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El CD Tenerife acaba 2020 fuera de los puestos de descenso tras ganar con claridad al Girona

Bruno Wilson y Fran Sol encaminaron el triunfo en la primera parte
Excelente primera parte de un Tenerife que gana 2-0 al Girona. | DA

Ni el aficionado más optimista podía imaginar que el Tenerife fuera a acabar el 2020 ganando con total claridad y merecimiento al Girona. Bruno Wilson y Fran Sol materializaron, en la primera parte, el triunfo de los blanquiazules, que completaron su mejor partido en lo que va de temporada. Triunfo que alivia en la clasificación a los de Luis Miguel Ramis, que logran acaban el año fuera de los puestos de descenso.

Ramis realizó numerosos cambios para el último once inicial del año. El entrenador tarraconense cambió medio equipo con respecto al último choque liguero. La revolución empezó por la defensa, donde jugaron Sipcic y Bruno Wilson (Alberto y Carlos Ruiz jugaron en Oviedo). Además, en la defensa también apareció Álex Muñoz en el puesto del sancionado Carlos Pomares. El otro jugador que se quedó sin jugar por castigo fue Aitor Sanz. Su puesto en la medular lo ocupó el canterano Javi Alonso, quien acompañó a Folch. Además Ramis jugó con dos delanteros con la pareja formada por Fran Sol y Manu Apeh. Numerosas novedades que dan a entender que Ramis aún no tiene decidido del todo su once tipo.

Los locales empezaron a inquietar el portal catalán muy pronto. Fran Sol dispuso de una primera aproximación con un cabezazo, tras centro de Álex Muñoz, que se marchó rozando el palo de la portería defendida por Juan Carlos. Solo fue un aviso de lo que pasaría dos minutos después, en el 7. Nuevamente tiró del rifle de precisión Muñoz para colgar un balón al segundo palo para que Bruno Wilson adelantase a los blanquiazules con un cabezazo cruzado. Buen inicio de un Tenerife que no parecía respetar en exceso a todo un aspirante al ascenso.

Los visitantes tardaron en reaccionar y no lo hicieron hasta el minuto 22 con un remate de cabeza de Cristóforo que se marchó desviado. Solo fue un espejismo, porque el gladiador Apeh lideraba a un Tenerife que mantenía en vilo a la defensa gerundense. El nigeriano probó fortuna a la media hora de juego con un disparo que Juan Carlos, portero visitante, desvió a saque de esquina. Tres minutos después, el Girona intentó dar signos de estar vivo con una jugada personal de Yoel Bárcenas que Dani Hernández desbarataba con los pies.

Pero solo fue un espejismo, porque volvió a golpear el Tenerife en el minuto 34. En esta ocasión fue Moore el que centró desde la derecha al primer palo, prolongó Álex Muñoz y apareció Fran Sol en el área pequeña para mandar al fondo de las mallas el balón, ampliando así la ventaja del equipo de Ramis.

El 2-0 lucía como un espejismo en el videomarcador del vacío Heliodoro y ni tan siquiera los jugadores del Girona se lo terminaban de creer. De hecho no reaccionaron en lo que restaba de una primera mitad muy sobria y limpia de los blanquiazules. Es verdad que el Girona controlaba el juego, pero eso no suponía que tuviera el control del partido. El Tenerife dominaba la situación haciendo un juego muy práctico que cogió por sorpresa al equipo catalán. Excelente primera parte, por lo que se trataba de no echar por tierra todo el trabajo hecho.

La segunda parte comenzó con cambios en el CD Tenerife. Apeh acabó la primera parte lesionado y Ramis lo retiró, a disgusto eso sí, por Joselu. Más tarde, en el 54, también se retiró lesionado Folch y accedió al terreno de juego Alberto.

La tónica de este segundo acto fue parecida al del anterior y las ocasiones seguían correspondiendo al cuadro tinerfeño. Por ejemplo, Álex Muñoz probó con una volea en el 62 que no encontró portería. Muchísimo más clara fue la doble ocasión que fallaron de forma increíble Fran Sol y Álex Bermejo. Una asistencia de Joselu la aprovecha el ‘19’ blanquiazul para rematar de cabeza desde muy cerca. Desvió a córner Bernardo Espinosa. Inmediatamente después, Álex Bermejo remata con la derecha a quemarropa desde el lado izquierdo el saque de esquina y la pelota nuevamente se resistió a entrar.

Camino del minuto 75 y casi en la recta final de un choque medio adormecido, Alberto y Nahuel Bustos se enzarzaron en una riña que finalizó con los dos jugadores expulsados con roja directa merecida. Así los dos equipos afrontaron los últimos 15 minutos de partido con diez jugadores cada uno. Ramis reaccionó a esta expulsión con un cambio un tanto extraño. Se fue Fran Sol y entró Carlos Ruiz, que se colocó en la zaga. Ramis trató de cerrar la contienda con cinco centrales. Poco después, Joselu pidió el cambio cuando apenas quedaban siete minutos de partido. Mala suerte para el punta, que ya ante el Oviedo se tuvo que ir del campo a los 7 minutos de partido por culpa de la expulsión de Pomares. Además también se marchó en el mismo momento (minuto 83) Bruno Wilson. Llegaron al campo Vada y Shashoua.

Los últimos momentos sobraron y el Tenerife no pasó apuros frente a un Girona que ayer fue peor que un Tenerife solvente arriba y abajo. Más no se podía pedir en la despedida de este atípico 2020.

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