Jóvenes, artistas e implicados en la defensa de los derechos humanos, así son los 16 estudiantes de la Universidad de La Laguna que han decidido vender sus obras en un mercadillo y donar lo recaudado a las personas migrantes acogidas en el campamento de Las Raíces.
A todos los alumnos involucrados en esta iniciativa solidaria les une “la impotencia al ver cómo las administraciones no toman cartas” en un asunto que, como cuenta Fran García, estudiante de tercero del Grado en Bellas Artes, “les preocupa”.
Tanto es así, que apenas hace un mes comenzaron a pagar de su bolsillo alimentos, ropa y otros objetos necesarios para los chicos acogidos en el recurso de emergencia gestionado por Accem. Y, de forma paralela, han asistido a manifestaciones como la del pasado 6 de marzo, cuando más de mil personas marcharon por Aguere para demandar que se permita a los migrantes continuar su viaje hacia la Península.
A pesar de todo el apoyo que estaban brindando, Fran explica que esta ayuda se veía “muy limitada” al ser ellos estudiantes, con escasos ingresos y en muchos casos con alquileres que pagar. Por eso, a Inés Hernández, también alumna de Bellas Artes, se le ocurrió comenzar a vender prints o reproducciones impresas de sus pinturas a beneficio de los migrantes.
Entre las obras que se pueden adquirir a un precio asequible hay una gran variedad de propuestas artísticas. Retratos de reconocidos cantantes, como C Tangana o Bad Bunny; ilustraciones con un estilo abstracto o dibujos de superhéroes de Marvel y de personajes de películas de Disney son algunas de las opciones a la venta.
“UNAS HORITAS DE TRABAJO PARA AYUDAR”
“La idea de recaudar dinero a través de la venta de las obras nos pareció muy buena. Sabíamos que era un trabajo que nos llevaría un par de horitas de trabajo en casa, pero precisamente a esto es a lo que muchos nos dedicamos”, explica Fran, quien además suma el hecho de que al ser la mayoría de las obras de creación digital, apenas hace falta una inversión inicial en la compra de materiales.
De esta forma nació el mercadillo solidario, que primero fue virtual, con los artistas publicitando un catálogo de obras en Twitter e Instagram, y ahora tiene su sede física, con una mesa y un tablón para exponer los prints, en el edificio de Bellas Artes. “Por suerte no hemos encontrado muchos obstáculos, en nuestra Facultad siempre nos dan libertad para nuestros proyectos”, valora Fran.
Gracias al impacto conseguido en las redes sociales y por el boca a boca, a la iniciativa fueron sumándose poco a poco estudiantes de distintas enseñanzas universitarias, algunos incluso de carreras no artísticas. Y en la actualidad son 16 los jóvenes con un talento para el arte que han cedido sus obras.
La intención es que el próximo punto de venta sea habilitado en el Campus Central, en Guajara, para lo que ya han tramitado los permisos y están a la espera de que la universidad les ceda un espacio más visible que el que tienen ahora.
“HASTA QUE LA SITUACIÓN MEJORE”
Aparte del principal fin solidario del mercadillo, esta acción es también para Fran una forma de mostrar que el arte tiene una “función social muy importante, porque no solo te deja enviar mensajes más claros, sino que tiene un valor económico dentro del sistema en el que vivimos”.
Este joven asegura además que esa idea de que el arte es “solo una imagen” es “falsa” y sentencia que si históricamente se le han quitado sus funciones, ha sido “por cuestiones elitistas”.
Con ese objetivo social de alcanzar una sociedad menos desigual, los 16 jóvenes quieren destinar lo recaudado a cubrir necesidades básicas de los migrantes, con la compra de productos sanitarios o de higiene, pero también de otros materiales que consideran de igual importancia.
Entre los proyectos que quieren impulsar económicamente, Fran señala que está la escuela montada en el exterior del campamento, que para ellos puede verse incluso como “una oportunidad” para intercambiar idiomas.
Mientras esto se convierte en una realidad, y “hasta que la situación general de los campamentos mejore”, los jóvenes artistas declaran que el mercadillo solidario permanecerá activo.
Retratos de Cruz Cafuné, Rosalía o Marilyn Monroe a la venta por 3 euros
Inés Hernández, Fran García y Nerissa Hernández son 3 de los 16 artistas que ofrecen prints de sus obras en un mercadillo solidario ubicado en el edificio de la Facultad de Bellas Artes y cuya recaudación irá destinada a mejorar las condiciones en las que se encuentran los migrantes acogidos en el campamento de Las Raíces.
Las obras a la venta abarcan todos los estilos artísticos. Algunas han sido realizadas mediante programas de dibujo, mientras que otras se hicieron primero al óleo, con acuarela o acrílico, y luego fueron escaneadas y tratadas digitalmente para su impresión.
Respecto a las temáticas, también hay variedad. Inés, por ejemplo, ofrece retratos de Marilyn Monroe, Bad Bunny o Nathy Peluso realizados al óleo.
Mientras, Fran define su estilo como “suelto, con una pincelada rápida y marcada”, y ha aportado retratos digitales de artistas como el tinerfeño Cruz Cafuné, quien ha mostrado numerosas veces su apoyo a los migrantes a través de las redes sociales.
“Gracias a que Cruz Cafuné movió en sus redes el mercadillo, dando retuit desde el principio, hemos conseguido más visibilidad. Y también ha comprado varios prints”, relata Fran.
Todos las obras han sido tratadas digitalmente, “con cuidado y manteniendo su calidad”, y han sido impresas en un tamaño Din A5. Las mismas pueden adquirirse por 3 euros cada una en Bellas Artes en horario de 08:30 a 13:00 y de tarde de 16.00 a 19:00 horas.