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La lluvia eligió a La Palma

Aunque las precipitaciones no tuvieron una intensidad desmesurada, también se dejaron sentir en Tenerife, La Gomera y Gran Canaria. Además, se desviaron vuelos
En Los Rodeos no faltó la clásica neblina habitual por esos lares. S.M.
En Los Rodeos no faltó la clásica neblina habitual por esos lares. S.M.
En Los Rodeos no faltó la clásica neblina habitual por esos lares. S.M.

Aunque finalmente la meteorología no fue ayer en Canarias tan adversa como pudo serlo, lo cierto es que los especialistas de la Aemet tenían razón al pronosticar que llegaba un tiempo desapacible a las Islas, como se pudo comprobar en varias de ellas. Eso sí, todo se concentró en horas de madrugada o de la mañana, a tal punto que la alerta activada por el Gobierno de Canarias como elemental medida preventiva se canceló finalmente poco después de las tres de la tarde
En concreto, la lluvia eligió La Palma, donde cayeron precipitaciones notables, al punto de convertirse durante muchas horas en el lugar en que se registraron con mayor intensidad de todo el país. Felizmente, su orografía asume sin excesivos problemas ese tope de 36,4 mililitros por metro cuadrado de media que encabeza el listado de la Agencia Estatal de Meteorología en su estación de San Andrés y Sauces. Ello no fue óbice para que lloviera también con cierta generosidad en puntos de La Gomera, Tenerife e incluso Gran Canaria, mientras que algo de aparato eléctrico hizo acto de presencia en el Sur tinerfeño.

Si bien no hay que reseñar incidentes relacionados con el mal tiempo por lo general, sí que hubo desvíos y cancelaciones de vuelos en los dos aeropuertos de Tenerife, además de algún accidente de tráfico, entre cuyas causas no se puede descartar lo mojado del firme.

Volviendo a poner el foco en la lluvia, insistir en que La Palma registró el mayor volumen de la misma. Además del dato citado sobre su incidencia en San Andrés y Sauces, añadir que en el aeródromo de la Isla Bonita se contabilizaron hasta 30,9 mililitros por metro cuadrado de media en 24 horas, así como otros 23,0 en el Roque de Los Muchachos. En menor medida, aparecieron los paraguas en Fuencaliente (14,2) y El Paso (12,4), siempre según los registros de la Aemet.

Por lo que respecta al resto de las Islas, el máximo caudal fuera de La Palma tuvo lugar en Izaña, con 20,4 mililitros por medio cuadrado, pero también en estaciones de La Gomera como Agulo (18,6) y Hermigua (11,2). En cuanto a Gran Canaria, solo destacan las precipitaciones caídas en La Aldea de San Nicolás (11,6).

Termómetro y viento

Si bien las temperaturas no variaron de las habituales en días anteriores, con la máxima regional en el Puerto de la Cruz (26,2 grados centígrados) y la mínima en Izaña (10,2), el viento sí que merece una reseña diferenciada ante los 54 kilómetros de media con que sopló en la cumbre tinerfeña, si bien la racha más potente tuvo lugar en Maspalomas (Gran Canaria), donde alcanzó en un momento determinado del día de ayer los 70 kilómetros por hora. Tampoco son habituales las medias de 38 km/h en Agaete (Gran Canaria) y de 36 en Teguise (Lanzarote).

Ya en el apartado de las consecuencias en el tráfico aéreo isleño, fuentes oficiales de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) detallaron ayer a este periódico que en total se desviaron cinco vuelos desde Los Rodeos al Reina Sofía (tres que venían desde Madrid, otro más desde El Hierro y el restante con origen en La Palma) y un desvío más hacia Gran Canaria, también con despegue en Madrid. En cuanto a las cancelaciones, fueron una llegada y dos salidas, todas ellas en el Tenerife Norte y relacionadas con el aeropuerto de Barajas-Adolfo Suárez. Todo ello, claro está, por la presencia de esa neblina propia de Los Rodeos.
Resta hacer alusión a la posible relación de la lluvia con algunos de los accidentes de tráfico que acaecieron, sobre todo, en la mañana de ayer. Es sabido que este tipo de precipitaciones, sin llegar a ser caudalosas, sí que son suficientes como para dejar una patina sobre las vías que, mezclado con restos de aceite y similares productos ya presentes en las mismas, facilitan el llamado aquaplaning, un fenómeno consistente en la situación en la que un vehículo atraviesa en la carretera a cierta velocidad por una superficie cubierta de agua, llevándolo a una pérdida de tracción y control del mismo por parte del conductor.
Tras aclarar que serán las autoridades quienes certifiquen si realmente la lluvia o la neblina tienen algo que ver con estos accidentes, ayer se produjeron varios que bien podrían encajar en supuestos como el descrito.

Por su gravedad destaca el acaecido en la zona de Tahodio, donde tres personas resultaron heridas de diversa consideración en un accidente de tráfico que se produjo a las 07.20 horas, cuando el vehículo donde circulaban junto a una cuarta persona cayó a un barranco de una altura de unos cuatro metros. Eso sí, el conductor, que fue quien resultó ileso, dio positivo en las pruebas de alcohol y drogas, como informa la Policía Local de Santa Cruz de Tenerife. Igualmente, otro vehículo cayó por un barranco en la LP-1 a la altura del Barranco de Morro Corona, en Tijarafe (La Palma), en hechos acaecidos a las 14.55 horas. A pesar de acabar 50 metros más abajo, el único ocupante, un varón de 39 años, solo presentó diversos traumatismos de carácter moderado. Por último, una joven de 21 años sufrió heridas moderadas al volcar con su coche en la TF-5 a su paso por La Laguna poco después de las tres de la tarde.

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