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Carolina Darias, una puntal en la brega ministerial: agarrada con maña

En la brega política, unos cuantos luchadores canarios se han distinguido por sus mediáticas agarradas en el terrero de la actualidad nacional
Carolina Darias. / SUJA

Carolina Darias. / SUJA

En la brega política, unos cuantos luchadores canarios se han distinguido por sus mediáticas agarradas en el terrero de la actualidad nacional. Otros puntales precedieron a Carolina Darias. Eligio Hernández (PSOE), el Pollo del Pinar, fue un polémico fiscal general del Estado (1992-1994) al que intentaron tumbar desde su nombramiento, declarado ilegal por el Tribunal Supremo en junio de 1996. Estoicamente, aguantó el forcejeo dentro del círculo de arena. Paulino Rivero (CC) dirigió en el Congreso la comisión sobre los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid: “Provocaron una fractura política”. En mayo de 2017, Pedro Quevedo (NC) fue elegido presidente de la comisión de investigación sobre la presunta financiación ilegal del PP (le fastidió no haber sacado un dictamen) y Ana Oramas (CC) asumió la de la crisis de las cajas de ahorros (el informe exculpa a los partidos y pone la lupa en los “errores particulares”).   

Darias se enfrenta al desafío del coronavirus aferrada al reto de culminar el delicado proceso de vacunación, una vez que el anterior ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha emprendido la campaña electoral en Cataluña. Al oficializarse el relevo, prometió combatir la pandemia sin tregua: “Necesitamos reducir la transmisión del virus. Estoy convencida de que lo vamos a conseguir. Tenemos las herramientas y la determinación para llevarlo a cabo. Tenemos una estrategia, coordinación entre las administraciones y la vacunación en marcha. Nos corresponde realizar un nuevo esfuerzo colectivo para minimizar el impacto de la covid-19”. Imbuida de la confianza de Pedro Sánchez, se inspira en el “fantástico trabajo” ejercido por Illa en un año y catorce días: “Quiero ofrecer mi respeto a todos los ministros de Sanidad a lo largo de la historia de la democracia. De todos se aprende, pero me centro singularmente en Salvador. Gracias por tantas cosas, por haber estado al 101%, una cifra se queda corta. En todos los momentos ha estado siempre tu compromiso y templanza en circunstancias inimaginables que nos está dejando esta maldita pandemia. Gracias por esa mirada inteligente. En los peores momentos, hemos encontrado en ti tranquilidad, prudencia y rigor”. 

Carolina Darias atisba en la salud “una condición previa” para el funcionamiento de la sociedad y la economía: “Una de las grandes lecciones es el valor de lo público. Esta pandemia ha puesto de manifiesto la fortaleza del sistema público de nuestro país y sus capacidades y potencialidades. Nuestros profesionales sanitarios son el sostén del buque insignia de nuestro Estado de bienestar, que cuida de nuestro bien más preciado”.  En este tratamiento, Carolina Darias receta “diálogo, entendimiento y cooperación”.  

A Miquel Iceta le traspasó la gestión de Política Territorial y Función Pública, una cartera no llena de chuches. La España “fuerte, unida y diversa” que invoca el ministro estaba en entredicho cuando Darias accedió al puesto en enero de 2020 de la mano de Luis Planas (Agricultura), que cubría la vacante de Meritxell Batet, la hoy presidenta del Congreso. Le tocó en suerte el rasca de la Administración, con los empleados pendientes de una subida salarial, y el de las comunidades autónomas, con olor a la pólvora de la traca secesionista y patadas debajo de la mesa bilateral montada con ERC. “No va a haber sobresaltos, inventos ni improvisaciones”, calmó Iceta. Darias resumió su labor en la idea de “contribuir al progreso” del país. Y le encasquetaron un concepto, el de la “cogobernanza”, repetido hasta la saciedad, que no existe.   El arte de la gobernanza consiste en la “interrelación equilibrada del Estado, la sociedad civil y el mercado para un desarrollo económico, social e institucional lo más estable posible”. Bueno, el palabro no se le ocurrió a ella. 

La que había sido consejera   de Economía, Conocimiento y Empleo en el Ejecutivo de coalición liderado por Ángel Víctor Torres vinculó su designación a un “reconocimiento” a Canarias, que “aporta con sus singularidades”, al PSOE regional y a sus militantes: “Sabemos cómo articular los acuerdos a través del consenso para sumar y crecer juntos”. 

Darias testimonia uno de los episodios más angustiosos en la reciente narrativa del archipiélago: la llegada de decenas de miles de personas en cayucos y pateras procedentes de África entre 2006 y 2008. Como subdelegada del Gobierno en Las Palmas (luego sería delegada en Canarias), diseñó al lado de José Segura una logística que ha perdurado. En medio, Carolina Darias llevó la portavocía de Sanidad de su bancada en el Parlamento autonómico. Concejal (1999-2004) y consejera en el Cabildo de Gran Canaria (2011-2015), el 23 de junio de 2015 se convirtió en la primera mujer presidenta de la Cámara autonómica. En la apertura de la novena legislatura, el 1 de julio, Carolina Darias abogó por transformar “la desafección, la repulsión y la indignación en acción política, reducir la brecha entre la ciudadanía y las instituciones, para que la esperanza aglutine más que la indignación, y para que la desafección retroceda”. Proclamó que la ciudadanía ansía escuchar que hay salidas: “Y quiere verlas. Quiere ver liderazgos compartidos que se hagan cargo del estado de ánimo de los demás, estar con la gente, escucharla, guardar respetuoso silencio ante el otro, abriendo nuevas fórmulas de entendimiento”.  Sentenció que el argumento “inicial y final” en la política es la honestidad: “La limpieza en la vida pública es incompatible con la falta de ejemplaridad. Seamos implacables con quienes no lo sean y reivindiquemos una política guiada por la decencia y la ética”. Reclamó un acercamiento a las personas; especialmente, a los colectivos más vulnerables, que “esperan un conjunto de acciones de apoyo que favorezcan la plena inclusión en la sociedad, con una mayor igualdad de oportunidades”.  En aquel discurso, defendió “una Canarias sostenible con el medio ambiente y responsable con el territorio; que sitúe al sector primario donde le corresponde, y económicamente emergente”. 

Durante una sesión solemne conmemorativa de 40º aniversario de la Constitución, en la que intervinieron la presidenta del Congreso, Ana Pastor; el del Senado, Pío García Escudero, y el de la Comunidad Autónoma, Fernando Clavijo, Darias leyó una declaración en la que se llamaba a las nuevas generaciones a ver la Carta Magna de 1978 “no solo como una herencia del pasado”, sino como “el horizonte de sus aspiraciones para una vida mejor”.  

El 6 de abril de 2017, antes de participar en el Comité Permanente de la Conferencia de Parlamentos Autonómicos Regionales de Europa (Calre), Carolina Darias instó a los órganos de la Unión Europea a implicar a las regiones en las decisiones frente a fenómenos como los movimientos migratorios: “Representamos a la ciudadanía en los territorios. La clave está en actuar en el origen. El Gobierno de España, el de Canarias y las entidades no gubernamentales dieron una respuesta ejemplar. Aprendimos que las personas nunca son el problema. Puede haberlo de gestión de recursos, tiempos o espacios. Pero las personas son víctimas de otros seres humanos”. La copresidenta del grupo de trabajo sobre movimientos migratorios y derechos humanos acudió a la asamblea de la Calre, en Bruselas, para presentar un paradigma innovador: “Creemos que hay que rescatar el modelo social de Europa, de los valores en su tratado fundacional”. Darias sugirió la fecha del 18 de octubre como Día de la Carta Social Europea, la arquitectura normativa de los derechos humanos. La propuesta sería aprobada en junio y, el 17 de octubre, el presidente de la Calre, el andaluz Juan Pablo Durán, ensalzó en Santa Cruz de Tenerife que el informe Movimientos mixtos de población y derechos humanos: una respuesta civilizada supone un instrumento “muy potente para determinar hacia dónde se debe caminar”.  

El 27 de marzo de 2019, Carolina Darias se despidió de sus señorías emocionada por la evocación de la “gran complicidad”.     

Carolina Darias promete el cargo de ministra de Sanidad ante Felipe VI y Pedro Sánchez. / DA

Un perfil que mira de frente a los desafíos

Carolina Darias San Sebastián nació el 25 de noviembre de 1965 en Las Palmas de Gran Canaria.  Se afilió al PSOE en 1996, cuando los socialistas perdieron las elecciones después de casi catorce años en el poder. Funcionaria de carrera, es licenciada en Derecho por la Universidad de La Laguna y posee un doctorado sobre Nuevas Perspectivas en la Ciencia Jurídica. Está casada con José Alfonso García, del grupo folclórico Los Gofiones. La pareja tiene tres hijas adoptivas. Como consecuencia de la bomba vírica del 8M de 2020, fue la segunda ministra infectada por la covid-19, tras Irene Montero. 

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