
El fuerte oleaje está haciendo estragos en la villa mariana de Candelaria con serios daños en el piso de la plaza de la Patrona de Canarias en la zona, donde aún quedan siete esculturas de José Abad de los nueve menceyes guanches, dos de las cuales (Roen y Tegueste) fueron retiradas el pasado 26 de febrero al ceder el suelo donde se ubicaban sobre una gran piedra que todavía permanece en la zona, en la que que ha ensanchado un gran agujero horadado por la fuerza del mar.
Tras dos días azotando el oleaje sobre el paseo de San Blas y la plaza, anoche el mar terminó por llevarse parte de la barandilla de seguridad y hoy los operarios del Ayuntamiento de Candelaria, incluido el concejal de Seguridad, Francisco Alonso, trataban de asegurar la zona para impedir el acercamiento de los visitantes y curiosos anclando unas vallas de plástico al suelo, mientras el agua sobrepasada las propias esculturas de los guanches y se apreciaban losetas regadas por el suelo.
Para mañana está prevista una reunión con Costas -ya programada con anterioridad- para intentar de buscar un remedio que acabe con estas situaciones de inseguridad y que se amolden al proyecto de rehabilitación de la plaza de la Patrona de Canarias que espera su ejecución desde 2010. Una de las ideas que se barajan, dado que las mareas siempre confluyen en San Blas, después de la ampliación del muelle pesquero, es la colación de un espigón submarino, similar al que se colocó en San Andrés, para impedir que el mar llegue libre y con fuerza al paseo y a la plaza.