Tenerife confirma que vuelve a ser la Isla donde la COVID-19 circula con mayor incidencia y el Gobierno de Canarias reacciona con un endurecimiento de las medidas preventivas sin esperar a los cambios de nivel, hasta ahora el principal indicador para fijar las restricciones. Así, el Ejecutivo autonómico acordó ayer que Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura, islas donde reside el 90% de la población del Archipiélago, sigan en nivel 2 de alerta COVID (semáforo naranja), pero con restricciones reforzadas, porque “no se conforma” con la estabilización de sus datos.
Medidas
Esas medidas reforzadas consisten básicamente en un adelanto del toque de queda, de las 23.00 a las 22.00 horas, y en una reducción de los aforos autorizados en las reuniones privadas y negocios de hostelería de seis a cuatro personas, explicaron tras el Consejo de Gobierno su portavoz, Julio Pérez, y el consejero de Sanidad, Blas Trujillo. En palabras del titular de Sanidad, en esas tres islas va a regir desde las 0.00 horas del lunes “casi un nivel 3”, pero con dos diferencias importantes: Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura se libran por ahora de un cierre perimetral y no se prohíben las actividades de interior que vetaría el semáforo rojo (hostelería y gimnasios), aunque se reduce el aforo.
También habrá reducciones de aforo en otras actividades, que se perfilarán en el decreto correspondiente, pero no se va a suspender el deporte federado de ámbito regional e insular, como hubiera ocurrido de activarse en esas islas la alerta de nivel 3. Por el contrario, la alegría llega desde Lanzarote, y el Gobierno canario certifica la evolución “tremendamente positiva” de los datos que presenta la isla de los volcanes, bajando su nivel de alerta de 3 (semáforo rojo) a 2 (naranja) a partir de esta medianoche, lo que a su vez implica el levantamiento del cierre perimetral al que estaba sometida la tierra de los conejeros.
Eso sí, las islas que pueden presumir de cómo se traduce la pandemia en sus territorios son La Gomera, El Hierro y La Palma, que, en palabras de Trujillo, siguen en niveles “envidiables”, dentro de lo que supone esta crisis (las tres islas están semáforo verde), un consuelo que no evita la preocupación por la evolución en las islas más pobladas.
El Gobierno de Canarias “no se conforma” con la línea recta, ligeramente al alza, que marcan las gráficas de Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura y “tiene ya alguna experiencia” de que “hay que adelantarse” cuando esos indicadores marcan esa tendencia, explicó Julio Pérez.
Los dos consejeros detallaron además que el endurecimiento de las restricciones en Tenerife, Gran Canaria y Fuerteventura responde a una intención de preparar a la comunidad autónoma para la Semana Santa, durante la que es previsible que la movilidad de los ciudadanos dentro de Canarias aumente.
Turismo
El Gobierno regional espera que si llega algún turismo en Semana Santa sea solo interior y extranjero, porque toda la Península estará sujeta a cierres perimetrales. Y la semana próxima analizará cómo será la movilidad interna en las islas y entre islas, así como las medidas restrictivas que se deban adoptar en esos días.
Todo ello, precisó Trujillo, siempre que ninguna isla suba a nivel 3, lo que implica que quedaría cerrada, salvo para los desplazamientos esenciales marcados en la legislación.
En cuanto a la vacunación, el portavoz del Ejecutivo destacó que entre ayer y hoy se alcanzará la cifra de 200.000 dosis administradas, con unos 60.000 canarios ya inmunizados (con la pauta de dos inyecciones ya cumplida), unos números que consideró significativos, aunque “modestos”, en referencia a que se trata del 4,5% de la población diana.
Pérez añadió que, si las previsiones de llegada de suministros anunciadas por el Gobierno de España y la Comisión Europea se cumplen, Canarias mantiene que podrá conseguir sus objetivos de vacunación a lo largo del verano, lo que a su vez prepararía el terreno para una reactivación “segura” del turismo.
A este respecto, el titular de Sanidad apuntó que las nuevas partidas ya comprometidas permitirán alcanzar “velocidad de crucero” en la administración de vacunas en abril, con la llegada además de una nueva monodosis, la de Johnson & Johnson, autorizada ayer mismo.
Así mismo, Trujillo indicó que Canarias tiene preparado un dispositivo para poder vacunar a entre 25.000 y 30.000 personas a diario, cuando disponga de dosis suficientes.
Durante la rueda de prensa, el consejero de Sanidad ha defendido que, durante este periodo de pandemia, Canarias ha sido la comunidad que más actividad ha mantenido por sí misma dentro de las restricciones, pese al impacto enorme que supone el freno al turismo.
De hecho, Trujillo señaló que si en este momento hay comunidades que tienen mejores indicadores de Canarias es porque vienen de casi dos meses de cierre perimetral y parón casi general de sus actividades, unas condiciones mucho más severas de las que han tenido que sufrir los isleños durante el mismo intervalo de tiempo.