“La propuesta del Gobierno de abrir los negocios de restauración con esas restricciones, ahora del 50% las terrazas, es una trampa y un suicidio colectivo” señala Carlos Magdalena, propietario del Grupo El Cine y miembro de la asociación de empresarios y comerciantes de Los Cristianos.
Otros muchos negocios pensaban lo mismo cuando, en la fase 1 que comienza en Tenerife el día 11, pero ahora estudian la posibilidad de abrir sus terrazas al pasar del 30 al 50%, como es el caso de El Escondite, también en Los Cristianos.
“En los negocios de restauración en general y en el caso de Grupo El Cine en particular con tres tipos de negocios de restauración totalmente distintos no seremos capaces de adaptarnos a los criterios de desescalada que propone el Gobierno”, indica Magdalena.
“En el caso del Restaurante El Cine y El Teatro del Puerto -la cafetería del muelle de Los Cristianos- , negocios de restauración donde tenemos terrazas, no será operativo abrir con un 50% de nuestra capacidad de mesas, no es operativo ni viable, por lo tanto no abriremos en esas condiciones, al menos durante este mes”, señala el empresario.
Insiste en que “esta propuesta es una verdadera trampa, ya que el Gobierno le pasa la pelota y la resolución del problema y crisis sanitaria a los autónomos, pequeños y medianos empresarios restauradores, este es un problema de Estado y es el Estado el que tiene que solucionarlo”, señala.
“No existe aún una formula legal que conozcamos que nos garantice ir desescalando la recuperación del personal en ERTE de forma paulatina. Si nosotros abriéramos el lunes, no podríamos asumir el incorporar a toda nuestra plantilla a la vez y aún no existe una herramienta legal que nos ayude a ir incorporando a la plantilla según la necesitemos, es decir sacar a tres del ERTE y luego, por ejemplo, a otros tres. Esa es la claridad que debemos de exigir al Gobierno”, manifiesta Carlos Magdalena.
Según él, “si a los aviones, por ejemplo, se les obliga a llevar un tercio de su capacidad, seguro que los asientos vacíos lo asumirá los billetes que vendan, pero nosotros no podemos asumir el coste del personal con el 50% de ocupación de las terrazas de restaurantes y bares, ya que no podemos imputar ese sobrecoste a nuestros clientes o incrementar precios de nuestras cartas, con la crisis económica en que estarán inmersos tantos canarios y visitantes”.
En resumen, para el conocido empresario de la restauración, “sería suicida animar a todo el sector de la restauración a que buscara soluciones para abrir. Por el contrario, no aconsejo a ningún restaurador a que se suicide”, sentencia.
Para Juan Luis Hernández, propietario del bar-cervecería HH en Costa Adeje, “el plan de apertura del Gobierno nos llevará al cierre absoluto, eso no es viable” señaló tras conocer las condiciones para reabrir la restauración el próximo lunes, apuntando, tras el cambio del 30% al 50% de la capacidad de la terraza, que “con estas condiciones es más razonable”, aunque él, con una clientela muy inglesa, apunta que “hasta que no regrese el turismo la rentabilidad será casi nula”.
Adelantándose ya a otras medidas de seguridad y a la llegada de que se pudiera abrir el interior de los locales y la barra de los bares, el propietario del HH, expuso que “aunque pongamos mamparas, si una pareja se cogen de la mano o se besan ¿qué hacemos? El plan de higiene y seguridad que nos imponen no está nada claro. Yo he contactado con Riesgos Laborales y la empresa de desinfección para valorar las medidas a tomar, pero no hay certidumbre de cara a corto o medio plazo. Todo esto supone un gasto y hay muchos negocios que no pueden soportarlo. Desde nuestro colectivo de autónomos nos comentan que casi el 50% de los asociados no abrirán”.
“Estamos todos en el mismo barco y ningún autónomo quiere despedir a nadie y menos en estas circunstancias, pero vienen tiempos muy difíciles y de Europa no se vaticina nada bueno, ni siquiera en Alemania que ya ha recomendado que no viajen a España. Tenemos que prepararnos para serios cambios en la vida social, política y económica, y desde aquí apelo a todas las instituciones canarias para que tomen medidas urgentes desde ahora, mañana será demasiado tarde”, indicó Juan Luis Hernández.
Para Javier Velázquez, propietario del restaurante El Escondite, que cuenta con una amplia terraza en el paseo Jorge Ledesma, justo al lado del solar donde colapsó el edificio Julián José hace cuatro años, expuso que “ya al 50% de la terraza, al menos me permitirá sacar a un trabajador del ERTE, y aunque en realidad sea poco rentable, por algo habrá que empezar, no podemos estar tanto tiempo cerrados y viéndolas venir”, dijo.
Por lo pronto, a la espera de poder abrir el lunes, al menos tres mesas de las siete que tiene en la terraza, ya tiene en la cabeza el organigrama de trabajo atendiendo a las fases de desescalada conocidas. “Desde el 4 de junio, limpieza a fondo general durante dos días, luego fumigación para insectos (dos días cerrado para que haga buen efecto) y por último limpieza otra vez y fumigación con ozono o lo que me aconsejen”, señala el hostelero, que añade a todo este proceso “el acopio de mascarillas, geles, nebulizadores para después de usar el baño y las mesas; código QR en cada mesa para que el cliente vea la carta, que se desinfecta después de cada uso; distribución de las mesas del interior y la terraza con separadores y todo eso sin usar la barra”, lo que en resumen califica de “imposible vivir de mi negocio al 50% de esa manera”.
La ruta hasta el 8 de junio
De efectuarse con éxito la hoja de ruta de la llamada desescalada, el sector turístico podría salvar parte de su temporada, pues la hostelería no tendría que esperar a la reapertura total del país para comenzar a recibir clientes. Desde el próximo lunes abrirán las primeras terrazas, con un 50% de su aforo tras la ampliación del 30% que dio a conocer el Ejecutivo y con una zona reservada para personas mayores. A partir del 26 de mayo, se podrá acceder a los restaurantes con limitación de un tercio de su capacidad y desde el 8 de junio, ya en la fase 4, la asistencia podría sobrepasar el 50%, de acuerdo con los cambios.Llegará también el momento de abrir las discotecas y bares nocturnos, que podrán hacerlo si garantizan un tercio de su aforo, como máximo. Y los hoteles podrán abrir las zonas comunes que estarán limitadas a la mitad de su aforo. Pero claro, todo eso, pendiente de que vengan turistas. Que esa es otra.