
La Universidad de La Laguna (ULL) retoma hoy su actividad docente en un nuevo curso que se regirá bajo un escenario de presencialidad adaptada, es decir: tratar de primar las clases in situ manteniendo las precauciones sanitarias y de limitación de aforo a las que ha obligado la crisis sanitaria del coronavirus COVID-19.
Todas estas medidas están reflejadas en un documento que detalla el plan de contingencia, un texto en el que se describen las medidas que se habrían de adoptar hasta para tres escenarios posibles: la presencialidad adaptada vigente actualmente, la presencialidad total si la situación mejorara de forma notable y, en caso contrario, el retorno a un modelo de docencia no presencial, que se activaría en el supuesto de que la situación empeorara y fuera necesario restringir la movilidad o el confinamiento.
DIVISIÓN POR GRUPOS
Lo más habitual será que el alumnado de cada curso deba dividirse en varios grupos, cada uno de los cuales acudirá al aula consecutivamente cada semana, mientras que el resto de compañeros seguirá las clases a distancia, pues serán retransmitidas en streaming. De igual manera, se ha tratado de primar que haya clases presenciales en talleres, prácticas y seminarios, y también dándole prioridad al alumnado de primer curso.
En algunas facultades la docencia será totalmente telemática en la primera semana hasta organizar los diferentes grupos. Las aulas han tenido que ser preparadas para poder emitir en directo las clases, instalándose cámaras web y sistemas de sonido, además de reforzar el software de videoconferencias.