
Suenan entre las calles de El Cigüeñal, en Chimisay, ritmos urbanos que salen de la mente de un par de pibes criados en el barrio. Canciones de reguetón, trap, rap y R&B no solo pensadas entre grandes edificios grises, sino también producidas y comercializadas a través de la discográfica BeatDem Music y la radio BeatDem FM.
Miller Brown, Lil Épico, Ryan Yanes y Anely son cuatro de los artistas que impulsan la humilde fábrica de artistas de la calle Simbad. En el local hay espacio para el estudio de grabación y la mesa de mezclas, así como para la radio a través de la que muestran a la zona metropolitana los temas creados.
El artista internacional Miller Brown, nacido en Guyana pero residente en Ofra, contaba a DIARIO DE AVISOS que fue hace justo un año cuando abrieron la discográfica. Anteriormente trabajaban desde casa pero “para hacer real el sueño” que se habían planteado, buscaron un local en el que fuera más cómodo reunirse.
Brown se define como una de esas personas que piensan a lo grande. Ha compartido escenario con artistas de renombre como Daddy Yanki y Don Omar y habla con el acento de quien ha vivido en Guyana, Venezuela, Estados Unidos, Madrid y ahora, en el barrio de Ofra, en Tenerife.
Para él, viajar es una vía para “conocer culturas” y “tomar ideas”, conocimientos que cree que no deben luego guardarse en el interior de uno mismo sino “traerlos a tu tierra y hacer que las cosas vayan mejor aquí”.
Ese es el motivo que le habría llevado a buscar formas de dar salida a los proyectos de artistas de las Islas. De hecho, cuenta que en 2006, a través del programa del Gobierno autonómico ‘Canarias Crea’, pudo viajar junto a la artista Claudia Mena para comenzar su promoción en El Salvador y Colombia.
Con ese mismo fin de volver internacionales a los músicos canarios, ahora este ‘manager’ de artistas ha puesto su mirada en la creatividad que existe en el barrio. “Yo necesito compartir lo que he aprendido, hacer de guía para que los chavales se desenvuelvan mejor”, relata el guayanés, quien aclara que “no se trata solo de que los chavales hagan su música y la graben, sino que hemos creado una pequeña escuela”.
De hecho, en la discográfica dan importancia a la composición musical y, cuando las medidas sanitarias lo permitían, se reunían en el sillón del local para fusionar ideas y dejar salir las palabras.
Brown apunta que en la “pequeña escuela” también se enseña a los jóvenes cómo deben relacionarse con otros cantantes, cómo comportarse en un escenario o cómo enfrentarse a una entrevista para un medio de comunicación.
Respecto a los estilos musicales presentes en la discográfica, asegura que se intenta “no poner límites a la creatividad”. No obstante, los ritmos urbanos como el reguetón, el house y el R&B son los que tienen una mayor presencia, y especialmente el trap y el rap, que son “los que están pegando más fuerte ahora”.
Y no hay tampoco un mínimo de edad para descubrir nuevos talentos: “Hay un niño de cuatro añitos que está empezando, también una niña de ocho años que canta y baila, y luego está Izan La Cruz, que tiene catorce años”, dice Brown sobre lo que considera ‘la cantera’ de artistas del barrio.
La fase final de la creación de un producto musical culmina con su comercialización. Por eso, además de la puesta en marcha de la discográfica, en el mismo local se ha impulsado la radio BeatDem FM. Hace apenas unas semanas comenzaban a realizar emisiones en prueba “para ver cómo suena todo”.
Por ahora, Brown apunta que los resultados de la emisora son exitosos: “Todo lo que estamos sacando está teniendo impacto. Hay gente que nos llama para preguntarnos quiénes somos y también nos contactan artistas para pedirnos que emitamos su música”.
CUANDO LLEGÓ LA COVID
Si hace un año estos jóvenes comenzaban ilusionados su proyecto musical, muy pronto encontrarían la primera piedra en el camino: la llegada de la COVID-19. Así, empezaron a caerse una tras otra la contratación de los artistas por parte de los ayuntamientos que querían que actuaran en las fiestas del municipio, y también otros acuerdos con terrazas y discotecas de la Isla.
“Digamos que si no fuera por la pandemia, las cosas estarían mucho mejor, la verdad”, explica Brown, quien asegura estar “deseando que la situación mejore” para retomar el proyecto.
Aún así, asegura que este año ha visto el interés de la gente por la música y que “especialmente la gente del barrio, nos apoya en lo que hacemos y nos pregunta cuándo vamos a sacar una canción o si podrán vernos algún día en un concierto”.

EL SUEÑO DE RAYCO
Rayco, o Lil Épico, como es conocido en el barrio, ha vivido durante toda su vida en Miramar. Este compositor y cantante de rap, trap, R&B y hip hop, asegura que no se imaginó nunca poder hacer música desde el barrio: “De pequeño siempre tenía el sueño de poder grabar canciones y no era algo fácil, era algo que veías en las películas y decías: de ahí no pasa”.
Ahora considera que es “muy satisfactorio” ver cómo ese sueño se ha cumplido y que encima, se haya hecho realidad muy cerca de su casa y con una calidad “similar a la de otras discográficas, porque nuestro productor es uno de los mejores de Canarias, sus ritmos son impresionantes”.
Este joven asevera que hacer carrera cuando se tienen orígenes humildes no es fácil y que cada uno de los artistas que conoce “ha sufrido lo suyo”, pues se han encontrado en su camino personas que les han tratado “mal” o les han tratado “algo mejor”, pero ahora “lo que importa es que estamos todos en el mismo sitio”.
Por todo esto, Rayco anima a “aquellos chavales que de verdad les gusta esta música” a intentarlo y los invita a darse un salto al estudio, donde él mismo suele dar consejos sobre lo que considera su fuerte, que es la composición: “A todo el mundo se le puede ayudar a cumplir sus sueños”.
Eso sí, el joven advierte que la fórmula del éxito no existe: “Este es un mundo en el que no puedes ser intrusista y el tiempo que puede llevarte depende de ti mismo, de cuánto le dediques”.
VIDEOCLIPS HECHOS EN LA CALLE
La calle es mala es uno de los últimos temas producido por BeatDem y en él cantan Izan La Cruz, Ryan Yanes y Lil Épico. La canción habla sobre los prejuicios que se tienen sobre el barrio, con frases como “La calle es mala. Y no me importa si es mala, aquí no vuelan las balas”, y en su videoclip, grabado en El Cigüeñal, aparecen vecinos del barrio.