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Drama migratorio: 200 muertos en dos embarcaciones hacia el Archipiélago

Aparece un cayuco con más de 50 cadáveres el mismo día que se confirman unas 140 víctimas en otro incendiado frente a la costa de Senegal
INMIGRACIÓN PATERA CANARIAS 26 05 2020
INMIGRACIÓN PATERA CANARIAS 26 05 2020
Ocupantes de una de las pateras llegada a Canarias el 26 de mayo de 2020, atendidos por Cruz Roja en Arguineguín. EFE

DA / Agencias

Mueren por centenares. Se sabe de lo fatídica que resulta la llamada ruta canaria de las pateras para quienes se atreven a recorrerla, pero no siempre se puede demostrar, dado que el Atlántico oculta las pruebas de su mortífero peaje a kilómetros de profundidad.

Las escasas certezas de que asistimos, impotentes, a una hecatombe, llegan en días como el de ayer, una jornada en que coincidió el espeluznante hallazgo de más de medio centenar de cadáveres en un cayuco que navegaba a la deriva en aguas ubicadas al norte de Mauritania, con la confirmación, como se temía, de los fallecidos en una embarcación similar a la que le prendió fuego un incendio de su motor cuando aún estaba frente al litoral de Senegal, causando la muerte a otras 140 personas, aproximadamente.

En cuanto al primer suceso, ayer se supo que, efectivamente, más de 50 migrantes subsaharianos murieron durante las pasadas dos semanas cuando el cayuco en que viajaban desde Senegal a Canarias se averió y quedó a la deriva en el Atlántico, en información facilitada a Efe por la seguridad mauritana.
Son los datos desvelados por inmigrantes que viajaban en la misma embarcación y que siguen vivos gracias a que fueron rescatados por guardacostas mauritanos, quienes los llevaron a tierra en Nuadibú, en el norte del país.

Según su relato, el cayuco partió de Senegal hace dos semanas con unas 80 personas a bordo y en algún momento se averió en alta mar. A partir de entonces, fueron muriendo uno a uno, mientras trataban de acercarse a tierra en busca de ayuda. Cuando finalmente lo consiguieron, y se acercaron a la costa de Nuadibú, en el norte del país, solo quedaban en el cayuco 27 migrantes, que fueron quienes relataron los hechos.

Esta misma semana, Mauritania rescató otros dos cayucos a la deriva cerca de sus aguas, en los que viajaban unos 300 personas que habían zarpado de Senegal.

Como si la descrita no fuera una tragedia suficiente como para colmar de dolor el espíritu de cualquiera, todavía puede pasar algo tan terrible o más en la ruta canaria del Atlántico. Al menos 140 personas murieron en el cayuco que naufragó el pasado viernes tras sufrir una explosión en aguas de Senegal cuando intentaba llegar a las Islas Canarias, informó ayer la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

“Al menos 140 personas se han ahogado después de que una embarcación que transportaba a unos 200 migrantes se hundiera frente a la costa senegalesa, el naufragio más mortífero registrado en 2020”, constató la OIM.

Fue una patrullera de la Guardia Civil con base en la zona desde 2006, junto con la Marina senegalesa, la que rescató a 59 personas y se hallaron los cuerpos sin vida de otras 20, agregó la organización.
“Hasta hoy se siguen encontrando cuerpos (…). Después de varios días, podemos pensar que esas personas ya no están vivas”, declaró a Efe el jefe de la misión de la OIM en Senegal, Bakary Doumbia.

Aunque el Gobierno senegalés aún no ha facilitado cifras oficiales de cuántas personas iban a bordo de la embarcación, Bakary Doumbia señaló que el dato de unos 200 pasajeros fue comunicado a la OIM por su red de informadores que se hallan en las zonas de salida de migrantes.

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