La vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Nadia Calviño, llega hoy a Canarias para hablar de los fondos Next Generation, el dinero de origen europeo con el que España -entre otros países- y las Islas pretenden acelerar el proceso de modernización y transformación de la economía tras la parálisis producida por la pandemia. Después de un año de trámites y aprobaciones en los parlamentos de los estados miembros de la U.E, el motor del avión está ya en marcha, haciendo ruido antes de despegar. Canarias podría obtener unos 3.500 millones en total. Y charlamos sobre el proceso con Antonio Olivera, viceconsejero de Presidencia, y David Padrón, director General de Investigación y Coordinación al Desarrollo Sostenible.
Los dos son académicos, y se nota. Olivera saca dos folios y dibuja a medida que habla, como si fuera una pizarra: de los 70.000 millones que corresponden a España en ayudas directas, 12.436 han ido para el Plan React-EU, un fondo de choque para reforzar los servicios públicos y paliar las consecuencias inmediatas del desplome económico. A Canarias le han tocado 630 millones de euros.
Ahora se está definiendo una parte de los 60.000 millones de euros que corresponden a España del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, destinado a la transformación económica. Hay tres vías: fondos que se transfieren a las comunidades autónomas directamente; programas estatales a los que también pueden optar directamente las empresas. Y fondos para instituciones locales, que serán los más reducidos y que, en Canarias irán a temas de turismo y movilidad.
Se desconoce el reparto final de todo el periodo, que se hará entre 2021 y 2023, aunque se podrá ejecutar hasta 2026. Pero sí sabemos cómo se ha hecho en 2021. De los 24.000 millones que hay para este año, 10.789 son para las comunidades autónomas, casi 1.500 para las corporaciones locales y más de 11.000 en fondos estatales.
El Gobierno canario espera conseguir 1.800 millones de euros para el fondo que gestione la comunidad autónoma durante todo el plan. Para definir los proyectos, las consejerías y los ministerios del mismo ramo están en un proceso de diálogo a través de una mesa sectorial. Ya vamos conociendo, por ejemplo, que la Consejería de Transición Ecológica tiene cerrados 121 millones de euros para este año, como adelantaba ‘El Día’ y confirmaba ayer a este periódico el consejero de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena, en áreas como el saneamiento y la depuración de aguas, su distribución, la modificación del tendido eléctrico para proteger a las aves, el impulso al autoconsumo de energías renovables o el coche eléctrico. Hace días, Torres anunciaba que habrá 466 millones de los fondos de reconstrucción europeos para la transición a las energías renovables en Canarias.
El proceso para conseguir fondos es engorroso. “En consejerías como Educación es más sencillo, porque son ámbitos muy claros, como la digitalización, la educación de 0-3 años, la formación profesional o universidades, y ellos mismos gestionan el proceso”, explica Olivera. “En Transición Ecológica, participan muchas áreas, entidades locales y empresas”. Cada Consejería tiene que elaborar su propio instrumento de planificación, y podrá haber aumentos puntuales de personal para proyectos específicos.
Al principio de este proceso, Transición Ecológica abrió un espacio virtual para poder ir recibiendo propuestas de proyectos. “Es una manera de hacer una pre-exploración”, dice Olivera. “Hay que ver por dónde van los proyectos para conseguir los fondos y para saber que, cuando sacas una convocatoria de subvención, no va a quedar desierta. O, si uno ve que es un proyecto tiene que ver con competencias municipales, puede hacer un convenio con un Ayuntamiento”. De los fondos que se transfieran, habrá una evaluación muy estricta, por hitos conseguidos, no por nivel de ejecución.
En el programa de ayudas estatales, hay 5.000 millones para empresas privadas. En Canarias se han presentado, hasta ahora, proyectos por valor de 6.900 millones de euros. Desde un mínimo de 20 millones hasta un máximo de 800. “Hay sinergias muy interesantes. Estos fondos no dependen del Gobierno de Canarias, pero llevamos reuniéndonos con el tejido empresarial desde septiembre del año pasado para intentar ayudar y generar alianzas entre empresas o público-privadas”, explica el viceconsejero, Según Olivera, al Ejecutivo central le interesan proyectos innovadores cuya sostenibilidad y supervivencia no dependa de los fondos, con alianzas entre empresas y el mayor efecto tractor posible sobre la pyme local. Los presentados en Canarias se dividen en cuatro grandes bloques: modernización del turismo, asociado al conocimiento; I+D+i vinculado a la economía azul, el desarrollo industrial de los puertos y la aeronáutica; la energías renovables, incluyendo parques eólicos en el mar; el sector audiovisual, con la construcción de estudios y el desarrollo de la formación.
Si no reciben fondos estatales, algunos de estos proyectos podrían optar por la vía autonómica. O por otros fondos, como el mecanismo plurianual de la U.E para el periodo 2021-2027. Lo interesante, tanto para Olivera como para Padrón, es haber comenzado a reconocer proyectos que motivan al tejido empresarial canario. “Hemos hecho un ejercicio de identificación de proyectos estratégicos que encajan con la hoja de ruta que nos estamos dando para los próximos años”, afirma Padrón. “No estaban identificados. Es una pena que el Gobierno no hubiera hecho esa labor de manera permanente”, dice Olivera.
Esa hoja de ruta la marca la Agenda Canaria de Desarrollo Sostenible. “La Agenda nos permite fijar unos objetivos y hablar un mismo lenguaje, que es lo importante, moldear una visión compartida del modelo de desarrollo que queremos para las Islas donde han participado cabildos, ayuntamientos, empresas, el tercer sector o las universidades. Queríamos diseñar un marco estratégico que fuera compartido. Se me hace muy difícil que alguien pueda ir en contra de eso”, afirma Padrón.