
La “baja” presión sobre la red sanitaria en Canarias fue clave para que el archipiélago pasara a la Fase 1 del plan de desescalada el 11 e mayo pues las islas de Tenerife y Gran Canaria, por ejemplo, contaban entre el 29 de abril y el 5 de mayo con el 63% de las camas hospitalarias ocupadas.
Así lo recoge el informe del Ministerio de Sanidad hecho público en la noche de este lunes y recogido por Europa Press donde se señala que Lanzarote tenía una ocupación hospitalaria del 40%, Fuerteventura un 68% y La Palma un 51% y al mismo tiempo, las cinco islas tenían capacidad para generar camas adicionales: Tenerife (3.608), Gran Canaria (3.631), Lanzarote (643), Fuerteventura (497) y La Palma (344).
Por esas fechas Tenerife sólo había detectado seis casos de Covid-19, dos hospitalizados (sin UCI) y ningún fallecido, Gran Canaria tres casos –sin hospitalización ni fallecidos– y Lanzarote, La Palma y Fuerteventura no presentaban ninguno.
El ministerio destaca también que las islas tienen un protocolo de vigilancia y control armonizado con sus propias recomendaciones y han reforzado sus recursos humanos y materiales con el nombramiento de un delegado en Salud Pública en cada isla.
Asimismo, se han establecido diferentes planes de gestión en los centros sociosanitarios, con pruebas de PCR y anticuerpos para residentes y trabajadores en todos los centros públicos y privados del archipiélago.
El informe incide también en que todas las islas cuentan con controles sanitarios en puertos y aeropuertos.
En el caso de La Gomera, La Graciosa y El Hierro, que entraron en Fase 1 una semana antes que el resto de las islas, llevaban 28 días sin casos positivos por coronavirus –La Graciosa nunca ha tenido– y no han registrado ni fallecidos, ni personas hospitalizadas en UCI ni contagios entre el personal sanitario.
Además, en El Hierro, todas las pruebas PCR realizadas a sospechosos dieron negativo.
El ministerio apunta también que estas tres islas ofrecen las “mejores condiciones” para iniciar la transición de manera más rápida al presentar los mejores indicadores epidemiológicos y una población reducida, con baja movilidad y escasa conectividad con el exterior.
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