Corre el tiempo en contra de Juan Carlos Cordero, quien tiene hasta la conclusión del próximo lunes para reforzar con algún fichaje más la plantilla del CD Tenerife. Pero no es seguro que esto vaya a suceder, pues no hay ningún jugador del actual plantel que esté dispuesto a cambiar de aires en esta ventana invernal de fichajes. Y si no se produce una salida, será muy complicado que llegue algún jugador más, aparte de Sergio González, cedido por el Cádiz.
El pequeño remanente que le queda al club tras la desvinculación de Mauro dos Santos solo podría ser invertida en lograr otra cesión. Pero en ningún caso sería un jugador de gran calado. Más bien se trataría de jugador de un escalón intermedio, nunca de un primer espada.
A pesar de esta complicada tesitura, Cordero desea que pasen cosas, como él mismo aseguró recientemente y lo intentará hasta el último momento. No obstante ya se ha encontrado con la negativa de todos los blanquiazules a los que les ha preguntado si estarían dispuestos a abandonar la Isla en estos momentos. Ortolá, Alberto, Kakabadze, Joselu o Vada no quieren irse del Tenerife. En estos momentos de incertidumbre, tener un contrato es un tesoro y ninguno está dispuesto a arriesgarse. De hecho Cordero solo tiene esperanzas en lograr algo con el último citado, que juega en la Isla cedido por el Almería.
El club andaluz no desea repescarlo, pero quizás accediera a darle salida a otro destino, probablemente fuera de España. Otra posibilidad que maneja Cordero es la de dar la baja federativa a un Lasso que tiene pocas opciones, o ninguna, de jugar este curso. Eso sí, antes tendría que tratar con el sevillano si se le amplía su contrato, que expira en junio.
Sea como sea, no está claro que Cordero logre incorporar a algún jugador más en la semana que le queda de vigencia a este mercado.