Que Tenerife tiene un problema con la movilidad es algo que nadie discute. Aun en las actuales condiciones de restricción por la pandemia, las colas en las autopista del norte y sur de la Isla se siguen sucediendo. La obligación de unos y otros de pasar por el área metropolitana convierte las entradas y salidas a Santa Cruz en un pequeño gran infierno cada mañana. Nadie diría que hace apenas unos meses sus carriles vacíos eran el mejor ejemplo de una isla, un Archipiélago, un país, confinado, con restricciones a la movilidad para intentar frenar el avance de la COVID-19. Las colas de la autopistas son el ejemplo de que los problemas de movilidad, con y sin virus, siguen esperando una solución. Así que, con un anillo insular muy lejos de cerrarse, una vía exterior que no termina de poner de acuerdo a las Administraciones implicadas (y eso solo sobre el papel), la culminación de la vía Ofra-El Chorrillo parece la opción más cercana en el tiempo para aligerar esos atascos, al menos en uno de los sentidos. Y lo es porque el Gobierno de Canarias ya ha anunciado que licitará la terminación de la fase I, es decir, rematar lo que está hecho, porque si hay algo claro es que, a pesar de las certificaciones entregadas al Gobierno de Canarias en el mandato pasado, esa obra no está terminada.
Puentes que no van a ninguna parte, rotondas sin señalizar, zonas sin urbanizar, sin iluminación o jardines. En definitiva, sin nada que haga pensar que eso es una vía en perfecto estado. La Consejería de Obras Públicas ya trabaja en los pliegos para licitar el acabado de esa carretera, en la que invertirá 5,2 millones de euros. Esto supondrá que el presupuesto inicial, que fue de 11 millones hace ya más de 10 años, al que se sumaron otros 5 en modificados de obra, terminará constando casi 22 millones de euros. Un dinero al que hay que sumar el que se invierta en la segunda fase, en la que se realizará la verdadera conexión entre la TF-5 y la TF-2. Esa conexión parte desde los aparcamientos del Hospital de La Candelaria hacia la autopista del Norte, será entonces, como recuerda el alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, cuando se pueda hablar con propiedad de la conexión Ofra-El Chorrillo: “Me alegra mucho que se empiece a licitar una obra que lleva tanto tiempo parada, pero me alegraría mucho más si nos dieran plazos concretos de cuándo se va a licitar la conexión con la avenida de los Príncipes de España, en Ofra, que es la razón de ser de este proyecto, algo de lo que Santa Cruz espero que se beneficie”, detalló el alcalde a DIARIO DE AVISOS. Esa conexión es el objetivo final de esta primera actuación, de forma que, cuando se concluyan los tres tramos que se van a licitar antes de final de año, se pueda abrir una conexión directa entre la TF-2 y la TF-5. Está previsto que se convierta en la segunda vía de penetración en la capital tinerfeña desde el sur tras la TF-1, ya que permitirá descongestionar en gran parte la carga de tráfico de esta autovía en su entrada a la ciudad.
Los cálculos de los técnicos estiman que esta conexión entre ambas autovías absorba una media diaria de casi 40.000 vehículos, ya que atraerá a gran parte de la circulación de la TF-1 que quiera incorporarse a los barrios de la zona noroeste de Santa Cruz, sin necesidad de pasar por el centro, como ocurre ahora.
Con el gasto que se ha autorizado en el Consejo de Gobierno se va a licitar el contrato de obra para concluir los tramos denominados B y C entre San Matías y Las Moraditas, que en gran parte ya están en uso como una vía interna entre estos dos barrios, ya que nunca se llegaron a hacer las conexiones.
Obras
Los trabajos que se van a contratar ahora consisten en terminar de asfaltar la carretera, ya que el asfaltado actual se puso de manera provisional, acometer obras de drenaje y finalizar el puente sobre el barranco del Muerto, que está fuera de uso, y que será la conexión definitiva con la TF-2. En el ámbito medioambiental se van a desarrollar labores de plantación de especies vegetales autóctonas, revegetar los taludes, las medianas, las glorietas y las isletas y dotarlas de sistema riego, la restauración del cauce del barranco del Muerto y la eliminación de flora invasora. Todas estas actuaciones se desarrollan para cumplir con las indicaciones de la declaración de Impacto Ambiental. El plazo estimado de ejecución es de 18 meses.
Para retomar todas estas actuaciones, la Consejería resolvió en 2018 el contrato de 2007 y puso en marcha la tramitación administrativa de dos nuevos contratos separados por tramos: uno para los tramos B y C y otro para el A, más complejo de ejecutar. La licitación de este segundo y definitivo tramo está en estos momentos a la espera de un informe sobre la idoneidad de las pilas ya construidas junto a la TF-5, para posteriormente sacar a concurso la redacción del proyecto antes de finales de año y licitar la obra en 2021, para que coincida su inicio con el acabado de los tramos B y C.