser tenida en cuenta para el bien del alumno.

El acuerdo contempla que las tareas que los escolares han realizado en casa durante el confinamiento solo servirán para subir nota. De este modo, el periodo sin clases presenciales no perjudicará a aquellos alumnos que no han podido seguir la educación a distancia por carecer de recursos digitales en sus hogares. Este plazo que resta servirá a los más rezagados para ponerse al día. Es una nueva oportunidad para que los no están siguiendo el ritmo de las clases online y que “corren el riesgo de desvincularse de la escuela”, puedan reengancharse. La petición de eliminar o reducir las repeticiones, promovida por las organizaciones de estudiantes, y que sumó apoyos en las últimas semanas, reclamaba que este año sea casi residual, como ya lo es en la mayoría de países europeos.

Repaso de contenidos

Celaá insistió en “flexibilizar el currículum y las programaciones didácticas”, centrándose en “aprendizajes imprescindibles” para no sobrecargar al alumnado con tareas excesivas, y aprovechar el tercer trimestre con el refuerzo de actividades interdisciplinares. Será un periodo de “diagnóstico formativo, con medidas de recuperación, refuerzo e identificación de los aprendizajes esenciales”. Y también de “preparación para el curso que viene, en el que se reforzarán las materias que no fueron profundamente trabajadas” en el actual, manifestó.

Reiterar que las autoridades educativas consideran necesaria la evaluación, sobre todo, por su función diagnóstica: permitirá a los centros saber qué materias debe reforzar el alumno durante el curso siguiente. También irá acompañada de un informe individual de cada educando elaborado por el equipo docente.

Tener calificaciones también puede servir para mantener la tensión del alumnado en un escenario de promoción casi asegurada. La pérdida de conocimiento que se está produciendo al no poder ir a clase ya es muy elevada y lo sería aún más si los estudiantes pierden el estímulo de las notas. De ahí que se haya arbitrado una solución intermedia. Algunas voces señalaban que el aprobado general como tal a todos los alumnos no lo defiende nadie. “No es lo mismo no suspender a nadie, a que todo el mundo saque la misma nota. La misma nota todos no puede ser”, reiteró.

Nuevos contenidos

Todas las comunidades expusieron que son partidarias de dedicar el tercer trimestre a repasar los contenidos expuestos en los dos anteriores y no avanzar en nuevos contenidos. Sin embargo, el acuerdo también deja margen a la autonomía de los centros y a los docentes para que estos decidan impartir en el tercer trimestre algunos contenidos que consideren relevantes. “En ningún caso, el alumno podrá verse perjudicado por las dificultades derivadas del cambio de metodología a distancia del tercer trimestre y no podrá ver minorados los resultados obtenidos en las evaluaciones de los trimestres anteriores”, señaló el documento aprobado en la conferencia sectorial.

Planes de refuerzo

El acuerdo también prevé que la gran desigualdad que la suspensión de las clases va a provocar entre los estudiantes, debido a las diferencias de acceso a la docencia online y del entorno sociocultural en los hogares, pueda ser compensada con la puesta en marcha de planes de refuerzo. Estos planes serán cofinanciados por el Ministerio y las comunidades e irán dirigidos “especialmente a los alumnos con necesidades de apoyo educativo”, así como a aquellos que hayan promocionado con varias asignaturas pendientes.

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