la palma

Jesús Pérez Morera: “Se sabía que no se podía hacer y se hizo”

El doctor en Historia del Arte y profesor de la ULL sostiene que la intervención sobre un edificio del siglo XVIII en Los Llanos no respetó el Plan de Protección del Casco Histórico
Interior de la casa del siglo XVIII de la Calle Real donde se ejecutaron las obras que ahora se cuestionan por, presuntamente, infringir la licencia dada | DA

“No es la primera vez que se denuncia, sin que hasta la fecha haya servido mucho. Una y otra vez se impone la realidad de los hechos consumados, de las normativas técnicas redactadas sin más miras que las de la rentabilidad inmediata y el máximo aprovechamiento”. Quien se lamentaba de esta manera, en declaraciones a DIARIO DE AVISOS, era el doctor en Historia del Arte y profesor de la Universidad de La Laguna Jesús Pérez Morera, en relación a las actuaciones sobre el patrimonio de Los Llanos de Aridane que se han ejecutado a lo largo de los últimos 25 años, periodo durante el cual, como recordó este periódico en su edición de ayer, se han otorgado licencias sin contar con una Comisión local de Patrimonio.

El experto, que ha sido de las voces más críticas con las obras que se llevaron a cabo la semana pasada en una casa del siglo XVIII ubicada en la Calle Real del municipio, señaló que los atentados contra los conjuntos arquitectónicos con valor histórico “es un problema que viene de lejos y del que se han dado alarmas”. Y sobre este episodio, que se puso en entredicho por la destrucción parcial de la fachada del inmueble por parte de los promotores, indicó que esa demolición “se sabía que no se podía hacer y se hizo; quien quiera que lo haya hecho, lo hizo con conocimiento”. Una rotundidad que responde a que el Plan de Protección del Casco Histórico aridanense, entiende, “no solo protege la fachada, sino la totalidad de la primera crujía, con su cubierta de tejas y los muros de mampostería interiores”.

A su juicio, lo que queda tras el paso de la maquinaria de construcción que ha intervenido en la zona -antes de que la Policía Local procediera a precintar el recinto por los presuntos incumplimientos de la licencia concedida- es “un solar vacío con un montón de tierras y piedras”, en contraste con la edificación preexistente, que representaba “un modelo tradicional de casas cada vez más raro, que es típico de Los Llanos de Aridane”. Su elemento más cargado de identidad, el de las ventanas de celosía, si bien el profesor resalta el valor de la casa “como parte de integrante de un conjunto”, y es que en la misma vía se hallan otras edificaciones con unas características similares, que crearían una armónica apariencia y que ahora están, debido a la falta de control de las autoridades, “cada vez más deterioradas y maltratadas”.

Ahora bien, el profesor Jesús Pérez Morera no solo dirige su mirada hacia la permisividad de los representantes públicos con este tipo de “atentados”. Hace hincapié en que el Plan de Protección, creado en 1996, requiere de una revisión y mejora. “Desde luego, es manifiestamente mejorable”, declaró, al tiempo que instó a que se constituya con “plenas competencias” la Comisión Municipal de Patrimonio, órgano que evaluaría la concesión de licencias de obra con una perspectiva experta, a fin de que se preserve la arquitectura típica de la Isla y de la localidad. No en vano, en la misma Calle Real afirma que se pueden observar “remontas estrambóticas, agresivas y ortopédicamente añadidas a las viviendas tradicionales; vaciados salvajes; desaparición o sustitución integral de las carpinterías originales”, entre otras.

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