baloncesto

Nico Richotti: “Me habría gustado saber cuál era mi último partido con el Canarias para despedirme de la afición”

Forma parte de la historia del CB Canarias, pero sigue disfrutando del baloncesto en el Palencia de la LEB Oro
Richotti, durante un partido de esta temporada PALENCIA BALONCESTO

Nico Richotti no solo no pierde la sonrisa, sino que es sincero y claro a la hora de manifestarse sobre la pandemia (ahora mismo padece Covid pese a ser asintomático), la incertidumbre que pasa un deportista, como cualquiera ciudadano, ante esta situación o lo que pude cambiarte la vida cuando tienes una hija. Además, recuerda su salida del CB Canarias, el club de sus amores.

– Ha dado positivo en Covid: ¿cómo se encuentra?
“Bien, estoy asintomático y trato de llevarlo lo mejor posible todos estos días que estaré encerrado. Hay que ser fuerte, porque, con este virus, nunca se sabe”.

– ¿Cómo recibe la noticia?
“Con incredulidad. Primero da positivo mi mujer, que empezó con síntomas, por lo que fuimos a que la vieran y a hacerme yo la prueba, porque entrenaba justo después y no iba a ir estando ella enferma. Cuando di positivo, sinceramente, no me lo creía. Al equipo nos han estado haciendo test y nunca ninguno dio positivo, pero nos citaron a Alba, mi hija, y a mí, y al cabo de dos o tres horas nos dieron el resultado: éramos positivos”.

– ¿Le dio miedo?
“Sí, porque por redes sociales lees y ves casos de gente que lo pasa bien y otra que lo pasa mal y nunca sabes cómo te va a tocar. Yo no le doy muchas vueltas pero a mi mujer, que sí tiene síntomas, le gusta leer e informarse. Hay mucha información, cada uno se queda con la parte que más le influye y, muchas veces, no es lo mejor”.

– A nivel deportivo: ¿llega a influir mentalmente la posibilidad de que en un viaje, o en un partido, puedan haber contagios?
“En pretemporada, cuando no se conocía el protocolo de la competición, sí había incertidumbre, pero porque no sabías la exposición que podías tener. Una vez empezamos pasamos test días antes de los partidos, que te da algo de tranquilidad, porque sabes que han dado negativo. Luego queda también las cosas en manos de la responsabilidad individual de cada uno, de lo expuesto que puedas estar. Yo llevo una vida muy tranquila, trato de no exponerme. Hasta mi positivo éramos el único equipo de la LEB si casos, pero me tocó”.

– Han jugado algún partido con público, aunque reducido. Usted llega a la ciudad referente del club y de la LEB: ¿da rabia no disfrutar del baloncesto con el ambiente habitual en las gradas?
“Obviamente. Nosotros vivimos del público, de jugar ante nuestra gente. En una ciudad como Palencia, con un club con más de 4.000 abonados, se lo puede imaginar. Este año solo hemos podido competir con hasta un 15% de la ocupación y, con ese poquito, ya se sentía el calor. Da pena, pero la situación es la que es”.

– ¿Qué LEB se encuentra tras jugar tanto tiempo en ACB?
“Volver a la LEB era una incógnita. El club tiene una buena estructura, me atienden bien. Es muy profesional. La liga es competitiva, algo que yo ya viví con el CB Canarias. Nos tocó un grupo duro, donde podías ganar o perder en cualquier pista”.

– ¿Ha notado esa sensación en los rivales de ser un poco el hombre a batir?
“A mí me pasó cuando jugué contra gente con trayectoria importante. La motivación es extra. Sí que lo he notado, pero eso me gusta. Me gusta que intenten pasarme por encima, ganarme, porque hace que la competición sea mejor. Es más interesante”.

– Cada vez que han perdido, escribe en redes sociales a sus aficionados: ¿se siente más responsabilizado?
“A la hora de jugar no lo creo. Tengo responsabilidad como todos, como el resto de jugadores o el cuerpo técnico. Cuando fallo, cuando no meto, intento hacerlo mejor. Nunca me he ido a casa pensando que podía haber dado más, pero es verdad que me gusta dar la cara siempre, quizás por ser veterano. En ese sentido, posiblemente, sí me responsabilizo algo más”.

– En ACB o en LEB no hay manera de que, algunos, dejen de llamarlo Ricoti
“¿Todavía?”

– Eso parece.
“Pero ha cambiado ¿no? Al principio de la temporada, obviamente yo no veo mi propio partido en directo, leía luego en Twitter que me decían Ricoti y muchas personas explicaban que era Richotti. Creo que hubo más polémica. Ahora lo he dejado de ver así que espero que lo hayan corregido [risas]”

– Con apellido italiano y 18 años abandona su Argentina rumbo a Italia: ¿cómo lo recuerda?
“Yo era la persona más feliz del mundo porque tenía la oportunidad de hacer aquello que siempre quise: vivir del baloncesto. Viajar a Europa era una puerta que se abría siendo muy joven. Aquella inconsciencia iba de la mano de la adolescencia, porque le hacía frente a todo lo que se me ponía delante. Lo recuerdo con mucha satisfacción”.

– Llega a Bari y se pone a jugar…
“Yo tenía la incógnita de ver cuál era mi nivel. No sabía con qué me iba a encontrar, por lo que yo me tomaba cada cosa súper en serio, no solo los partidos. No era una liga profesional, pero yo sí lo era. El equipo entrenaba tres o cuatro veces a la semana y yo hacía casi doble turno todos los días. Mi foco estaba puesto en ser el mejor jugador posible. Nunca abandoné esa mentalidad”.

Richotti, en su época como jugador del San Isidro

– Tras jugar en varios clubes italianos, le llega la opción de fichar en el CB San Isidro de La Orotava: ¿cómo surgió todo?
“El año en Tenerife fue clave. Tras tres años en Italia jugando al mismo nivel me llega esa oportunidad, que era un poco como empezar de cero, pero sabiendo que iba a poder crecer. Mi mentalidad fue la misma, me lo tomé como si fuera la ACB. Yo no sabía dónde estaba Tenerife, lo busqué en Google Maps. Al ver que era ua isla en medio del océano, con el miedo que yo tenía a los aviones, agarré un poco de canguelo”.

– ¿Mantiene ese miedo?
“No, por suerte ya está superado”.

– La Liga EBA se le quedó pequeña muy rápido…
“Me fue muy bien. Habíamos hecho un equipo para no bajar y las cosas salieron tan bien que peleamos por subir a LEB Plata. Me salió un gran año”.

– Pasa por el Real Madrid, pero el club dejó la LEB Plata para volver a EBA…
“Querían dar más rodaje a su cantera. Me dijeron que, si quería, me podía quedar, pero que lo normal era que me quisiera ir”.

Nico forma parte de la historia del CB Canarias ACB MEDIA

– Su historia en el Canarias es de sobra conocida. Empieza a entrenar bajo las órdenes de Alejandro Martínez que tiene a prueba a Dave Fergerson y a usted, que acaba por quedarse en el equipo, del que termina siendo un símbolo. ¿Con qué se queda de tantos años en el club?
“Con muchas cosas. Los mejores recuerdos de mi baloncesto han sido con el Canarias. El ascenso a la ACB, la Champions o pequeños momentos siempre estarán conmigo, pero me quedo con la evolución que tuvimos club y jugador, porque crecimos juntos manteniendo la ambición. Lo que está haciendo el club ahora es algo magnífico”.

– ¿Cómo vivió su marcha? Porque para muchos aficionados fue un shock.
“Lo entiendo, porque fueron muchos años. No era algo que se estuviese mascando. Yo venía de un año de recuperarme de la lesión, porque no es fácil estar al 100% de un día para otro cuando sufres una tan grave. Fue una temporada de muchísimos cambios en la entidad y yo entré en esos cambios. Sí, fue un poco shock tanto para la afición como para mí”.

– ¿Cómo asume la noticia?
“Mal, aunque entiendo las reglas del juego. En mi contrato había una cláusula por la que podía salir, pero mi idea era retirarme en el Canarias. Llevar tantos años allí tampoco me da derecho a pensar que tengo mi sitio para siempre. Lo entiendo, sé cómo funciona el deporte. El Canarias es mi casa. Me habría gustado saber cuál era mi último partido para despedirme del equipo y la afición. Es, quizás, la espinita que me queda clavada”.

Richotti, homenajeado en el Santiago Martín ACB MEDIA E.COBOS

– Cuando vino a jugar con el Fuenlabrada, no hubo a quién no le firmara o se hiciera una foto con él una vez acabado el partido. Fueron a llevárselo, porque tenía que volver con el equipo a la guagua, y allí seguía…
“Fue una sensación algo extraña. Los días previos a ese partido fueron una mezcla de sensaciones raras. En el momento de la presentación, cuando me pusieron el vídeo en el marcador y todo el mundo se puso en pie no sabía en qué pensar porque estaba aguantándome las lágrimas. Fue precioso. Yo he vivido situaciones duras en Tenerife, por las lesiones, y la gente siempre me apoyó, siempre me agradecieron. ¿Cómo no me voy a quedar a sacarme fotos o a firmar lo que me pidan? No me cuesta nada y lo hago con todo el gusto del mundo”.

– Usted es una persona muy de club, pero aún más en el Canarias…
“Me identifiqué muy rápido con el club, con la gente y con los colores. También con la Isla. Tengo una hija chicharrera… En el Canarias lo pasé muy bien”.

– ¿Se ve vinculado, de alguna manera, al Canarias en el futuro?
“Esas puertas quedaron abiertas. Me encantaría, de algún modo, poder ayudar al club”.

– ¿La pandemia hace que medite más su futuro?
“El pasado verano es verdad que pensé mucho lo que iba a hacer. No quería moverme de España, porque tuve ofertas, pero mi prioridad era estar cerca de mi familia y de Tenerife, porque no sabía qué podía pasar. De cara al año que viene no me he planteado nada, pero voy a cumplir 35 y tengo mi familia, a mi mujer a mi hija y a Byron, mi perro, por lo que ahora las cosas las piensas, si cabe, un poco más”.

– La paternidad cambia a todo el mundo, imagino que también a un deportista, con la necesidad de llevar una vida muy disciplinada.
“Mucho. Gracias a dios, en el aspecto deportivo, mi hija me deja dormir, que eso es lo más importante, pero las prioridades cambian. El foco de tu vida está puesto en ella, que es para quién buscas lo mejor. Hay gente que tiene muchísimo mérito al aguantar lejos de sus hijos debido al trabajo. Yo tengo un compañero de equipo que su hijo nació en septiembre y no lo ha visto desde esa fecha. Yo recuerdo lo mucho que sufría cuando mi hija nació y yo estaba en Zaragoza, haciendo la pretemporada con ellos. Sufro al no verla dos días cuando estoy de viaje, por lo que sí, cambia mucho la vida”.

– Los periodistas, y el público en general, tendemos a analizar el rendimiento de un jugador fijándonos solo en el parido, pasando por alto condicionantes como el que usted habla, que influyen en el deportista…
“Hay muchas cosas que te pueden afectar dentro del juego. Desde problemas familiares, de salud o confianza que son difíciles de manejar. Al final, sobrevive el más fuerte”.

– Antes nombró a Byron, su perro, que es tan importante para usted…
“Yo crecí rodeado de perros en casa. Mi padre tenía tres, cuatro o cinco, porque teníamos espacio. Byron es un miembro más de la familia. Tanto que lo tenemos en cuenta a la hora de tomar algunas decisiones”.

– Hablando de animales y sabiendo lo sensibilizado que está con ellos: ¿cómo en 2021 podemos seguir viendo las escenas de crueldad animal que vemos casi a diario?
“Jamás lo entenderé. No puedo ver los vídeos que suben a redes sociales, es como si me clavaran un puñal en el pecho. No puedo entender que haya gente así. Deberían tomarse medidas más duras respecto a eso”.

TE PUEDE INTERESAR