El Gobierno de Canarias propondrá al Ministerio de Sanidad vacunar contra el coronavirus con el inicio del próximo curso escolar a los menores, siempre “dentro de los criterios que establezca la comunidad científica para esa población”.
El presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres, reiteró que el primer objetivo marcado es llegar al 31 de julio con el 70% de la población diana de las Islas (es decir, 1,8 millones de habitantes mayores de 16 años) “inmunizada”.
Y después vendrá “una segunda fase, que es fundamental para los niños, que también se incorporarán a la actividad lectiva una vez lleguemos a septiembre y, de acuerdo a la comunidad científica y los informes pertinentes, haremos la propuesta de que pueda ser vacunado ese sector, pero lo tenemos que hacer siempre con la máxima seguridad científica y sanitaria”, explicó, en alusión a los mayores de 12 años, que, al término del verano, retornarán a sus centros para comenzar el nuevo curso escolar.
El presidente canario puso en valor que los científicos hayan podido “lograr distintas vacunas en 10 meses, lo que en otras circunstancias hubiese tardado 10 años”, consiguiendo, de este modo, “algo impensable, inaudito”. Añadió que “siempre” hay algún “pequeño riesgo” cuando se toma un fármaco, pero, subrayó, “indudablemente son muchísimo mayor los beneficios, ahí está la prueba, con la mayor parte de la población vacunada. Cuanta más gente inmunizada, baja la incidencia acumulada, los contagios, los fallecidos y las personas en los hospitales”.
Luis Ortigosa: “Hay que comenzar por los menores más vulnerables”
El presidente de la Sociedad Canaria de Pediatría de Santa Cruz de Tenerife, Luis Ortigosa, está de acuerdo con esta propuesta y propone comenzar con los más vulnerables. “En primer lugar hay que vacunar a todos los adolescentes por encima de los 12 años que tengan patologías crónicas, fundamentalmente de tipo neumológico, enfermedades discapacitantes o aquellos que tengan que asistir a instituciones cerradas”. Los expertos recuerdan que las actuales medidas como el uso de la mascarilla, la distancia social o los grupos burbuja, están creando problemas en la salud mental de la población infanto-juvenil.
Recientemente, la Agencia Europea del Medicamento (EMA) aprobó el uso de la vacuna de Pfizer/BioNTech en adolescentes de entre 12 y 15 años, convirtiéndose en la primera que se usa por debajo de los 16 años en la Unión Europea, mientras que otros fármacos como Moderna también han logrado su aprobación en Estados Unidos. Los ensayos de Janssen o AstraZeneca avanzan a buen ritmo, probando su perfil de eficacia y seguridad en menores de 12 a 16 años.
Vacunación en otros países
Con la autorización de la EMA, varios países europeos han adelantado pasos para inmunizar a los más jóvenes. Ayer comenzó la administración de las vacunas en Alemania y Polonia, siguiendo los pasos de Rumanía, que fue la primera, y seguirá posteriormente Italia. En Reino Unido y Suiza, Pfizer ha solicitado su aprobación para los menores de entre 12 y 15 años, y en Japón y Filipinas también han dado luz verde al fármaco. En Estados Unidos, Canadá, Chile, Emiratos Árabes Unidos, Singapur e Israel los jóvenes entre 16 y 18 años ya reciben sus pinchazos contra la COVID.
En España, el tema está encima de la mesa para el próximo curso escolar, según avanzó tanto la ministra de Educación, Isabel Celaá, como la de Sanidad, Carolina Darias. Esta última señaló que se podría iniciar la vacunación de los menores de 12 a 17 años dos semanas antes del comienzo del curso escolar. Otros países ya comenzaron la inmunidad de este grupo de adolescentes, o lo harán en un breve plazo.
OMS: ¿Es ético seguir con los adolescentes cuando millones de personas no tienen la vacuna?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) han insistido en que el beneficio de la vacuna para adolescentes es limitado si se compara con sus ventajas para la población más adulta. La OMS pidió a los países ricos que han vacunado a una gran parte de población donar más dosis antes de inmunizar a sus niños, al considerar “la equidad en el acceso a las vacunas” en el mundo, antes de decidir inocular a grupos “con menor riesgo individual de enfermedad grave”. Si bien, sí recomendó que se pincharan los fármacos a los jóvenes con problemas de salud. El presidente de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom, recuerda que la distribución global de la vacuna es muy desigual en el planeta, con menos del 2% de dosis administradas en los países pobres.
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