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España insinúa que usará Canarias como muro ante la inmigración irregular

Indignación absoluta en las Islas tras sugerir el ministro Marlaska que Madrid pretende repetir en el Archipiélago el modelo carcelario de Lesbos y Lampedusa; Escrivá presenta un plan de 7.000 plazas

Resultaba evidente, pero costaba terminar de creerse, que España se prestaría a convertir a una de sus joyas turísticas como es Canarias en un muro con tintes penitenciarios frente a la inmigración irregular por vía marítima, una solución que, como se ha revelado en otros territorios de la Unión Europea como Lesbos (Grecia) y Lampedusa (Italia), no solo se ha demostrado que dista mucho de frenar el tráfico de seres humanos hacia Europa, sino que, además, atenta contra los derechos humanos de unas personas que se han jugado la vida por tener una mejor. El Gobierno de Sánchez medita las decisiones que ha de adoptar para evitar semejante atropello tras el rechazo de las Islas.
El ministro José Luis Escrivá, titular de Migraciones, partidario confeso de las derivaciones de los migrantes a la Península, presentó ayer en un power point lo que denominó Plan Canarias, y que, básicamente, consiste en habilitar campamentos provisionales para recluir a unas 7.000 personas en las Islas. Este plan, con apariencia de gran reclusión, ha de ser ahora complementado con las derivaciones demandadas por el presidente Torres.
Más claro todavía fue el de Interior, Fernando Grande-Marlaska, quien anunció durante su visita a Rabat (Marruecos) que la política migratoria europea frenaba las derivaciones hacia la Península. La excusa fue desmontada en apenas unas horas, las que tardó el portavoz de Migración de la Comisión Europea, Adalbert Jahnz, en asegurar que exista normativa europea alguna que impida trasladar a los inmigrantes a la Península o Baleares.
A pesar de tratarse de políticos de su propio partido (es el caso de Grande-Marlaska, dado que Escrivá es independiente), el presidente de Canarias, el también socialista Ángel Víctor Torres, estuvo a la altura de su cargo y de las responsabilidades derivadas: “Canarias se niega rotundamente a ser quien reciba el 100% de la inmigración que llega. No podemos solos, no lo aceptamos y nos rebelamos ante esta acción”, no dudó en manifestar el aruquense.
Como era previsible, los partidos nacionalistas coincidieron en su postura; tanto Nueva Canarias como Coalición Canaria se sumaron a las duras críticas de Torres en defensa del Archipiélago. Mientras el coordinador territorial de NC, Luis Campos, habló ayer de “encarcelamiento fáctico” de los migrantes en Canarias, que aseguró “no” se va a permitir, el secretario general de CC, José Miguel Barragán, tenía claro que “la voluntad de Madrid es convertir a las Islas en la cárcel de la frontera sur de Europa”. Desde Unidas Podemos, el PP y la ASG la postura fue idéntica.
Queda el consuelo de que otros territorios, atentos a esta ignominia con los canarios, ya se ofrecen a acoger inmigrantes, como son el País Vasco, Extremadura y Castilla-León, entre otros.

Jaque mate

Canarias es tierra de acogida, ¡no una cárcel!

Quinientos años acogiendo a quienes llegaron a nuestras costas. Los canarios tenemos tanto de aborígenes como de andaluces, extremeños, castellanos, portugueses, catalanes, marroquíes, franceses, venezolanos, italianos, cubanos… Tenemos centros educativos con más de un centenar de nacionalidades entre sus alumnos. Hacemos nuestra tarea, acogiendo a los menores no acompañados. Ahora llegan por miles, sí, pero no quieren quedarse aquí en su práctica totalidad. Y si alguien pretende, desde Madrid, que Canarias sea una cárcel para ellos, se equivoca. ¡Los canarios no lo vamos a permitir! ¡Jaque mate!

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