Se puede dar por bueno el punto cosechado por el CD Tenerife ante el Fuenlabrada. No porque el cuadro madrileño haya sido mejor que los blanquiazules. Todo lo contrario. El ‘Fuenla’ no hizo nada destacado en el partido. Todo lo hicieron, para mal o para bien, el Tenerife y Óliver de la Fuente Ramos. Los locales tuvieron muchas ocasiones para marcar, especialmente en la primera parte, y lograron, pero repartieron sus goles. El primero lo anotó, en propia puerta, Bruno Wilson en la primera parte, mientras que Pomares empató en la segunda cuando el colegiado del partido expulsó a Álex Muñoz, por doble amarilla, supuestamente por sacar una falta a favor sin dar la orden. Las imágenes podrán demostrar que el trencilla sí que había dado la señal para ejecutar la jugada a balón parado. La jugada es claramente recurrible. El Tenerife no gana con este árbitro desde hace tres años. Pero tampoco se puede decir que los de Ramis hayan empatado por culpa del árbitro. El Tenerife solo fue capaz de sumar un punto por su falta de calidad en ambas áreas.
Una de las dudas antes del inicio del Tenerife-Fuenlabrada era ver qué papel jugaba Valentín Vada en el choque. Sabiendo que está en la rampa de salida en un mercado de fichajes que está a punto de finalizar, su participación era una interrogante. Pero salió de titular, lo que refleja que su interés por salir es nula. Además regresaron a la relación de titulares Carlos Ruiz y Nono, mientras que Zarfino se quedó fuera de la convocatoria.
Los primeros 20 minutos de encuentro fueron de dominio compartido y lo más destacado fue la cartulina amarilla que recibió Álex Muñoz (minuto 9), que le impide jugar el próximo partido liguero (contra el Rayo Vallecano, el domingo 7 de febrero).
En un accidente, el Fuenlabrada logró adelantarse en el marcador. Un centro al área del cuadro madrileño lo despejó de cabeza Bruno Wilson hacia el interior de su portería. El balón describió una parábola a la que Dani respondió con demasiada lentitud, por lo que un accidente se convirtió en el primer tanto del partido (0-1).
Eso sucedió en el minuto 21, pero tan solo dos minutos después Valentín Vada tuvo la ocasión de empatar el encuentro. El argentino disparó demasiado centrado y se encontró con la buena respuesta del portero Belman, que detuvo con seguridad. En el 37 fue Fran Sol el que tuvo la mejor ocasión de gol de la primera media hora de partido. Recibió de Nono y remató con la derecha desde el lado derecho del interior del área, muy cerca del palo izquierdo, pero el balón se marchó ligeramente desviado. Eran minutos de asedio de los blanquiazules, que parecían no haber sentido demasiado el golpe del gol madrileño. Antes del descanso (minuto 42) Álex Muñoz tuvo otra ocasión para marcar, pero su remate de cabeza se volvió a ir por encima de la portería fuenlabreña.
La segunda parte se reanudó sin novedad en cuanto a los mismos hombres que acabaron la primera parte, pero pronto Ramis decidió meter a Jorge Padilla y retirar a Manu Apeh. Minuto 56 de partido.
En el 61 el colegiado influyó en el partido expulsando, por doble amarilla, a Álex Muñoz. En una falta a favor, el lateral sacó cuando parecía que el trencilla había dado la orden, pero acabó amonestado al blanquiazul por haber sacado sin pitar. Expulsión para el defensa, que ya había visto la primera amarilla en el minuto 9. Los locales no se lo creían. Con Óliver de la Fuente Ramos, el Tenerife no ha ganado en los últimos ocho partidos que los ha dirigido (tres empates y cinco derrotas). Es decir, no gana con este colegiado desde hace tres años. Ramis reaccionó a la expulsión con un cambio: Entró Pomares y se marchó al banquillo Nono.
El duelo se le puso muy cuesta arriba a los de Ramis, que habían creado muchas ocasiones para marcar pero en todas el premio se les resistía. Además, el ‘Fuenla’ jugaba con uno más y el Tenerife con dos menos. Pero en ocasiones se hace justicia en el fútbol. En el 75 Pomares marcó el tanto del empate. Balón largo para Fran Sol, que el delantero pone en el segundo palo y apareció el ‘15’ blanquiazul para equilibrar el marcador. El Tenerife empata un partido que tenía perdido, jugando con un futbolista menos y además su rival juega con 12.
En el 79 Ramis realizó un triple cambio, agotando las sustituciones. Le tocó entrar a Joselu, Folch y Sipcic, mientras que se sentaron Sol, Vada y Carlos Ruiz. Había que ir a por la victoria a la desesperada.
Los últimos minutos fueron de acoso de los locales, pero fue un querer y nunca poder. Jugando con un 4-3-2, el Tenerife no pudo con un Fuenlabrada que casi fue un perfecto convidado de piedra en el partido: se encontró con un gol a favor sin haber disparado y jugando con uno más gracias a una decisión inexplicable del colegiado.
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