
Crecen las ventas de los relojes que permiten saber dónde están o con quién están los más pequeños de la casa. Dicen los principales vendedores de este tipo de dispositivos inteligentes que las ventas se han disparado hasta un 40% desde el fin del estado de alarma y tras conocer el caso de la desaparición de las niñas Anna y Olivia en Tenerife.
Estos relojes permiten geolocalizar a los niños. Además, muchos de ellos tienen un micrófono incluido para poder escuchar sus conversaciones, una cámara para tomar fotografías del entorno en el que están o incluso un “botón de socorro” para pedir ayuda si se encuentran ante un peligro. Y esto es lo que da tranquilidad a los progenitores.
Se usan entre niños de los 5 a los 12 años y son relojes de fácil uso. Además se controlan a través de una aplicación móvil que los padres se instalan en sus teléfonos.