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Del decreto para las ayudas estatales a los piropos de Vidina Espino sobre Díaz Ayuso

El Gobierno defiende que su política socioeconómica ha servido para amortiguar el impacto de la crisis, mientras Vidina Espino, de Cs, habla de “pachorra” y destaca la victoria de la presidenta madrileña frente al PSOE

El decreto autonómico que regulará el reparto de los 1.144 millones de euros que el Estado ha asignado a Canarias para ayudas a empresas y autónomos estará preparado a finales de mes. Así lo afirmó ayer el vicepresidente del Gobierno y consejero de Hacienda, Román Rodríguez, durante una comparecencia en pleno del Parlamento solicitada por la diputada de Cs Vidina Espino, que habló de “pachorra” en la gestión de las ayudas por parte del Gobierno y destacó la reciente victoria de Isabel Díaz Ayuso en las elecciones madrileñas del 4 de mayo para defenderse de las críticas del PSOE.

Era de esperar que Espino, una de las diputadas más duras de la oposición, criticara ayer las cifras de paro, con 220.000 personas desempleadas: “La región con más paro de Europa”; o la gestión del Ingreso Canario de Emergencia, que considera que estuvo “mal planteado”; o la lentitud en la exención del IBI a la hostelería; o las cifras de “pobreza severa”, que cifró en 400.000 canarios que, en muchos casos, acuden a ONGs como Cáritas porque no reciben ayudas de las instituciones o son insuficientes. Era de esperar que Román Rodríguez ensalzara el éxito de conseguir 1.144 millones da ayudas del Ejecutivo central o defendiera la gestión del Gobierno canario ante “la peor crisis de nuestra historia”; que mencionara los 40.000 millones que se ha gastado el Estado en ERTE; que reivindicara el aumento del gasto en servicios públicos; o que recordara que Canarias no ha bajado del 35% de población en riesgo de pobreza o exclusión social en los últimos veinte años, cuando la renta media canaria no ha parado de alejarse de la española, del 98% del 2000 al 81% de 2019.

Pero no era tan de esperar que Espino, ante una intervención del diputado socialista Iñaki Lavandera -recordándole los pésimos resultados de Cs en Madrid-, respondiera destacando la victoria de Ayuso: “Al Partido Socialista, que tanto menospreciaba, ridiculizaba y cuestionaba la capacidad intelectual de su rival… menuda barrida que les han dado”, afirmaba. Desde el PSOE, Nira Fierro dibujaba un corazón con los dedos para sugerir la afinidad de la diputada de Cs con la presidenta madrileña, que fulminó a sus compañeros de Cs del Gobierno madrileño después de que este partido presentara una moción de censura con el PSOE para arrebatarle al PP el Gobierno murciano.

Pero más allá de por dónde respira políticamente, Espino sabe señalar con habilidad la herida sangrante: las víctimas de la crisis económica. Podrían ser muchos más sin ERTES ni ayudas, le recordaba el diputado de Sí Podemos Canarias, Francisco Déniz. Pero eso, con tanta fatiga pandémica y precariedad no aminora el malestar ni la necesidad de buscar responsables. “Con el escudo social solo se salvan usted y Pedro Sánchez ”, le decía Australia Navarro, del PP, al presidente Torres, recordándole un reciente informe del Diputado del Común donde señalaba los graves problemas en dependencia. Torres recordó que han contratado a 100 personas, aunque el Diputado dice que son necesarias 300. Navarro también tiró ayer de la subida de impuestos que Sánchez ha prometido para 2023 a Bruselas en el plan que se le exige a cambio de los fondos europeos para la reconstrucción de la economía. “Un infierno fiscal”, decía. No se tocarán los impuestos en Canarias ni habrá peajes en las carreteras, aseguró el vicepresidente Rodríguez, aunque sí defendió una reforma estatal para gravar más a las rentas del capital.

Por su parte, Torres defendió las inversiones en obra pública que ha hecho el Gobierno canario, tras las críticas del diputado de CC, Pablo Rodríguez. En 2020 se ejecutaron 104 millones en obra pública frente a los 63 de 2018, cuando gobernaba CC, recordó. Y anunció que hay 15 proyectos cerrados por valor de 900 millones de euros. También repartió culpas cuando Casimiro Curbelo intentó responsabilizar al Gobierno central de la incertidumbre que se ha generado tras el fin del Estado de alarma. “Las responsabilidades son del Gobierno, de la oposición y de los presidentes autonómicos, algunos de los cuales han decidido abrir discotecas; nosotros hemos decidido seguir los criterios de Salud Pública”. Y así consiguió no enfangar a Sánchez. Pero tampoco contradijo a Curbelo.

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