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Santa Cruz, con cine ‘al estilo americano’

En su fin de semana de estreno, la propuesta se saldó con un lleno absoluto de las 350 plazas, habilitadas en el parking del Marítimo
El autocine se ha erigido como una actividad ideal para un verano tan atípico como el que vivimos, principalmente, por facilitar que se mantenga la distancia de seguridad recomendada. Fran Pallero

Olor a cotufa tostada, nervios propios de una primera cita e ilusión por ver algo nuevo. Ayer, en los aparcamientos del Parque Marítimo santacrucero se vivía un día de cine al aire libre con el glamour de un encuentro inédito en la ciudad. Este fin de semana se proyectaron títulos como Jurassic World, Small Foot o Deadpool 2, como parte del autocine puesto en marcha por el Organismo Autónomo de Fiestas municipal. Una iniciativa al más estilo americano que ha tenido buena acogida por parte de la ciudadanía, hasta el punto de que en la última sesión del sábado no cabía un alma. Y pese a la insistencia de los conductores, que intentaban acceder al recinto -con capacidad para 350 vehículos-, la respuesta de los trabajadores era la misma: “Lo siento, no queda sitio”.

La crisis del coronavirus ha provocado cambios incómodos en muchos ámbitos; adaptaciones a las nuevas medidas de protección sanitaria que resultan harto molestas para los usuarios de determinados servicios. Sin embargo, en el caso de Santa Cruz ha motivado el nacimiento de una propuesta innovadora, pocas veces vista en el Archipiélago, que acerca filmaciones de primer nivel a la población, y que supone reinventar el concepto de cine de verano al que estamos acostumbrados.

Para Patricia, joven tinerfeña que acudía ayer a las 19.30 a ver una película infantil junto a su hija, Kyara, el autocine es sinónimo de “más seguridad”, dado que “puedes mantener la distancia” con las otras personas, pues siempre se respeta una plaza de separación entre un coche y otro, a fin de minimizar la posibilidad de contagio, y, además, permitir maniobrar a los acomodadores, encargados de garantizar que se cumpla esta norma. La clave, asegura, fue ir con tiempo de antelación, porque el sábado “intenté entrar, pero me dijeron que estaba lleno”.

Algo similar le ocurrió a Marcos y su hijo Ian, que aprovecha los minutos previos al inicio de la proyección para comerse un helado. “Vinimos por la novedad, lo vimos en las stories de unos amigos y quisimos probar”, explica el padre. A Ian le gustan los dinosaurios. De hecho, presume de que “tengo un peluche” de uno de los antiguos reptiles que poblaban la Tierra, por lo que su preferencia, de entre las opciones que había en la cartelera, era Jurassic World. Pero el sábado hacía buen tiempo, y ambos tuvieron que tomar una difícil decisión: acudir al autocine o pasar una tarde de playa y, más tarde, ir a pescar, una de las aficiones que ambos comparten. Finalmente, eligieron la segunda, aunque “no quisimos dejar pasar la oportunidad” de ver “otra vez” Small Foot. “La hemos visto dos o tres veces en casa ya, pero aquí es diferente”, reconocen.

Tal ha sido el ambiente que se ha formado en torno al autocine, que lo más frecuente eran las estampas familiares, aparte de, cumpliendo con las expectativas, parejas como Yeray y su novia. “Deberían hacerlo en otros lugares de la Isla, porque está muy bien”, señalan, a la vez que ponen en valor que se trate de una actividad “en comunidad, en grupo”; de las pocas que pueden emprenderse debido a la pandemia. De nuevo, al igual que otros tantos cinéfilos, no les fue posible asistir a la sesión de estreno, ya que “había mucha cola”, confiesan. Y ya el domingo, desde temprano, aprovecharon para coger sitio. Además, destacan: “Que sea gratis es un puntazo”.

“Sintoniza 88.1FM en tu emisora para disfrutar del sonido de la película”. Ese es uno de los mensajes que se proyectan en la pantalla momentos antes de que dé comienzo el filme. Es la forma en que los espectadores, sin salir de su coche, se sumergen en la trama y se evaden, durante algo más de una hora, de los problemas mundanos. Solo importa disfrutar, pasar un rato agradable y en buena compañía. Nada de preocupaciones, más allá de no olvidarse de, como marca la tradición, un cubo de cotufas, un refresco y, si se dan las circunstancias, una hamburguesa o un perrito; productos que se dispensan a pie de ventanilla, tras hacer el pedido mediante una aplicación móvil.

Mónica esperaba ayer, al filo de las 19.00, mientras sus hijos jugaban y no paraban quietos, como se suele decir, al arranque de la película. Instantes en los que atiende a DIARIO DE AVISOS. “Me enteré por redes sociales”, comenta. Para ella, el autocine es una actividad ideal para la temporada estival, teniendo en cuenta que los más pequeños “están de vacaciones” y es difícil encontrar propuestas de ocio atractivas. “Ahora está todo más complicado por la Covid, y en cuanto a prevención, el cine está muy bien”, resalta.

Otra joven pareja que también se animó a pasar la tarde del domingo en el autocine fue la formada por María y Enaydán, que se enteraron de la iniciativa por redes sociales. “Lo vimos de casualidad”, admiten. Y lo que más les llamó la atención de la propuesta fue, según dicen, “que nos recuerda al rollo americano; es lo que habíamos visto desde pequeños y, claro, había que probarlo”. Así fue como decidieron ir, y tan animados están a repetir que, incluso, afirman que votarán en la web las cintas para el próximo fin de semana, puesto que los títulos de la cartelera se escogen por elección popular.

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