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Petri Ramos, la mujer que protege a los que mandan en Santa Cruz

Petri Ramos es, desde el pasado mes de marzo, la encargada de hacer cumplir los protocolos de limpieza y desinfección a los concejales y el alcalde de Santa Cruz
Petri posa junto al árbol de Navidad del Ayuntamiento al término del Pleno del pasado viernes. Fran Pallero

Se llama Petri Ramos y lleva más de 20 años trabajando en el servicio de limpieza del Ayuntamiento de Santa Cruz. Desde el pasado marzo se ha convertido en una de las caras más reconocibles para los que frecuentan la sede del Palacio Municipal, ya sea para asistir a una reunión, a un Pleno, una Comisión de Control o cualquier acto que se desarrolle en el Ayuntamiento capitalino. Se la ha podido ver en las ruedas de prensa poniendo firmes a concejales y hasta al propio alcalde, José Manuel Bermúdez, para que cumplan con los protocolos sanitarios. Y es que Petri es la encargada de que se cumplen las medidas de limpieza que garantizan la seguridad en todo el momento.

Paño y desinfectante en mano, se encarga de limpiar mesas, sillas, micrófonos o atriles. “Es una cosa nueva para todos. En mi caso he pasado de esperar a que terminaran los Plenos o las ruedas de prensa para limpiar y recoger, a estar todo el tiempo que duren los actos, pendiente de cualquier cambio para proceder a limpiar y que esté todo en orden”, cuenta a DIARIO DE AVISOS, justo tras el Pleno extraordinario de este viernes.

A sus 52 años, esta mujer viuda y con tres hijos confiesa que no le preocupa en exceso el estar más expuesta a los contagios que el resto de personas por el tipo de trabajo que desempeña. “Claro que me preocupa el virus, pero soy una persona muy positiva e intento no obsesionarme con eso todo el tiempo, porque si me centro en esa preocupación no haría bien mi trabajo en estos momentos”.

Confiesa entre risas que ahora mismo es una de las personas más informadas del Ayuntamiento de Santa Cruz, “quizá demasiado”, admite de nuevo entre risas.
Su horario no ha cambiado, sigue trabajando de siete de la mañana a tres de la tarde, y tampoco su sueldo, que sigue siendo el mismo, aunque sus labores de limpieza se han multiplicado. “Lo primero que hago es abrir la Alcaldía, me encargo de desinfectar todo, los despachos, mesas, sillas… Si hay reuniones estoy pendiente de lo que puedan necesitar, así ha sido desde que se inició la pandemia”, cuenta.

Hace unos meses reforzaron su turno con otra compañera para que también se pudiera realizar el resto de trabajos de limpieza pendientes, además de las labores específicas de desinfección que realiza Petri.

Cuando se le pregunta si los concejales la ayudan en su trabajo, responde que sí y añade que “son todos muy comprensivos. Al principio, como a todos, les costaba un poco más, pero yo los frenaba, hasta al señor alcalde le cojo los papeles y lo hago esperar para limpiar todo antes de continuar”.

Insiste en que su forma de ver la vida la ayuda mucho en esta situación de estrés pandémico. “Reconozco que por mi forma de ser puede que vea las cosas de forma diferente a como la ven otras personas, que se angustian con tantas noticias negativas. Yo intento no centrarme mucho en eso, hago senderismo, me rodeo de gente, eso hace que no sienta ese miedo”.
Petri confiesa, al ser entrevistada por DIARIO DE AVISOS, que no acaba de creerse que un medio de comunicación se interese por su trabajo después de tantos años, y admite que se siente orgullosa de poder representar a un sector, el de las limpiadoras, que como muchos otros, han estado al pie del cañón, muchas veces sin los medios necesarios para desempeñar el importante trabajo que llevan a cabo.

Petri volverá a su trabajo el miércoles, cuando se retome la actividad municipal; junto a ella, todo el personal de servicio que hace que el Palacio Municipal funcione de forma segura, desde el control de seguridad, pasando por los ordenanzas y responsables de protocolo, trabajos a los que la pandemia les ha puesto cara.

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