Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) un tercio de los alimentos producidos al año para el consumo humano acaban en la basura. Una tragedia a nivel social, medioambiental y económico.
¿Qué podemos hacer nosotros en casa para evitar el desperdicio de comida? Hoy quiero hablarte sobre cómo puedes aprovechar y no tirar a la basura la fruta que se está empezando a poner madura.
1) Congela la fruta para hacer postres, batidos, helados o añadirla como topping a tu yogur. Si la fruta es pequeña, como los arándanos o las frambuesas, lávalas, sécalas y mételas en bolsas herméticas o tuppers en el congelador. Si la fruta es grande, como la papaya o el plátano, pélala y trocéala antes de meterla en la bolsa y congelarla. Reutiliza esas bolsas para no generar más residuos.
2) Los batidos o smoothies son las opciones más rápidas a las que puedes recurrir. Haz batidos utilizando frutas variadas y añádele también verduras que le aportarán un extra de vitaminas y minerales. Prueba el batido de leche de coco, piña y espinacas, muy refrescante y repleto de antioxidantes. Llévalo contigo a cualquier sitio en una botella reutilizable y tómalo como desayuno o merienda.
3) Si la fruta está muy madura puedes hacer mermelada casera para tus tostadas, tu yogur o para darle un toque diferente a tus tablas de queso y ensaladas. Puedes hacer mermelada con todas la frutas que quieras y si le añades semillas de chía o de lino, le sumarás más textura y ácidos grasos omega 3.
4) Las salsas a base de fruta son ideales para platos salados como por ejemplo los chips de papa y verduras o los nuggets. Te sirve tanto la fruta fresca como la congelada. Entre mis salsas preferidas están la de mango con curry para la carne blanca o la de naranja para el pescado.
Son consejos de la nutricionista María Alcázar García como parte de una iniciativa de Diario de Avisos y supermercados Lidl en Canarias para mejorar los hábitos alimenticios de los canarios.