El Boletín Oficial de Canarias publicó ayer el decreto de nuevas medidas específicas de contención de la COVID-19 en el Archipiélago que se aplicarán en función del nivel de alerta. Se activarán a las 00.00 horas de mañana día 11 y hasta el día 24 de enero, aunque los niveles se evaluarán semanalmente. Según el informe epidemiológico actualizado el 7 de enero, Tenerife continúa en nivel de alerta 3; La Gomera, Gran Canaria y Lanzarote están en nivel 2; y el resto de Islas en el 1.
Uno de los miembros del Comité Científico que asesora al Gobierno de Canarias en esta pandemia, Antonio Sierra López, aseguró que “la responsabilidad de la población es básica” para que las Islas puedan rebajar las restricciones y apuntó a estudiar medidas para “armonizar la protección de la salud” frente a la COVID “con una actividad económica que permita a estos autónomos y pymes poder trabajar”.
Reconoció que “las medidas restrictivas se imponen como una necesidad, pero el problema es que lo que menos impacto tiene a nivel económico es justamente lo que nos está costando controlar, y es que la gente respete las normas de prevención en las reuniones domiciliarias, los aforos, la distancia social y el uso de la mascarilla, y pese las medidas los casos se nos escapan”. Por tanto, “la responsabilidad de la población es básica y es lo que estamos intentando hacer comprender a la sociedad, porque la transmisión comunitaria se está produciendo en las reuniones del ámbito privado”, recordó.
“El 95% de la población es virgen y está en grave riesgo por el coronavirus”
Las diferencias en la evolución en las islas de Tenerife y Gran Canaria durante toda la pandemia ha sido un tema de discusión. En este aspecto Antonio Sierra reconoció que “no hay una explicación epidemiológica, ya que el SARS-CoV-2 puede moverse de manera caprichosa”.
Sin embargo, recordó que en estos meses “el coronavirus está ahora en un magnífico momento para él, y en Canarias tiene una población virgen para contagiar. La última encuesta serológica señala que solo el 5% de los canarios había pasado la infección, por el 10% a nivel nacional y más del 15% de otras comunidades. Por tanto, que suba ahora en Gran Canaria y se estabilice en Tenerife es normal, un 95% de la población es virgen y está en riesgo por un virus muy contagioso. Seguiremos en lucha contra el coronavirus hasta la llegada del verano y vamos a ver si conseguimos controlar esta segunda onda pandémica”.
No será una tarea fácil ni rápida, todo lo contrario: “Será muy duro pues tardaremos todavía muchos meses en inmunizar a porcentajes altos de la población pese a que la vacunación en las Islas va bien, comenzando por la población más vulnerable de las residencias de mayores y centros de discapacitados, que es donde se concentra la mayor cantidad de casos graves y fallecidos, pero tardaremos en llegar al 70% dependiendo de la logística y del aprovisionamiento de vacunas”. Por tanto, insistió en que “es fundamental la conducta de la población”.
El catedrático de Microbiología, Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de La Laguna (ULL) reconoce que no le gusta que los políticos y sus asesores “hablen de vamos a eliminar el virus”, ni “la vacunación es el principio del fin” alegremente porque crean falsas expectativas cuando estamos todavía en plena lucha contra el SARS-CoV-2, con la respuesta sanitaria muy cansada y las restricciones haciendo daño a algunos sectores. “Este coronavirus se quedará entre nosotros, como la gripe y otros virus catarrales y, por tanto, hasta que podamos controlar sus contagios tendremos por delante un año 2021 muy duro, en el que las vacunas serán un instrumento fundamental, pero en el que los ciudadanos tienen que seguir colaborando en controlar su expansión, sobre todo en esa minoría importante que provoca que hayan rebrotes, protegiéndose de manera individual y respetando y no relajándose en las reuniones familiares, sociales y laborales, que están detrás de la mayoría de los contagios”.
En relación a las críticas que se están produciendo ante las medidas adoptadas en las diferentes Islas, recordó que “las decisiones que se adoptan son puramente de los responsables políticos y sanitarios en las que el Comité asesor no entramos”, pero a la vez consideró que “hay que procurar apretar lo imprescindible a la sociedad para frenar la pandemia, porque la salud es lo primero, pero también hay que pensar en el fuerte impacto económico que suponen algunas medidas”. “Otros piden más restricciones, pero hay que meditar mucho dónde estamos y hacia dónde vamos, y vigilar las medidas restrictivas que no producen en ocasiones un impacto muy favorable”.
En este punto, Antonio Sierra reconoció que “al igual que en los colegios, los menores y adolescentes han cumplido, hay que ver cómo darle un margen a los bares, cafeterías y restaurantes para que puedan respirar. Hay que estudiar cómo hacerlo porque muchos están en una situación dramática, y al igual que lo hemos conseguido controlar a niveles educativos, hay que intentar armonizar la protección de la salud con una actividad económica que permita a estos autónomos y pymes de la hostelería y la restauración poder trabajar y mantener sus negocios”.
Será sobre el 20 de enero cuando se verá “todo el impacto del aumento de contagios que se han producido debido a las fiestas navideñas” y será entonces cuando “se podrá dar esperanzas”, pero dependerá “de nuestra respuesta sanitaria, de vacunación, pero, sobre todo, del adecuado comportamiento ciudadano, que evitará apretar a los empresarios y trabajadores de estos sectores económicos que lo están pasando mal”, finalizó.
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