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Las Islas se aferran a la vacunación para paliar los efectos de la tercera ola

Está previsto que el Ejecutivo regional estudie hoy, en una reunión del Consejo de Gobierno, decretar el nivel 3 de alerta en Gran Canaria y Lanzarote y levantar algunas restricciones en la isla de Tenerife
Personal de primera línea sanitaria inoculándose el remedio de la compañía Pfizer, como parte del grupo 2 de la campaña de vacunación del coronavirus. DA

La tendencia a la alza de positivos de coronavirus en Gran Canaria y Lanzarote continúa asentándose, hasta el punto de que el presidente del Cabildo de la primera isla manifestaba ayer, en los micrófonos de Cope Canarias, estar de acuerdo con endurecer las restricciones que se aplican en su territorio, teniendo en consideración que se encuentran en fase ascendente de contagios, tal como preveía el responsable insular que podía ocurrir una vez finalizadas las fiestas. En Tenerife, por otro lado, la situación comienza a remitir tras una Navidad de sacrificios, que conllevó una limitación de la movilidad nocturna más estricta que en el resto del Archipiélago, al igual que las normas referentes a los aforos de los centros comerciales, establecimientos de hostelería y restauración, entre otras.

En este sentido, el Ejecutivo regional, que constató en la jornada del miércoles 371 nuevos casos de COVID-19 en toda la comunidad (144 en Gran Canaria, 121 en Lanzarote, 77 en Tenerife, 26 en Fuerteventura, 2 en El Hierro y uno en La Gomera) se prevé que tome, en la reunión del Consejo de Gobierno de hoy, la decisión de pasar de fase a al menos a una de las dos ínsulas que actualmente suman más infectados diarios. Asimismo, en el referido encuentro se debatirá la posibilidad de seguir las recomendaciones que el portavoz del Comité de Expertos que asesora a la Administración, Lluís Serra, adelantó en DIARIO DE AVISOS, consistentes en levantar el confinamiento perimetral de Tenerife -por el cual solo se puede entrar y salir de la Isla por motivos justificados-, permitir que la hostelería pueda utilizar sus espacios de interior y atrasar el toque de queda a las diez de la noche.

Pero si hay un factor determinante en la capacidad de Canarias para superar la pandemia es el ritmo de vacunación; el mismo sobre el que este periódico ha venido advirtiendo, puesto que, a la velocidad que llevaba hasta hace unos días, tardaría seis años en generar la llamada inmunidad de grupo. No obstante, tal como recordó ayer, tras inocularse la primera dosis del remedio de Pfizer, el Jefe de Sección de Epidemiología y Prevención de la Consejería de Sanidad del Gobierno canario y presidente de la Asociación Española de Vacunología, Amós García, dicho paso ha ido en aumento, por lo que, de acuerdo con los tiempos que manejan las autoridades, “antes de verano tendremos un alto porcentaje de la población canaria vacunada”.

Eso sí, para ello habrá que avanzar en los grupos de la campaña de aplicación de los antídotos disponibles, que por ahora son el ya mencionado de Pfizer y el de Moderna, segundo en recibir el aval europeo y del que llegaron ayer las primeras dosis al Archipiélago. Sectores sanitarios y empresariales ejercen presión a las instituciones para que se acelere el proceso, y mucho más con afirmaciones tan contundentes como la que hacía Rojas: “Es evidente que ya tenemos la tercera ola del coronavirus en Canarias, España y Europa”.

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